El accidente de helicóptero que causó la muerte de la leyenda del baloncesto Kobe Bryant, su hija y otras siete personas el año pasado probablemente fue causado por su piloto, dijo el martes la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos.

Un helicóptero Sikorsky S-76B que transportaba a la superestrella retirada de la NBA, su hija Gianna de 13 años, otros seis pasajeros y el piloto Ara Zobayan se estrelló en la ciudad de Calabasas en California, a unas 30 millas (48 kilómetros) al noroeste de Los Ángeles el 26 de enero del año pasado.

Otros pasajeros que perdieron la vida fueron el entrenador de béisbol de Orange Coast College, John Altobelli, su esposa Keri y su hija Alyssa; Christina Mauser, quien ayudó a Bryant a entrenar al equipo de baloncesto de su hija; y Sarah Chester y su hija Payton.

Zobayan, que tenía 10 años de experiencia volando en el área, trató de escalar bruscamente una montaña entre nubes antes de inclinarse repentinamente y se precipitó hacia la ladera, según el informe de la NTSB.

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El reporte señaló que no había signos iniciales de falla mecánica en el helicóptero, pero un funcionario de la NTSB agregó que el piloto podría haber tenido presión para completar el viaje a pesar de las condiciones climáticas debido a su relación con Bryant, con quien voló durante años.

“El piloto se enorgullecía de estas posiciones... Tenían una buena relación con el cliente y probablemente no quisieron decepcionarlos al no completar el vuelo. Esta presión autoinducida puede afectar negativamente la toma de decisiones y el juicio del piloto”, dijo un funcionario de la NTSB.

Si bien la NTSB dijo que el piloto perdió la vista en las nubes, agregó que había “distracciones operativas de su tarea principal de monitorear los instrumentos de vuelo” en su nombre, llamándolo “desorientación espacial”.

“La disidencia y la aceleración resultantes llevaron al piloto a experimentar una ilusión gráfica sumativa en la que percibiría incorrectamente que el helicóptero estaba subiendo cuando descendía”, dijo la NTSB.

“El helicóptero continuó con esta profunda disidencia: el piloto no estaba haciendo referencia a los instrumentos ni tenía dificultades para interpretarlos o creerlos debido a las convincentes ilusiones vestibulares y no recuperó con éxito el helicóptero”, agregó.

La viuda de Bryant, Bryant, culpó al piloto, mientras que las familias de otras víctimas dijeron que la compañía operadora del helicóptero tenía la culpa. Island Express Helicopters, sin embargo, negó su responsabilidad en el accidente y dijo que fue “un acto de Dios”.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.