M.G., una mujer de 43 años que vive en la ciudad turca de Esmirna, abandonó a su esposo después de 11 años de casados.

“Cuando descubrí que me estaba siendo infiel con otra mujer, le dije que ya no quería seguir viviendo con él. En ese momento yo era una ama de casa con dos niños”, dijo la mujer en entrevista con la Agencia Anadolu que solicitó no ser nombrada.

De esta forma, M.G. se unió al gran número de personas en Turquía que eligen salir de un matrimonio infeliz, rechazando arraigadas normas sociales que dan una gran importancia al matrimonio como institución.

Las tasas de divorcio en el país han evidenciado un aumento de 10,9% entre 2017 y 2018 con 142.448 parejas que se divorciaron en ese periodo, según la autoridad de estadística de Turquía.

Para M.G., la decisión fue un salto de confianza.

“Mis niños eran muy jóvenes, mi hijo menor estaba en escuela primaria y el mayor en secundaria, tenía miedo de tener problemas de salud o que no obtendría apoyo para mis hijos”, relató la mujer.

Ozge Unal, psicóloga clínica y consejera familiar, dijo a la Agencia Anadolu que la mayoría de los divorcios eran causados por el creciente uso de redes sociales, una menor dependencia de los hombres, la normalización del concepto del divorcio y la tendencia de la paternidad tardía.

Datos arrojados por el Instituto de Estadísticas de Turquía (TurkStat) revelan que los divorcios se producen por lo general en los primeros cinco años del matrimonio.

Unal explicó que las relaciones están compuestas de tres periodos principales.

El primero es el del coqueteo, cuando las parejas son más compatibles, seguido por el periodo del matrimonio, cuando todo se aterriza a la realidad.

El tercer periodo es la fase de convertirse en toda una familia y tener hijos, agregó Unal, que son parte del desarrollo familiar con giros y vueltas en el camino.

“Desafortunadamente, los enfrentamientos ocurren en las relaciones que no pueden hacer la transición entre el coqueteo y el matrimonio”, explicó la psicóloga.

Unal añadió que las parejas recién casadas se apresuran a tener hijos como una forma de solucionar los problemas en su relación, cuando en realidad empeora las dificultades de la pareja.

Una unión desde el cielo, rota en línea

Aunque la infidelidad ha sido durante mucho tiempo la gran responsable de los divorcios, Según Unal, engañar a una pareja se ha vuelto mucho más fácil gracias a las redes sociales.

“Ahora es fácil engañar porque es mucho más sencillo conocer a alguien por medio de las redes sociales y también porque la interacción física con esa persona no existe, así que no da un sentimiento real de engaño”, sostuvo Unal, y agregó que el hecho de que exista una infidelidad es un indicio de que algo falta en la relación.

“Si tu estómago está lleno, no comerías como si no hubieras comido hace siete días ¿cierto? Por lo tanto, debe existir una razón por la cual las parejas no se sienten completas y alguien más parece más llamativo”.

“Esto sucede usualmente si el espíritu de coqueteo ya no existe, si las conversaciones no fluyen como solían hacerlo, o si se perdió tolerancia hacia la otra persona”, señaló la psicóloga.

TurkStat evidenció que las tasas de divorcio en Turquía son abrumadoramente más elevadas en la parte occidental del país, con Esmirna en la primera posición en 2018. Esta también es la parte del país más urbana y cosmopolita.

M.G. ahora trabaja en el área de limpieza de una oficina gubernamental, asegura que vive la vida según sus propios términos y apoya sus niños.

“Estoy orgullosa y agradecida por la vida que he construido para mí y para mis hijos”.

*Traducido por Daniela Mendoza.