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Académico: la oposición a Turquía refleja hipocresía de la Liga Árabe

La misión fundadora de la Liga Árabe es proteger los derechos de los pueblos árabes, ahora defendidos por la Operación Fuente de Paz de Turquía en Siria.

İsmail Numan Telci  | 22.10.2019 - Actualızacıón : 22.10.2019
Académico: la oposición a Turquía refleja hipocresía de la Liga Árabe El trío de países que se opone a Turquía: Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, tienen intereses comunes al ser aliados cercanos de Estados Unidos. (Archivo - Agencia Anadolu

İstanbul

La condena de la Liga Árabe a la Operación Fuente de Paz de Turquía en el norte de Siria ha causado fuertes reacciones entre el público turco, así como en los círculos políticos.

La Liga declaró que la operación turca era una violación a la soberanía de un estado árabe y también la evaluó como una amenaza a la integridad territorial de Siria. Esta es una gran tergiversación a la operación que desarrolla Turquía.

En contraste a lo que la Liga Árabe declaró, la Operación Fuente de Paz tiene por objetivo liberar al norte de Siria del control de la organización terrorista YPG/PYD, que es la rama siria de la organización reconocida a nivel internacional como terrorista. También busca permitir que millones de sirios árabes, al igual que kurdos y turcomanos puedan regresar a sus hogares.

Por lo tanto, es obvio que la operación turca va en línea con los objetivos fundacionales de la Liga árabe, que son defender los derechos del pueblo musulmán.

Es absurdo y paradójico que la Liga Árabe, liderada por países poderosos como Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, condene la operación de Turquía que está claramente a favor de millones de árabes sirios.

Al respaldar al régimen de Bashar al Assad, que se dice es responsable de la muerte y expulsión de millones de sirios, la Liga Árabe simplemente ignora los derechos y dignidad de millones de árabes que viven en Turquía mientras esperan por un regreso seguro a sus hogares.

Dobles estándares

De hecho, después de lanzar la operación de Turquía, la Liga Árabe aceleró el proceso de readmisión del régimen sirio a la organización. Durante una reunión de emergencia celebrada el 12 de octubre, países árabes como Irak y el Líbano pidieron que Siria volviera a hacer parte de la liga.

A pesar de esos esfuerzos, sigue sin ser claro cómo algunos de los miembros de la Liga Árabe trabajarán con el régimen sirio mientras algunos otros luchan para derrotarlo.

Otro enfoque hipócrita que ha adoptado la Liga Árabe es si silencio ante la destrucción masiva perpetrada por Estados Unidos y Rusia con el pretexto de combatir al terrorismo.

Los ejércitos de esos dos países han destruido las ciudades más grandes de Siria como Alepo y Raqqa, y han causado la muerte de un alto número de civiles además de haber desplazado a más de cinco millones de sirios.

La Liga Árabe nunca se ha pronunciado al respecto ni ha condenado el uso militar excesivo de estos dos países.

Por otro lado, la liga condenó la operación turca en el norte de Siria, a pesar de que el Ejército de este país ha probado un récord en la protección a los civiles y a las áreas residenciales en sus operaciones previas en Yarabulus y en Afrin en donde la vida ha regresado a la normalidad.

Una paradoja final sobre la posición de la Liga Árabe frente a Turquía y su operación militar es su doble estándar sobre el pueblo sirio. Después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan les preguntó a los países anti Turquía, principalmente Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos: “Cuántos árabes sirios han aceptado en sus países”.

Cabe destacar que algunos de los miembros más ricos de la liga como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin se han rehusado a aceptar a refugiados sirios. En vista de esto, los las críticas de la Liga Árabe sobre la política de Turquía frente a Siria no habla de ninguna manera sobre el cumplimiento de Turquía en este tema desde que empezó la guerra civil siria en 2012.

En este punto se debe señalar además que varios miembros de la liga como Catar y Somalia también se mostraron en contra de la declaración de la Liga Árabe, mientras que Marruecos también tomó distancia diciendo que la declaración de la organización no refleja el punto de vista de los líderes de Rabat.

Una postura que desafía el sentimiento popular

Adicional a esto, la respuesta oficial de algunos países de la Liga Árabe contra Turquía tampoco representa la opinión popular de estos países.

Es bien conocido que la “Calle Árabe” ha expresado un fuerte apoyo al liderazgo de Turquía, cuando se trata de la defensa de los derechos palestinos, los de los refugiados sirios e iraquíes y de la defensa de las revoluciones populares en Egipto, Túnez y Siria.

Las calles árabes por el contrario se muestran pesimistas ante las habilidades de sus propios países para defender los derechos de los ciudadanos árabes y sus derechos fundamentales en cualquier lugar de la región.

A pesar de estas paradojas y contradicciones, Egipto, Arabia Saudita y los EAU han obligado a muchos países árabes más pequeños a emitir la declaración.

Estos países son conocidos por apoyar el establecimiento de una entidad liderada por el PYD (la rama política siria del PKK) en el norte de Siria que tiene como propósito desintegrar a Siria.

Funcionarios en Egipto se han reunido frecuentemente con miembros de la organización terrorista. De igual forma, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos han despachado tropas a la región.

En mayo de 2018, una delegación militar de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Jordania visitaron Ayn al-Arab (Kobani) que se encuentra bajo el control del PYD/YPG en el norte de Siria y llevaron a cabo reuniones con los líderes de la organización terrorista.

Más recientemente, el presidente de Egipto, AbdelFatah al-Sisi, invitó a Riyad Derrar y Ilham Ahmed, líderes del PYD/YPG a una visita a la capital de Egipto, El Cairo, el 13 de octubre de este año. En la visita los líderes se reunieron con el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry y en ese encuentro, el ministro no confirmó su compromiso con la integridad territorial de Siria, por la cual sus visitantes son conocidos por ser firmes detractores.

Es obvio que estos tres países buscan socavar la integridad territorial de Siria, con lo que se afectaría directamente a la propia seguridad de Turquía si parte de Siria llega a ser controlado por un grupo reconocido como terrorista a nivel internacional. Por otra parte, Turquía busca facilitar el regreso de un millón de refugiados sirios, muchos de ellos fueron expulsados a la fuerza por el PYD/YPG de sus hogares en Siria.

Nexo entre Estados Unidos e Israel

El trío de países que se opone a Turquía: Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, tienen intereses comunes al ser aliados cercanos de Estados Unidos.

Estas son naciones que han expresado su apoyo al llamado “Acuerdo del Siglo”, impulsado por Estados Unidos, que ya ha sido rechazado por muchos países árabes, incluidos los líderes palestinos. Estos tres países ahora gozan de buenas relaciones con Israel.

Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos representan el eje estadounidense-israelí al interior de la Liga Árabe. Los tres han apoyado, equipado o financiado a las fuerzas contrarrevolucionarias en Egipto, Libia y otros países, incluido el apoyo al derramamiento de sangre que terminó en el asesinato de miles de manifestantes en Egipto en 2013.

Después del cambio de gobierno de Arabia Saudita en 2015, y a pesar de las relaciones favorables y el diálogo constructivo entre el presidente Erdogan y el rey saudí Salmán bin Abdulaziz, ciertas facciones del gobierno saudí han adoptado políticas algo hostiles contra Turquía, al parecer, influidos por sus relaciones con Estados Unidos e Israel.

El gobierno de Abu Dabi no solo ha tomado medidas en contra de las políticas turcas en Oriente Medio, sino que también lideran intentos de boicot en contra de países árabes que han mantenido buenas relaciones con Turquía. Junto con todo esto, los líderes de Emiratos Árabes Unidos buscan evitar que Turquía tenga influencia extensa en la geografía al impulsar políticas destructivas contra las iniciativas constructivas de Turquía que comprenden el territorio desde el Cuerno de África hasta los Balcanes.

En este sentido, se cuestiona qué tan sincera es la Liga Árabe sobre defender los intereses y derechos del pueblo musulmán en Siria, en donde Turquía pretende proteger la integridad territorial de ese país para que os refugiados sirios en Turquía puedan regresar a sus hogares, después de desplazar a la organización terrorista PYD/YPG.

La misión fundamental de la Liga Árabe es proteger los derechos del pueblo musulmán, cosa que ahora está haciendo la Operación Fuente de Paz. Al apoyar al PYD/YPG en contra de Turquía, la Liga Árabe está dando la espalda a su deber fundamental por lo que fue creada hace más de 70 años.

El escritor es un profesor asociado de la Universidad de Sakarya y también es vicepresidente del Centro de Estudios de Oriente Medio.

**Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Daniela Mendoza.

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