ANKARA          

Los casi 2,3 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza se enfrentan a un nuevo año difícil debido a las frecuentes violaciones del alto el fuego por parte de Israel y su negativa a permitir la entrada de suficiente ayuda.

Aunque el alto el fuego alcanzado en Gaza el 10 de octubre está en vigor, Israel lo viola con frecuencia. Según fuentes palestinas, Israel ha violado el alto el fuego aproximadamente 1.000 veces en el último período.

Desde la entrada en vigor del alto el fuego, 414 palestinos han muerto y más de 1.100 han resultado heridos en ataques israelíes en Gaza.

El futuro del alto el fuego, que continúa bajo la sombra de las violaciones israelíes, está envuelto en numerosos interrogantes.

De conformidad con el acuerdo de alto el fuego, Hamás entregó a 20 prisioneros israelíes vivos en Gaza y los cuerpos de 27 de los 28 fallecidos. El cuerpo del soldado israelí Ran Gvili, quien murió en los enfrentamientos del 7 de octubre y cuyos restos fueron presuntamente trasladados a Gaza, aún no ha sido recuperado.

El gobierno israelí sostiene que la segunda fase del alto el fuego en Gaza no comenzará hasta que se entregue el cuerpo de Gvili. Mientras tanto, los medios israelíes informan que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciará su plan para el futuro de Gaza el 15 de enero.

La transición a la segunda fase del alto el fuego está rodeada de incertidumbre y preguntas sobre cuestiones como qué países desplegarán tropas en la Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) en Gaza.

Debido a la postura de Israel, que ha intentado en numerosas ocasiones romper el acuerdo, y a las incertidumbres que rodean el proceso de transición, este frágil alto el fuego será el tema más importante para los palestinos de Gaza en el nuevo año.

Además de las violaciones del alto el fuego, la crisis humanitaria en Gaza está haciendo la vida insoportable para los palestinos de la región.

Se suponía que la administración de Tel Aviv permitiría la entrada diaria de 600 camiones de ayuda humanitaria a Gaza según el acuerdo de alto el fuego. Sin embargo, Israel continúa violando esta cláusula al restringir el número de camiones que entran en Gaza.

Según fuentes palestinas, la administración israelí solo permitió la entrada de 19.764 camiones de ayuda humanitaria a Gaza durante el período de alto el fuego de 80 días, en lugar de los 40.000 prometidos.

Debido al “genocidio” perpetrado por Israel, que comenzó en octubre de 2023 y duró más de dos años, prácticamente nada ha quedado en pie en Gaza. Según fuentes palestinas, casi el 90% de las viviendas de Gaza fueron destruidas en los ataques israelíes.

A causa de esta grave destrucción, más de 1,5 millones de palestinos en Gaza luchan por sobrevivir en tiendas de campaña improvisadas. Con la llegada del invierno, el frío y las fuertes lluvias han dificultado aún más la vida de los palestinos que viven en tiendas de campaña en Gaza.

Tras las lluvias, muchas tiendas de campaña improvisadas se inundaron y miles quedaron inutilizables por las tormentas. Muchas familias palestinas, en lugar de soportar el frío y las inundaciones en tiendas de campaña, se arriesgaron a morir buscando refugio en edificios gravemente dañados por los ataques israelíes.

Desde principios de diciembre, el intenso frío, el viento y la lluvia en Gaza se han cobrado la vida de 25 palestinos, incluidos 6 niños. Con casas prácticamente destruidas y tiendas de campaña escasas, se espera que este invierno sea aún más difícil para los palestinos en Gaza.

Los palestinos en Gaza sufren penurias luego de una guerra que ha durado más de dos años y ha causado la muerte de más de 71.000 personas, así como dificultades para acceder a alimentos suficientes. A esto se suma el creciente rigor de las condiciones invernales, las cuales agravan el sufrimiento de los palestinos en Gaza.

El gobierno israelí está violando el acuerdo de alto el fuego al impedir la entrada de casas prefabricadas a Gaza. Según fuentes palestinas, se necesitan al menos 200.000 casas prefabricadas en Gaza para resolver el problema de la vivienda, pero Israel no está dispuesto a cumplir.

“La ayuda debe poder entrar sin trabas”, añadió.

*Traducido por Daniel Gallego.