Por: Santiago Serna Duque 

En el marco de la crisis sanitaria y económica generada por el coronavirus (COVID-19), la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) presentarán este lunes un protocolo médico ante el Gobierno con el que esperan se autorice la reanudación de la liga profesional a puerta cerrada. 

El documento de 100 páginas, elaborado en las últimas tres semanas, detalla cómo se transportarían los jugadores hacia los entrenamientos y estadios; las reglas de sanidad que se adoptarían en los camerinos, hoteles, buses y aviones; define los controles para los cuerpos técnicos y el personal de logística en las canchas; y habla de un esquema de pruebas realizadas en asocio con laboratorios privados para garantizar la plenitud física de los miembros de los equipos. 

El presidente de la FCF, Ramón Jesurún, reiteró que “dicho protocolo le será entregado al Gobierno Nacional y a los clubes profesionales para su análisis, gestión y consideración”. 

Así las cosas, los dirigentes del fútbol pretenden que la administración de Iván Duque dé el visto bueno para reactivar una industria paralizada que en 2018, por ejemplo, generó ganancias para los clubes de COP 619 mil millones (USD 156 millones), según datos de la Superintendencia de Sociedades. 

De no reanudarse el campeonato, la Dimayor calcula que en un periodo de tres meses los equipos ajustarían pérdidas cercanas a los COP 80 mil millones (USD 20 millones) y no tendrían presupuesto para pagar los altos salarios de los jugadores. 

En Colombia, de acuerdo a la Superintendencia de Sociedades, los cuatro grandes rubros que producen los mayores ingresos para los clubes son: los derechos de televisión recibidos de la Dimayor (20,4%), la venta de derechos deportivos (19,7%), boletería (17,8%) y los patrocinios o publicidad (16,7%). El informe subrayó que tan solo por concepto de venta de derechos deportivos, en 2018 se registró una entrada de casi COP 112 mil millones (USD 28 millones). 

Todos estos números se desplomaron tras la aparición del COVID-19 en el país.

En este plano, el presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, le hizo un llamado al Gobierno para que apruebe unas “políticas de salvamento que ayuden a sobrellevar las dificultades económicas” de muchas instituciones que podrían entrar en quiebra. 

“No estamos pidiendo plata, no sería lógico ni coherente, el país tiene otras necesidades. Estamos pidiendo políticas, no excepcionales, sino de las que ya fueron trazadas por el Gobierno. Nosotros somos del sector de la recreación, como también lo son la hotelería, el turismo y la aviación, y al igual que ellos, tuvimos que parar del todo”, dijo Vélez en una entrevista con El Tiempo. 

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos realizados por la Dimayor, los equipos y la Federación, la posibilidad de que el campeonato regrese a puerta cerrada es baja.

Así lo manifestó el presidente Duque la semana pasada en una entrevista con Radio Magdalena. “No vamos a regresar a los estadios en un tiempo largo. Tenemos que prepararnos psicológicamente para eso, porque no es que el 27 de abril (final de la cuarentena), volvamos a los estadios, a los parques, a las fiestas, no”. 

Algo con lo que concuerda Zach Binne, epidemiólogo de la Universidad de Emory, quien le dijo al diario The Times: “Como científico, odio decir que estoy al 100% seguro de algo, pero estoy más cerca del 100% que nunca al decir que no podemos volver a llenar los estadios hasta que tengamos una vacuna. Punto". 

“El fútbol es un deporte de mucho contacto, sudoración y mucha emisión de saliva. No hay una distancia de dos metros. Tendrían que encerrar a todos en una villa y que todo el cuerpo médico, auxiliares, árbitros... que nadie tenga que salir para evitar el virus”, puntualizó el jefe de Estado. 

Pese a que las palabras de Duque parecen enterrar todo chance de reiniciar el torneo, hay periodistas deportivos en Colombia que no ven la puerta del todo cerrada. Y más si se tiene en cuenta que en el mundo cinco países todavía permiten el desarrollo de sus ligas profesionales: Nicaragua, Bielorrusia, Burundi Tayikistán y Turkmenistán.

El periodista Eduardo Luis López, de Win Sports (única cadena autorizada para televisar los partidos de la liga), señaló que “jugar a puerta cerrada es una gran posibilidad y me parece una necesidad. Uno debe entender que la prioridad es la salud, pero creo que con un protocolo correcto -como el que plantea la Dimayor- se pueden hacer los partidos bajo unos estándares en los que se corra la menor cantidad de riesgos posibles y con reglas aprobadas por los expertos”.

Leandro Félix Hernández, médico cirujano de la Universidad de Caldas, añadió que “una de las posibles soluciones sería realizar pruebas a los jugadores, cuerpo técnico y a las personas que prestan el servicio logístico en el estadio, pero es imposible garantizar 100% que una persona no se contagiará. El riesgo siempre existirá, lo único que limita la posibilidad de infectarse es el aislamiento”.

Un aislamiento total de los jugadores que, por ahora, el protocolo de la Dimayor no contempla. 

En la otra orilla, el periodista deportivo Mario César Otálvaro cree que en días de coronavirus el campeonato no debería continuar. 

"Mientras no se autoricen reuniones masivas de público, imposible hacer fútbol. Yo creo que esa será la respuesta del Gobierno ante la Dimayor. El Gobierno tendrá ese protocolo como un documento, pero no creo que el mismo pueda operar", afirmó Otálvaro, quien agregó que "estamos en un problema muy grave en el planeta para estar pensando en fútbol. Las cosas dan tiempo y llegó el momento de aguantar un poquito con este deporte". 

Entre tantos escenarios, varios clubes especulan sobre la posibilidad de utilizar una sola sede a nivel nacional para jugar una especie de ‘mundialito’ y definir a los finalistas y posterior campeón.

De hecho, la iniciativa de concluir diferentes competencias deportivas en una sola ciudad se ha esbozado en importantes torneos de fútbol como la Premier League de Inglaterra o en la NBA, la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos.

“Creo que es una de las muchas ideas que tienen los clubes en la Dimayor para desarrollar el campeonato -remarcó López-. Me parece una buena idea, pero no estoy seguro de que sea la mejor forma de hacerlo porque existe la posibilidad de que mucha gente se reúna en la cancha”.

Por su parte, Mario César Otálvaro concluyó que este es otro “grito de desesperanza” para revivir cuanto antes la liga. “El fútbol es un deporte de contacto y mientras no se encuentre una solución para contener la enfermedad, no habrá torneo. Es lamentable para los que trabajamos alrededor de esta industria, pero es la realidad".