Mundo, Economía

La complicada relación económica entre EEUU y China para 2020

Décadas de intercambios comerciales que han convertido a China en el gigante económico que es hoy podrían desmoronarse si Trump es reelecto el próximo año.

Vakkas Doğantekin  | 01.01.2020 - Actualızacıón : 01.01.2020
La complicada relación económica entre EEUU y China para 2020 Bandera de Estados Unidos y China. (Archivo - Agencia Anadolu).

ANKARA

Por: Vakkas Dogantekin

Las dos economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, han estado envueltos en una guerra comercial y arancelaria iniciada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien acusa al país asiático de robar la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y de crecer exponencialmente a expensas de los intereses nacionales.

Trump y sus antiguos asesores, entre ellos Steve Bannon, un antiguo aliado de alto nivel, quien se considera un personaje importante en el triunfo del presidente en las elecciones de 2016, designaron a China como el principal rival del país desde el comienzo de la campaña electoral.

Trump ha acusado a algunas corporaciones estadounidenses de contribuir a las tendencias de desindustrialización de Estados Unidos al transferir instalaciones de producción a China durante décadas, impulsando la economía del gigante de Asia Oriental.

La guerra de tarifas entre las dos potencias del comercio internacional, que cumplen su decimoséptimo mes, ha generado afectaciones en los mercados globales.

Las presunciones erróneas de Trump

La administración Trump asumió erróneamente que Estados Unidos tenía una mayor ventaja que China y daba por sentado una rápida victoria comercial. Pero no fue así.

Trump, en su "gran e incomparable sabiduría", pensó que las guerras comerciales son fáciles de ganar y que China no tomaría represalias en un momento en que el mercado estadounidense es el más grande y lucrativo. Para su asombro, no sólo China sino también otros, incluso aliados tradicionales, han tomado represalias comerciales contra Estados Unidos.

Trump también asumió que los aranceles estadounidenses sobre China allanarían el camino para que las empresas estadounidenses reubicaran sus cadenas de suministro de vuelta a los EEUU, lo que tampoco ocurrió. La mayoría de las compañías protestaron contra Trump a favor de China o trasladaron sus manufacturas a otros países asequibles en sudeste asiático.

Por último, no menos importante, el presidente de Estados Unidos aseguró en mayo que los "grandes agricultores patriotas del país serán uno de los mayores beneficiarios" de sus políticas comerciales contra China. Sin embargo, los agricultores fueron devastados y las bancarrotas agrícolas en septiembre aumentaron en un 24%, en medio de un año turbulento de guerra comercial, según datos de la Federación de la Oficina Agrícola Americana - la organización agrícola general más grande de la nación.

Cuando las realidades de la guerra comercial golpearon a los agricultores estadounidenses en los estados Republicanos, justo antes de las elecciones del 2020, Trump y sus ayudantes buscaron maneras de retrasar, pausar o cancelar más sanciones contra los compradores chinos que mantenían las granjas agrícolas americanas en el negocio.

Además, la administración tuvo que proporcionar USD 28.000 millones en ayuda federal a los agricultores para evitar que los estados agrícolas tradicionalmente republicanos votaran Demócrata antes de la elección presidencial del próximo noviembre.


El acuerdo con China

Después de meses de negociaciones entre las delegaciones comerciales, Estados Unidos y China han acordado iniciar la "fase uno" de un pacto comercial que había sido buscado desde hace tiempo y que pondría fin a su guerra comercial bilateral.

El acuerdo actual, que aún no ha sido finalizado sobre el papel, cubre la propiedad intelectual, los servicios financieros y el compromiso de China de comprar hasta USD 50.000 millones en productos agrícolas estadounidenses.

Antes de Navidad, Trump dijo a los periodistas en Florida que "en última instancia" tendría una ceremonia de firma con el presidente chino Xi Jinping.

El representante de comercio de EEUU, Robert Lighthizer, a principios de diciembre, señaló que se espera que la fase uno del acuerdo comercial se firme "en la primera semana de enero", sin embargo, los funcionarios chinos no han confirmado ninguna fecha de firma, ni ninguna reunión entre los líderes de los países, según afirmó el diario South China Morning Post.

Los medios estatales chinos hasta ahora sólo confirmaron que se había acordado un acuerdo interino el 13 de diciembre con Estados Unidos en principio, dos días antes de la fecha límite para los aranceles adicionales de Estados Unidos, pero añadieron que el texto necesita un estudio más profundo.

No es de extrañar que la parte china esté tratando de maximizar sus ganancias aprovechando el proceso de destitución, o 'impeachment', liderado por los Demócratas contra el presidente Trump, quien ahora es más débil en las negociaciones de política exterior global bajo la presión política interna.


Línea de tiempo de la guerra comercial entre China y Estados Unidos

A principios de julio de 2018, Estados Unidos impuso aranceles del 25% de unos USD 34.000 millones de importaciones de China, medida que igualó el gigante asiático imponiendo aranceles del 25% a 545 bienes originarios de Estados Unidos avaluados en USD 34.000 millones.

Washington aumentó las tensiones con otro 35% de aranceles sobre bienes chinos por otros USD 16.000 millones al siguiente mes.

China respondió de inmediato con una medida igual. A finales de septiembre de 2018, Estados Unidos anunció un 10% de impuestos a importaciones chinas por USD 200.000 millones, y China respondió imponiendo aranceles a bienes estadounidenses por USD 60.000 millones.

El 1 de diciembre de 2018, Trump y Jinping acordaron una tregua temporal durante la cumbre del G20 en Argentina, y suspendieron de manera mutua un impuesto previsto para el 1 de enero de este año.

Aliviando aún más la tensión a mediados de diciembre de 2018, China suspende los aranceles a los automóviles y autopartes de Estados Unidos durante tres meses a partir del 1 de enero, y reanuda su compra de soya, dando un suspiro de alivio a los agricultores estadounidenses.

Pero las negociaciones comerciales se rompen a principios de mayo de 2019 y Estados Unidos aumenta los aranceles sobre productos chinos por valor de USD 200.000 millones del 10% al 25%, a lo que China nuevamente no pierde tiempo para responder con aranceles elevados sobre productos por valor de USD 60.000 millones a partir del 1 de junio.

A mediados de mayo de 2019, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que el gigante chino de telecomunicaciones Huawei se agregaría a su “lista de entidades”, lo que efectivamente prohibió a las empresas estadounidenses hacer negocios con la empresa sin aprobación. En respuesta, China anuncia que presentará una lista propia y aumentará los aranceles sobre productos por valor de USD 60.000 millones.

A finales de junio, los dos mandatarios decidieron, una vez más, aliviar las tensiones en la cumbre del G20 en Japón. Estados Unidos retrasó la imposición de más aranceles y se aligeraron las restricciones contra Huawei.

Las negociaciones intermitentes se paralizan a principios de agosto, cuando Trump anuncia planes para imponer un arancel del 10% sobre productos chinos por valor de USD 300.000 millones a partir del 1 de septiembre y designó a China como un “manipulador de divisas” el 5 de agosto.

Una semana después, Trump cambia de opinión y anuncia que el impuesto planificado para muchos de los productos chinos de USD 300.000 millones se ha retrasado o eliminado y los impuestos del 10% sobre productos de USD 155.000 millones, incluidos teléfonos, computadoras portátiles y videojuegos las consolas se retrasarán hasta el 15 de diciembre.

En septiembre, entraron en vigor los aranceles de Estados Unidos por más de USD 125.000 millones a productos chinos, como se esperaba.

Después de que China anunció que disminuiría los impuestos a ciertos productos estadounidenses, Trump respondió de manera positiva y acordó retrasar nuevos aranceles por un valor de USD 250.000 a productos chinos entre el 1 al 15 de octubre como un acto de buena voluntad para conmemorar el 70 aniversario de la República Popular China.

A principios de septiembre, China dijo que mantendría a la soya estadounidense, la carne de cerdo y otros productos agrícolas fuera de los aranceles adicionales de la guerra comercial.

Después de las negociaciones a principios de octubre, Estados Unidos anunció que retrasará un aumento arancelario planificado del 25-30% sobre los productos chinos de USD 250.000 millones con vencimiento el 15 de octubre.

El 13 de diciembre, China y Estados Unidos finalmente llegaron a un acuerdo comercial de fase inicial días antes de que se estableciera un arancel del 15% sobre casi USD 160.000 millones en productos chinos.

La administración Trump también acuerda reducir los aranceles sobre los USD 120.000 millones de productos chinos recaudados en septiembre.

En devolución del favor, China también suspende los aranceles sobre los productos estadounidenses que entrarán en vigencia el 15 de diciembre.

Trump anunció el martes, el último día de 2019, que firmará el “amplio y completo Acuerdo Comercial de Fase Uno con China el 15 de enero”.

“La ceremonia tendrá lugar en la Casa Blanca. Representantes de alto nivel de China estarán presentes. En una fecha posterior, iré a Pekín, donde comenzarán las conversaciones sobre la Fase Dos”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

*El autor es la principal corresponsal en funciones de la oficina de las Américas del servicio de inglés de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Daniela Mendoza.

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.