¿Cuál es el panorama para las elecciones generales en Bolivia?
Los candidatos más opcionados para llegar a una segunda vuelta son Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), y Carlos Mesa, exmandatario de centroderecha.
BOGOTÁ, Colombia
Por: Santiago Serna Duque
El 18 de octubre de 2020 se celebrarán las elecciones generales en Bolivia, día en el que serán elegidos el presidente, vicepresidente, senadores y diputados para el periodo 2020-2025.
Con estos comicios, el país busca zanjar una crisis social y política que estalló hace un año, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un informe sobre irregularidades en las elecciones del 20 de octubre pasado, en las que Evo Morales fue declarado presidente para un cuarto mandato consecutivo.
Ante la evidencia de fraude expuesta por la OEA, Morales anunció que convocaría a nuevas elecciones y renovaría todo el órgano electoral.
Dichos cambios no fueron suficientes para algunos gremios del país. La Central Obrera Boliviana, el Alto Mando Militar de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana le pidieron a Morales que renunciara. Horas después, el líder indígena dimitió.
Ver también: Estado boliviano demandó en la CPI a Evo Morales por "actos inhumanos"
Tras la renuncia de Evo (hoy exiliado en Argentina), también dejaron sus cargos el entonces vicepresidente, Álvaro García Linera, los miembros de su gabinete, así como los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados.
El 13 de noviembre, la exlegisladora opositora Jeanine Áñez se proclamó presidente interina del país suramericano durante una sesión del Senado sin quórum.
Lo anterior ha generado un clima de incertidumbre que podría resolverse en un mes y medio, cuando se lleven a cabo unas elecciones atípicas -por el contexto de la pandemia- que han sido aplaudidas por la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A finales de agosto, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo: “Bolivia necesita superar la polarización que ha marcado al país durante tanto tiempo y avanzar hacia una sociedad basada en el diálogo, donde todos sean integrados y reconocidos".
En este plano, cuatro candidatos presidenciales se perfilan como los favoritos para llegar -o mantenerse- al Palacio Quemado (casa de Gobierno): Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (partido de Evo Morales); Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC) y exmandatario de Bolivia entre el 2003 y 2005; Jeanine Áñez, de la coalición Juntos Avancemos y actual jefa de Estado interina; y Luis Fernando Camacho, de la alianza política Creemos.
Según la última encuesta sobre el escenario electoral en Bolivia, realizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), Luis Arce encabeza las preferencias con un 41,9% de intención de voto, seguido de Carlos Mesa, con un 26,8% , y de la actual presidenta, con un 13,3% de respaldo.
En este sentido, el doctor en Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Alfredo Serrano, asegura que “ciertamente, con números en la mano, Arce necesita mucho menos para ganar en primera vuelta de lo que precisa Mesa para forzar una segunda”.
“Arce todavía podría llegar a convencer a un sector que no tiene valoración definida sobre él -añade Serrano-, y también podría atraer a los votantes del candidato Chi Hyun Chung (pastor evangélico de origen coreano), por su proximidad en cuanto a algunas ideas y propuestas. (…) En el otro lado estará Mesa, que procurará llamar al voto útil para que no gane el MAS. En la elección de octubre del año pasado le funcionó para crecer, pero no tanto como para forzar una segunda vuelta. Se quedó a 10,3 puntos de diferencia. Ahora puede repetirse una situación parecida, con la particularidad que existe Camacho, el candidato cruceño de ultraderecha, que podría granjear parte del voto en fuga de Áñez y que, además, es mucho más beligerante contra toda propuesta que venga del occidente del país, aunque venga de Mesa”.
La gestión del Gobierno de Áñez frente a la crisis sanitaria generada por el coronavirus (COVID-19) fue una piedra en el zapato para sus aspiraciones políticas. Un 59,8% de los bolivianos tiene una opinión negativa respecto a las medidas adoptadas por el oficialismo durante la pandemia, según la Celag.
Ver también: Gobierno boliviano le pide a Bachelet constatar hechos de violencia ocurridos en el 2019
En este escenario, y ante el previsible regreso de la izquierda al poder en Bolivia, la coalición oficialista de Alianza Juntos presentó a finales de julio una denuncia formal contra el partido Movimiento al Socialismo para que se cancele su personería jurídica.
La Alianza Juntos alegó que el candidato Luis Arce publicó anticipadamente los resultados de una encuesta interna de intención de voto, lo cual -según la Ley Electoral- no está permitido. El Órgano Electoral Plurinacional aún no se ha pronunciado al respecto.
Mientras tanto, y en lo que parece una estrategia para torpedear las aspiraciones políticas de Carlos Mesa (segundo en los sondeos), la presidenta Áñez le exigió al candidato de Comunidad Ciudadana que se manifieste por los presuntos abusos a menores de edad cometidos por Evo Morales.
"Me indigna cuando otros candidatos se callan, socapan y que no demuestran que este tema es muy delicado y que también los debe indignar. Por eso me dirijo una vez más a Carlos Mesa: pronúnciese señor Mesa, demuestre la indignación que sentimos todas las mujeres con esas acusaciones de violación o de abuso de niñas, no se esconda como lo hizo en noviembre (de 2019), no se esconda como lo hizo hace unas semanas (durante el bloqueo de carreteras)", manifestó la jefa de Estado.
Evo Morales tiene dos denuncias en su contra por supuesto estupro (delito sexual que se produce cuando una persona, generalmente mayor de edad, mantiene relaciones sexuales con una persona adolescente que consiente la relación). La primera fue planteada por el Ministerio de Justicia, el pasado 20 de agosto, en la que se acusa al exjefe de Estado de sostener una relación amorosa con una menor de edad.
La segunda denuncia fue anunciada el 24 de agosto, cuando el viceministro de Transparencia, Guido Melgar, señaló un presunto abuso por parte de Morales a una adolescente.
"(Es una) vergüenza callarse ante un hecho, ante un acto tan indignante, estamos en la boca del mundo entero, estamos criticados en el mundo entero, no puede haber alcahueteríos ni silencios cómplices en ese sentido, porque para eso estamos nosotros, para estar al frente (...) y las responsabilidades no tienen que rehuirse", añadió Áñez.
En respuesta, el dirigente de Comunidad Ciudadana (agrupación que postula a Mesa), Carlos Alarcón, rechazó las declaraciones de Áñez y advirtió que las palabras de la mandataria evidencian su desesperación por encontrarse en el tercer lugar de las encuestas.
Ver también: Presidenta de Bolivia a Evo Morales: ‘si regresa al país, va a tener que enfrentar a la justicia’
“Áñez está utilizando el cargo de presidenta del Estado y está haciendo abuso de poder, actúa como candidata y despliega una guerra sucia contra Carlos Mesa, porque no tiene ningún chance de ganar las elecciones, porque tuvo una gestión corrupta con elementos esenciales para combatir la pandemia del coronavirus”, aseveró Alarcón.
Por su parte, el Movimiento al Socialismo salió al paso y aseguró que dichas denuncias solo buscan generar "un impacto político-electoral" negativo frente a la campaña para las elecciones.
Así las cosas, lo más probable es que la ficha presidencial del MAS, Luis Arce, se enfrente en una segunda ronda, a finales de noviembre, contra el expresidente de centroderecha Carlos Mesa.
Las normas electorales en Bolivia declaran ganador en primera vuelta al candidato que logre el 50% más uno de los sufragios u obtenga el 40% de los votos con un margen de diferencia de 10 puntos porcentuales frente al segundo.