Por: Daniela Mendoza.

Aun cuando el coronavirus ha frenado gran parte de la actividad comercial a nivel mundial, la industria del cannabis en América Latina no se ha detenido e incluso ha crecido en este año de cierres y restricciones, afirmó Héctor Gomes, analista del grupo Latam Prohibition Partners, en el marco del Segundo Foro de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna).

En entrevista con la Agencia Anadolu, Gomes afirmó que la región tiene dos grandes ventajas para el crecimiento de la industria: el costo, al ser este muy competitivo, y la historia. “Si se observa, el cannabis ha estado presente en América Latina en culturas como la de Brasil, las islas del Caribe y Colombia; entonces ya existe un sentido de pertenencia que también se traduce en una diversidad genética increíble”, destacó Gomes.

Al referirse a Europa, el analista señaló que el viejo continente es un gran mercado “en número de personas y en poder adquisitivo, especialmente en Alemania, además de que hay mercados que se están sumando, como Reino Unido”. También resalta que en Europa hay una cierta homogeneidad en términos de regulaciones, lo que, aunque puede generar más costos para algunos países, facilita la movilización, ya que se maneja un mercado único. Este sería un aspecto que América Latina tendría por mejorar, ya que hay mucha dificultad para poder mover los productos de un país a otro.

En Estados Unidos, según explicó Gomes, “los resultados de las elecciones de noviembre 2020 indican un claro avance del cannabis, por lo cual se está comentando que el gran ganador no fue ni el rojo ni el azul, en alusión a los partidos republicano y demócrata, respectivamente, sino el verde, en alusión al cannabis, con cuatro nuevos estados que aprobaron incluso su uso recreacional”. Sin embargo, el país se muestra más avanzado en temas de marihuana recreacional que en la producción de cannabis medicinal, un aspecto en el que Europa y América Latina siguen liderando.

Un mapeo por América Latina

Con respecto a las naciones que se destacan en el panorama latinoamericano en la industria del cannabis, Gomes señaló que “Uruguay fue pionero en 2003 con unas leyes que le dieron toda una nueva cara al tema del cannabis, y Colombia lo siguió de cerca en el 2016”, cuando aprobó los productos que contienen cannabis (o cáñamo) para su uso medicinal.

“Estos países pasaron muchos años con dudas, aprendiendo qué había que hacer para mejorar la regulación, para sacar la materia, para poder exportar, entonces fue un proceso un poco difícil”, aseveró Gomes, quien aclaró que a pesar de la emergencia sanitaria del COVID-19 “Colombia ha intentado actualizar mucho todo lo que tiene que ver con el tema de la regulación, las exportaciones, el Invima. Está tratando de reducir el tiempo de las licencias de 12 meses a cuestión de días; esa es la idea”.

“En Uruguay el presidente ha tenido una actitud bastante a favor de incentivar a la industria con algunas políticas fiscales y abriéndose también a la industria de cáñamo, que tiene un gran potencial en la región”, explicó Gomes, quien agregó que otros países como Perú, Ecuador y Brasil son grandes mercados desde el punto de vista del consumidor, mientras que en México se adelanta el debate sobre la marihuana recreacional.

“En México, si aprueba la recreacional, va a ser importantísimo. Si se aprueba, sería el mayor mercado recreacional del mundo”, indicó.

Argentina también ha dado pasos hacia adelante en la industria del cannabis medicinal al aprobar este 12 de noviembre su uso por medio del decreto 883/2020, que, entre otras cosas, permite el autocultivo y garantiza la provisión para pacientes.

En Brasil, pese a ser el mercado más grande de América Latina y altamente activo en su consumo, no está permitido su cultivo. “Aunque hay estudios que demuestran que el 80% del territorio tiene condiciones buenas para el cultivo, el debate todavía se adelanta en el Congreso, y está un poco difícil que aprueben la ley”, opinó Gomes.

El analista subrayó el papel de Paraguay, por ser “el gran proveedor de marihuana en el sur: en Brasil, Argentina y Chile”, y agregó que el proceso en este país ha sido interesante en vista de que “pasó el debate muy rápido y ya exportó alimentos y cosas derivadas del cáñamo en muy poco tiempo”, lo que según él significa que cada vez son más las personas que tienen conciencia sobre el cultivo del cannabis y sus diferentes usos.

La creciente tendencia en el mercado para 2024

Un reciente informe de Latam Prohibition partners destacó que mientras el valor en el mercado del cannabis terminará en USD 168 millones en 2020, esta cifra se podría cuadruplicar en 2024, cuando podría alcanzar hasta USD 824 millones.

De acuerdo con Gomes, esto “dependerá de que mercados como Brasil y Colombia sigan creciendo, que Ecuador y Perú, que acaban de unirse al juego, entren en el sector; que Perú se torne un mercado consumidor también”.

En el futuro cercano, Gomes se muestra aun más optimista: “A pesar del tema del COVID, yo diría que el 2020 en la parte del cannabis, cáñamo, en América Latina, ha sido positiva”. Para él, además, el próximo año será una continuación del 2020, con bastantes noticias en la región, mientras Colombia y Uruguay se siguen especializando en temas de exportaciones y en certificados de buenas prácticas.

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“Veo a países como Argentina comenzando un debate interesante y para mí la gran pregunta es Chile, un país con una historia muy grande en el tema del cannabis. Acaban de aprobar una Constitución, es un país con altísimo consumo de cannabis; entonces será interesante ver si el mercado se calienta un poco el año que viene”, manifestó.

Gomes explicó que el crecimiento de la industria del cannabis en los últimos tiempos y sobre todo en este año se debe en principio a que la gente lo está conociendo más. “Aún existe muchísima falta de conocimiento y mucho estigma en relación a ese tema, entonces más gente se sienta y quizá en una cena comparte: Bueno, me dijeron que tal persona se trató con cannabis y ha sido maravilloso… Ah, no es solamente para la fiesta”.

Además de esto, a medida que más países se unen, es más fácil crear una cadena de suministro que impulse el crecimiento del mercado, considera el analista, quien cree que el “COVID también trajo un poco de conciencia sobre las necesidades de medicina alternativa, de prevención (…) El COVID no atrasó el crecimiento. No lo afectó y si acaso trajo a la gente más curiosidad sobre el tema de la salud”.

*Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.