Richard Carapaz, el pedalista que llevó a Ecuador a la cumbre del ciclismo mundial

Por: Sergio García Hernández

"Mijines" es la expresión con la que el ciclista ecuatoriano Richard Carapaz llama a los amigos y competidores con quienes se bate en duelos rueda a rueda en las mejores rutas del mundo.

La tradicional palabra que se usa en Ecuador como sinónimo de amistad se ha vuelto popular entre los pedalistas más reconocidos del planeta. El ciclismo ha conocido el significado de "mijín" por Carapaz, al igual que los nombres de corredores como Jhonatan Narváez, Jonathan Caicedo y Alexander Cepeda.

Carapaz se ha convertido en el hombre que le ha abierto las puertas del ciclismo de alto nivel a los ecuatorianos, quienes en los últimos años han llegado a competencias que parecían solo reservadas para británicos, eslovenos, españoles y colombianos.

El ciclista ecuatoriano, que se encuentra entre los líderes de la Vuelta a España de este año, le ha dado a su país no solo la oportunidad de disfrutar sus triunfos sino de los de una generación de jóvenes corredores.

La capacidad de abrirse espacio en sitios que parecían reservados para otros ha sido una de las características de Carapaz desde niño. Las puertas se le abren sin soberbia ni enojo, pues siempre se lo ve con una sonrisa y palabras de aliento, incluso para sus más férreos contrincantes.

“Confirmen mijines… hoy vivimos una bonita batalla! Cuando de duelos se trata, cada uno saca su mejor arma! Grande Primoz Roglic”, escribió hace tan solo unos días en sus redes sociales, luego de un intenso ascenso en la Vuelta a España.

Otro suceso que retrata su forma de entender la competencia se vio reflejado en el pasado Tour de Francia cuando en la etapa 18 decidió cederle el triunfo a su compañero de equipo, Michał Kwiatkowski, para reconocerle el sacrificio que como gregario había hecho para el equipo Ineos Grenadiers, al que pertenece desde este año.

“El ciclismo es un deporte de equipo y ganar así es muy especial. Kwiatkowski ha sacrificado muchos triunfos individuales para el equipo y estoy muy emocionado por él”, relató Carapaz luego de la victoria de su compañero, sin importarle que nunca él mismo ha ganado una etapa en el Tour.

Tal vez es su forma de asumir el ciclismo lo que le ha abierto puertas en las mejores competencias del planeta. Asistió al Giro de Italia de 2018 como una apuesta del equipo Movistar para sorprender ante la ausencia de sus ciclistas referentes de la época, como el colombiano Nairo Quintana y los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa.

La sorpresa se dio con el cuarto lugar que Carapaz consiguió en la clasificación general del Giro contra todo pronóstico. Era su segunda gran vuelta en su carrera en la que, hasta ese momento, su mayor triunfo era haber ganado la Vuelta a Asturias, donde por primera vez un ecuatoriano logró una victoria en una competencia europea destacada de la Unión Ciclista Internacional.

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“Me habían dicho: el año que viene te daremos una chance en el Giro de Italia, y "chuta", eso fue una motivación extra para mí”, dice Carapaz en un documental del equipo Movistar sobre su experiencia en el país europeo en 2018.

Durante el Giro de 2018, Carapaz obtuvo otro triunfo sin precedentes en la historia de Ecuador al ganar por primera vez una etapa en una de las tres grandes vueltas del ciclismo (Giro de Italia, Vuelta a España y Tour de Francia).

El 2019 llegó con la confirmación de que sería el líder de Movistar junto a Mikel Landa para el Giro de Italia. El ecuatoriano ganó la cuarta etapa y luego de una contrarreloj quedó mejor ubicado en la clasificación general que el español, lo que le permitió reclamar el apoyo de sus compañeros para que fuera él quien le disputara el título al esloveno Primoz Roglic.

El equipo decidió darle su apoyo, lo que se tradujo pronto en el título en la competencia y otra victoria en una etapa. Fue un momento histórico. Por primera vez un ecuatoriano ganaba una grande del ciclismo.

Los logros de Carapaz continuaron con una victoria de etapa en el Tour de Polonia este año y su debut en el Tour de Francia, donde lució en algunas etapas la camiseta al mejor de la montaña, la cual finalmente le arrebató el esloveno Tadej Pogacar.

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En la Vuelta a España de este año, Carapaz podría volver a hacer historia si gana o queda en el pódium; cualquiera de las dos posibilidades sería el segundo mejor resultado de su carrera luego de su triunfo en el Giro.

A los triunfos de Carapaz se suman para Ecuador los de Jhonatan Narváez y Jonathan Caicedo, quienes ganaron, cada uno, una etapa en el giro de Italia de este año.

Narváez fue, además, ganador de la carrera Settimana Coppi e Bartali en Italia. Alexander Cepeda, entre tanto, hizo su debut este año en el Giro a Italia y con solo 22 años se proyecta como otro de los grandes ciclistas ecuatorianos.

Esa generación dorada no hubiese sido posible sin Carapaz, quien alguna vez confesó: “Yo tenía más aspiraciones en la vida, y se me abrieron las puertas cuando empecé con el deporte”.

“Dije: ahora tengo que comerme el mundo con la bici y voy a darle hasta que se desgaste el pavimento”, afirma el ecuatoriano sobre sus inicios en Ecuador, en el corazón de la provincia del Carchi, donde escalaba las tierras donde vive su familia, de origen campesino, a más de 3.000 metros de altura.

Carapaz, de 27 años, si bien podría darle a Ecuador su segundo triunfo en una gran vuelta ya le ha dado a su país un lugar entre las naciones con más potencial del ciclismo mundial.