¿Qué le salió mal a Boris Johnson en su gestión de la enfermedad del COVID-19?
Con un número total de muertes superior a las 16 mil, el gobierno británico enfrenta cada vez más críticas por su respuesta tardía a la crisis, su incapacidad para aumentar las pruebas y la escasez de equipos de protección.

Istanbul
Por: Enes Guzel
Esta semana el Reino Unido vivió su semana más mortal, hasta el momento, en la lucha contra el coronavirus. Se dirige hacia una situación que puede resultar incluso peor que la de Italia o España, dado que el número total de muertes continúa aumentando en todo el país.
Un informe del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington estima que Reino Unido será el país europeo con el mayor número de muertes, con más de 60 mil [1].
Debido a que el país se dirige hacia la peor tasa de mortalidad en Europa, el manejo de la pandemia por parte del primer ministro británico, Boris Johnson, ha sido ampliamente cuestionado.
Falta de una estrategia clara y acciones tardías
El gobierno Británico, como casi todos los Gobiernos, fue sorprendido sin preparación para la pandemia. Sin embargo, el problema, particularmente en las primeras etapas, surgió de que el Gobierno subestimó la amenaza que representaba este virus, aunque Italia y España ya constituían ejemplos alarmantes.
Aunque el gobierno tuvo sus primeros casos a principios de febrero, el nivel de riesgo establecido por los principales asesores científicos del gobierno permaneció en "moderado" hasta el 12 de marzo.
El 22 de marzo, cuando el número de muertes en Italia excedió el umbral de las mil, Boris Johnson aún persistía en no declarar un cierre nacional.
A diferencia de muchos otros países donde se implementaron medidas de cuarentena, Reino Unido tuvo un enfoque diferente para hacer frente a la pandemia: la llamada "inmunidad colectiva" [2] que permitiría la propagación del virus y supuestamente generaría inmunidad en la sociedad.
Aunque la idea no se implementó y se abandonó poco después, esta impidió que el Gobierno tomara las medidas necesarias de manera oportuna.
A pesar de que la estrategia de "inmunidad colectiva" fue propuesta por el equipo científico del gobierno, Boris Johnson no puede justificar su tardanza en los inadecuados consejos de sus asesores científicos, ya que otros cientos de expertos le advirtieron al Gobierno que su respuesta de inmunidad colectiva al brote del coronavirus era incorrecta y arriesgaba muchas más vidas [3].
Cualquier líder responsable debió haber evaluado un conjunto completo de escenarios, que van desde un cierre total hasta mantener la economía completamente abierta. Como tal, el primer ministro no debió haberse limitado a evaluar solo una posición.
Aunque al día siguiente el primer ministro finalmente impuso un cierre, con restricciones a las empresas y al movimiento de las personas, la decisión demorada del gobierno ya había puesto a la población en la parte incorrecta de una curva exponencial.
Pese a la seriedad del asunto, Boris Johnson aún carecía de seriedad en su forma de expresar sus órdenes, lo que hizo que la nación no tomara la amenaza tan en serio como debería.
En cambio Johnson, durante sus visitas a los hospitales, estrechaba la mano de personas infectadas con coronavirus, enviando un mensaje contradictorio a la población.
En consecuencia, Johnson, que actuó con cierta complacencia contra la pandemia, se convirtió en el primer líder de un país importante en ser hospitalizado con COVID-19.
Si bien cualquiera puede contraer el virus, es imperdonable que Boris Johnson lo haya contraído, pues fue una clara muestra de que sus acciones subestimaron el poder del virus.
El primer ministro debe ser más cauteloso que una persona británica del común, pues en caso de una prematura muerte la nación se quedaría sin su líder.
Aunque, por suerte, Boris Johnson fue dado de alta del hospital, no regresará de inmediato al trabajo hasta que se recupere por completo.
Su ausencia puede crear una crisis de autoridad, ya que el Gobierno se queda sin líder durante uno de sus momentos más difíciles de su historia.
La situación del gobierno y del Sistema de Salud Nacional (NHS)
Con un número total de muertes superior a las 16 mil, incluidos 27 trabajadores del Sistema de Salud Nacional (NHS), el Gobierno enfrenta cada vez más críticas por su respuesta tardía a la crisis, su incapacidad de aumentar las pruebas y la persistente escasez de equipos de protección personal (EPP) para los trabajadores de la salud.
Aunque desde hace tiempo se sabe que el Servicio Nacional de Salud no tiene fondos suficientes [4], cuando se le preguntó al secretario de Salud, Matt Hancock, el 23 de enero, si el NHS podría responder a la enfermedad de COVID-19, aseguró al público que el NHS estaba preparado y bien equipado para combatir la pandemia.
Sin embargo, el NHS le advirtió al gobierno sobre la falta de recursos suficientes dentro del Sistema y lo llamó a tomar medidas para suplir estas necesidades [5].
Varios de los trabajadores de salud mostraron su enojo por la falta de equipos de protección personal (EPP) para los trabajadores de primera línea del hospital, que tratan personas sospechosas de tener el coronavirus.
El gobierno anunció que 27 trabajadores del NHS han muerto por coronavirus. La infección y la muerte entre los trabajadores médicos han sido claramente el resultado de la falta de EPP y de pruebas. Las pruebas de COVID-19 para el personal del NHS están restringidas debido a la falta de equipo.
La escasez de hisopos, reactivos y kits de prueba ha impedido que el personal sea evaluado.
A partir de la primera semana de abril, solo 2.000 de 500.000 empleados de primera línea del NHS [6] habían sido evaluados para detectar si tenían el coronavirus. Solo se realizan diariamente alrededor de 15.000 pruebas.
A diferencia de Alemania o Corea del Sur, donde las pruebas de coronavirus generalizadas desempeñaron un papel crucial en la lucha contra la pandemia, Reino Unido ha sido demasiado lento para implementar pruebas de coronavirus generalizadas, ya que solo un pequeño número de laboratorios del país han podido realizar estas pruebas.
El gobierno se ha comprometido a aumentar la capacidad de la nación para las pruebas de coronavirus a 100.000 por día para fines de abril. Sin embargo, esta cifra seguirá siendo insuficiente en comparación con otros países europeos como Alemania, que puede realizar 500.000 pruebas por semana.
Durante las crisis, lo más importante es la gestión eficaz, que se basa estrictamente en la capacidad de tomar las acciones necesarias a tiempo. Desafortunadamente, el gobierno del primer ministro Johnson no respondió a la amenaza del coronavirus lo suficientemente rápido y ahora se dirige hacia la tasa de mortalidad más alta de Europa.
Casi 2.000 personas murieron en los últimos dos días de la semana pasada, la cifra más alta registrada en Europa, lo que convierte a Reino Unido en el país más afectado de ese continente.
El Gobierno está lleno de aspiraciones y está "planificando" o "intentando" hacer muchas cosas, pero su desempeño aún no alcanza a cumplir esas promesas.
*El escritor e investigador adjunto en el TRT World Research Center. Enes es actualmente un Ph.D. estudiante de la Universidad de Estambul en Ciencias Políticas y relaciones internacionales. La experiencia de Enes se centra en la política europea y británica.
* Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu
*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.
[1] https://www.weforum.org/agenda/2020/04/united-kingdom-coronavirus-covid19-fatalities-data-models/
[2] https://www.theguardian.com/world/2020/mar/13/herd-immunity-will-the-uks-coronavirus-strategy-work
[3] https://www.independent.co.uk/news/health/coronavirus-uk-scientists-letter-government-plan-herd-immunity-a9402661.html
[4] https://m.dw.com/en/coronavirus-in-the-uk-nhs-faces-perfect-healthcare-storm/a-52741344
[5] https://www.google.co.uk/amp/s/www.bbc.co.uk/news/amp/uk-52000150
[6] https://www.ft.com/content/ac3028b5-f03e-47d1-bd0f-f3f1abaf72d6