La inflación de la eurozona seguirá siendo "indeseablemente alta" durante algún tiempo debido a la continua presión de los precios de la energía y los alimentos, advirtió este jueves 21 de julio la directora del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

El Banco subió las tasas por primera vez en más de una década luego de que la inflación de la eurozona alcanzara su nivel más alto jamás registrado.

El BCE decidió subir los tres tipos de interés clave en 50 puntos básicos, una cifra mayor a la esperada, dado que la inflación anual de la eurozona se disparó hasta el 8,6 % en junio, muy por encima del objetivo de inflación del 2 % del BCE.

"La actividad económica se está desacelerando. La agresión injustificada de Rusia hacia Ucrania es un obstáculo continuo para el crecimiento", aseguró Lagarde en una conferencia de prensa luego de la reunión de política monetaria.

La directora del BCE aseveró que el impacto de la alta inflación en el poder adquisitivo, las continuas restricciones de suministro y una mayor incertidumbre están teniendo un efecto en la economía.

Advirtió que las compañías continúan enfrentando mayores costos e interrupciones en sus cadenas de suministro.

"Aunque hay señales tentativas de que algunos de los atascos en el suministro se están aliviando, en su conjunto, estos factores están nublando significativamente las perspectivas para la segunda mitad de 2022 y más adelante", manifestó Lagarde.

Ver también: El Banco Central de Türkiye mantiene su tasa de interés en el 14%

Subrayó, a su vez, que la guerra también puede debilitar aún más la confianza y agravar las limitaciones de la oferta, mientras que los costos de la energía y los alimentos podrían permanecer persistentemente más altos de lo esperado. 

"Una desaceleración más rápida del crecimiento mundial también supondría un riesgo para las perspectivas de la eurozona", recalcó la funcionaria del BCE.

 *Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.