¿Borrarán las elecciones anticipadas en Irak a los grupos cercanos a Irán del escenario político?

El anuncio del 6 de junio de 2021 como fecha para unas elecciones generales anticipadas por parte del primer ministro de Irak, Mustafá al-Kadhimi, ha puesto en peligro el futuro político de los grupos y partidos chiítas cercanos a Irán. Grupos y partidos políticos que han generado enfado entre los votantes y de los que estos desconfían.

En declaraciones al corresponsal de la Agencia Anadolu, el presidente del Centro de Pensamiento Político de Irak, Ehsan al-Shammari, recuerda que el Gobierno de Kadhimi es un “Gobierno de elecciones anticipadas”.

Shammari explica que las elecciones anticipadas son una de las principales exigencias de los manifestantes y que esta decisión genera presión sobre los partidos políticos para que participen en ellas, así como el anuncio de una fecha concreta elimina cualquier objeción por parte de quienes no las quieran.

Según Shammari, la decisión de Kadhimi aumenta su crédito ante la opinión pública por una parte, y por otra castiga a todos aquellos grupos y partidos políticos culpables de la actual situación en la que se encuentra el país árabe por culpa de su corrupción y falta de servicio a la ciudadanía.

Shammari señala que la objeción a la decisión de Kadhimi por parte de algunos líderes políticos como el ex primer ministro Nuri al-Maliki, chiita, y el presidente del Parlamento, Mohamed al-Halbousi, sunní, se debe a su percepción de esta como una “revolución blanda” contra ellos que los deja en mala postura ante los votantes y les hará perder toda la influencia que han acumulado hasta el momento.

El presidente del centro indica que para los kurdos la decisión del primer ministro no tiene importancia, ya que los partidos kurdos en Irak poseen unas bases de votantes fijas que en cualquier situación logran que sus representantes entren en el Parlamento.

Sin embargo, Shammari dice que a los kurdos les preocupa el nuevo panorama que se formará en el Parlamento federal en la capital Bagdad tras las elecciones.

Shammari sostiene que las elecciones prematuras no cambiarán el régimen político establecido en el país desde 2003, pero insiste en que estas castigarán de forma dura a los grupos y partidos chiitas cercanos a Irán y menguarán su influencia en el escenario político.

“Aun así, estos (grupos y partidos) buscarán privilegios usando las armas. Unas elecciones anticipadas diagnosticarán los errores de las partes políticas cercanas a Irán. (Los nuevos grupos políticos que emerjan hasta las elecciones) tienen como objetivo romper la influencia de Irán y librar al país de ser un teatro de conflictos”, agrega Shammari.

Por su parte, Ali Mumtaz, uno de los líderes de las manifestaciones multitudinarias que comenzaron en Bagdad en octubre del año pasado en contra de la corrupción en el Gobierno, ve poco probables unas elecciones anticipadas.

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Como condiciones para aceptar los resultados de unas elecciones generales, Mumtaz pone como condición generar el ambiente necesario para unas elecciones que den lugar a un Gobierno duradero y no transicional, no formar coaliciones con los partidos involucrados en casos de corrupción a partir de 2003, abandonar la clasificación de la gente según las sectas religiosas y las clases sociales a las que pertenecen, la creación de una identidad nacional inclusiva, no politizar las manifestaciones y deshacer la percepción de que el Gobierno actúa con el apoyo de Estados Unidos.

“Se pueden formar coaliciones con grupos y corrientes políticas con experiencia en la política del país que se salgan fuera de los grupos políticos tradicionales. Nosotros esperamos que el mapa político lo dibujen las partes que nazcan de las manifestaciones populares masivas”, cuenta Mumtaz.

Desde principios de octubre de 2019, la nación fue sacudida por una serie de masivas manifestaciones contra las malas condiciones de vida y la corrupción, lo que obligó al primer ministro, Adil Abdul-Mahdi, a renunciar.

A pesar de la caída del Gobierno de Abdul-Mahdi, Irak todavía registra protestas masivas para presionar al Gobierno de Kadhimi para que cumpla con sus compromisos, mejore los servicios públicos, ponga fin a la corrupción y enjuicie a los involucrados en el asesinato de manifestantes.

*Traducido por Daniel Gallego.