Por: Alejandro Melgoza Rocha

Después del debate que sostendrán los grupos parlamentarios del Senado mexicano, se votará el dictamen con cambios de la Guardia Nacional, cuyo modelo de seguridad tiene el objetivo de combatir los niveles de violencia, con alcances históricos en 2018. 

Dicha propuesta es una de las promesas que hizo en campaña el presidente Andrés Manuel López Obrador: consiste en tener fuerzas civiles capacitadas con enfoque de derechos humanos y así regresar a los militares a sus cuarteles, quienes en 2006 salieron tras la declaración de guerra contra el narcotráfico. 

No obstante, en el mes pasado, el dictamen enviado desde la Cámara de Diputados hacía todo lo contrario: proponía un mando militar en la operatividad, lo que ocasionó que el colectivo Seguridad Sin Guerra, conformado por diferentes organizaciones de la sociedad civil, junto a organismos internacionales como la ONU, se opusiera tajantemente.

En ese estira y afloja de negociaciones, el coordinador del grupo parlamentario del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Ricardo Monreal, confirmó en la mañana de este jueves que se llegó a un acuerdo para que el mando no sea militar, sino civil, lo que significó para el colectivo una “victoria”.

“Llegamos a un acuerdo por unanimidad, todos los grupos parlamentarios hemos acordado un proyecto modificado que vamos a enviar a la mesa directiva”, dijo Monreal.

Entrevistada por la Agencia Anadolu, la integrante de Seguridad Sin Guerra, Ixchel Cisneros, señaló que “nosotros ya tuvimos acceso al dictamen. Es un gran logro de la sociedad civil organizada que se lograra echar para atrás la minuta de diputados. En gran medida fue por presión y los datos, las cifras, los testimonios de las víctimas, para específicamente lograr (que se incluyeran) los artículos de que los mandos deben ser civiles”.

Cisneros -quien también pertenece al colectivo El Día Después junto a artistas como Diego Luna- considera que “hay todavía cosas que se pueden mejorar, creemos que es un buen dictamen comparado con lo que teníamos, no creíamos que iba a pasar algo así y también mencionar que por primera vez creemos que puede existir una oposición de algunos de los poderes legislativos”. 

“Justo AMLO salió a decir que no le gustó el dictamen, pero las democracias así son y lo que esperábamos es justo eso, que el Senado fuera el contrapeso para que estas cosas cambiaran; no solo nosotros lo decimos, lo dice la ONU, lo dicen instancias internacionales, tratados que México ha firmado”, acusa Cisneros. 

Para la defensora de los derechos humanos, aunque hay una gran victoria por la “democracia” este día, aún existe la latente posibilidad de que el presidente presione a la cámara alta para que no se le dé aprobación en la cámara de diputados. 

El orden de este día incluirá una segunda lectura al dictamen acordado con cambios, el cual será debatido y votado en las próximas horas por los senadores. 

Fecha para retirar militares

Para los expertos que estuvieron en las audiencias de la semana pasada sobre la Guardia Nacional, una de las principales preocupaciones es el artículo 5º transitorio, el cual señala que dicha fuerza de seguridad comenzará a operar dentro de 5 años. 

“Lo único del 5º transitorio que nos preocupa es que en 5 años van a estar haciendo labores de seguridad pública las fuerzas armadas; sin embargo, ya van a tener un poder en papel y es donde vamos a tener que estar vigilando todo el tiempo”, explica Cisneros. 

Sin embargo, también considera positivo que, por primera vez en 12 años, desde que se declaró la guerra contra el narcotráfico, “ya tenemos una fecha para el retiro. Esto nunca había sucedido, pero lo que tenemos que seguir impulsando es el mejoramiento de las policías civiles”. 

“Si las policías no crecen y solo se le da poder a algunas instituciones al final en 5 años, no servirá de nada. Valoramos mucho este esfuerzo de negociación y dictamen, pero creemos que tiene que venir con una estrategia de mejoramiento de policías civiles”, agrega. 

Contra las organizaciones 

En medio de los cabildeos comenzados esta semana, las organizaciones de la sociedad civil iniciaron una campaña masiva y discusiones con especialistas que se han opuesto a la militarización desde que el expresidente Felipe Calderón lo hizo en el 2006. 

Sumadas las organizaciones mexicanas, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH) señaló en un comunicado que “la intervención de las fuerzas armadas en tareas de seguridad debe estar sujeta a un régimen estricto de temporalidad, pues esta es de carácter excepcional por corresponder a autoridades civiles la responsabilidad en materia de seguridad pública”.

Sin embargo, en esa serie de apuntalamientos, el presidente López Obrador descalificó este martes a las organizaciones: “con todo respeto, todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo. Hasta los grandes consorcios promueven a la sociedad civil. Es una bandera la sociedad civil”.

Ante ello, las organizaciones rechazaron los dichos del presidente, a quien le recordaron que han acompañado denuncias, documentación y quejas a nivel internacional frente a casos de violaciones de derechos humanos, cometidos especialmente desde los sexenios de Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.