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Fútbol brasileño: entre la salud financiera de los clubes y la de sus futbolistas

A pesar del número creciente de víctimas por coronavirus en el país y de jugadores que han dado positivos en los test, se discute la reactivación de los torneos profesionales y los clubes más importantes recortan salarios.

Federico Cornali  | 07.05.2020 - Actualızacıón : 10.05.2020
Fútbol brasileño: entre la salud financiera de los clubes y la de sus futbolistas Entrenamiento del club de fútbol brasilero Internacional de Porto Alegre, que regresó a los entrenamientos en la primera semana de mayo de 2020, en medio de la pandemia del coronavirus. A los jugadores se les realizan permanentes controles de temperatura. (Prensa Internacional PA)

Sao Paulo

Por: Federico Cornali

Con casi 130 mil casos confirmados y más de 8.500 muertos, la crisis por el coronavirus parece lejos de ser un asunto resuelto en Brasil. Sin embargo, algunas de las plantillas más importantes del fútbol profesional ya retornaron a los entrenamientos o planean cómo hacerlo en los próximos días.

En medio de todo eso, existe una puja entre la salud financiera de los clubes y los temores de los futbolistas, que exigen garantías para reincorporarse, por temor a contagiarse con el coronavirus.

Mientras los equipos gaúchos, Internacional y Gremio, ambos de Porto Alegre, en el sur brasileño, ya regresaron a los entrenamientos realizando test de temperatura corporal -entre otras medidas-, la realidad que viven sus colegas un poco más al norte es diferente.

La discusión por el recorte en los salarios de los futbolistas tuvo su pico de estrés en Río de Janeiro. Flamengo, último campeón nacional y vencedor de la Copa Libertadores de América, era uno de los clubes que más presionaba para que se reanudaran las actividades.

A diferencia de otras instituciones, la dirigencia rojinegra decidió, a mediados de abril -cuando nadie se atrevía a hablar sobre un retorno a las actividades-, mantener el salario de las estrellas del primer equipo.

En contrapartida, durante la última semana del mes despidió al 6% de sus colaboradores. Además, en las últimas horas el club divulgó que entre los 293 exámenes realizados a los jugadores y colaboradores del departamento de fútbol, 38 dieron positivo, lo que representa un 13% del total.

Entre los 38 casos positivos, tres corresponden a futbolistas del plantel profesional, aunque sus nombres no fueron revelados.

Otro golpe para la dirigencia de Flamengo en su intención de reanudar la competencia en medio de la pandemia fue la muerte por COVID-19 del masajista Jorge Luiz Domingos, de 68 años, la cual terminó de alterar los planes.

Jorginho, como lo conocían, era el empleado más antiguo del fútbol profesional de Flamengo, con más de 40 años de servicio en el club.

A partir de allí, algunos jugadores del equipo profesional entablaron conversaciones con los dirigentes.

El acuerdo al que llegaron ambas partes fue una reducción salarial del 25% para todo el elenco del fútbol mayor, además de la suspensión del pago por derecho de imágenes, otra variante importante en el haber de los atletas.

El acuerdo se mantendrá durante mayo y junio. En julio, dirigentes y jugadores volverán a reunirse para analizar la situación.

Según comunicaron desde el club carioca, el recorte en los altos salarios del plantel profesional servirá para “pagar los derechos laborales de los empleados despedidos y para evitar nuevos cortes”.

“Las medidas tomadas últimamente, (la más triste, despedir al 6% de nuestra planta de empleados) aliadas a este acuerdo con los jugadores, ayudarán al club para compensar a quienes fueron desvinculados y evitar que haya más despidos, además de mantener los pagos al día de otros colaboradores y atletas”, expresó Flamengo en una nota oficial.

“La crisis económica que trajo esta pandemia es grave y nos afecta a todos. El Club de Regatas Flamengo, a pesar de su tamaño y su situación financiera equilibrada, no está inmune a ello”, agregó.

Sin tanto ruido como el campeón de América, otros grandes clubes de Brasil y del continente ya habían anunciado la reducción en los salarios de sus futbolistas.

También durante la última semana de abril, cuando Flamengo despedía al 6% de sus colaboradores, Corinthians y Palmeiras, ambos de Sao Paulo, anunciaban, en sincronía, sendas reducciones salariales del 25% en sus departamentos de fútbol profesional.

En el caso de Palmeiras, el acuerdo incluye los sueldos de mayo y junio de toda la plantilla, cuerpo técnico y departamentos administrativos.

“Vivimos un momento de crisis de grandes proporciones y hasta los clubes más poderosos de Brasil debemos adaptarnos a eso”, explica Mauricio Galiotte, presidente de Palmeiras.

Algunos futbolistas referentes del plantel, como el atacante Dudú, el volante defensivo Felipe Melo y el centrocampista ofensivo Bruno Henrique mostraron su apoyo a la medida. “Esta decisión democrática es nuestra forma de colaborar con el club y pasar este momento de la mejor forma posible”, dijo el experimentado entrenador Vanderlei Luxemburgo.

Por su parte, Corinthians anunció que la readecuación aplicará para el mes de mayo. Horas antes, el club había recortado el salario de los empleados que están trabajando desde sus hogares en un 50% y de aquellos que se encuentran inactivos en 70%.

Al momento de la paralización por la crisis del coronavirus, Palmeiras y Corinthians, clásicos rivales, disputaban el Campeonato Paulista, que fue suspendido el 16 de marzo. El Campeonato Brasileño, más conocido como Brasileirao, aún no tiene fecha de inicio programada.

Ver también: El Maracaná y otros templos del fútbol brasileño que se convertirán en hospitales por el coronavirus

En la misma metrópolis, el Sao Paulo Futebol Clube se había adelantado a sus vecinos en este tipo de medidas. A mediados de marzo decidió suspender el pago por derechos de imágenes de sus futbolistas profesionales, que llega a ser equivalente, en algunos casos, al 40% del total de los haberes.

En el litoral paulista, Santos también llegó a un acuerdo similar. Pero antes hubo negociaciones agitadas entre las partes. En principio, la dirigencia quería cortar el salario de sus jugadores al 50%, pero estos hicieron una contrapropuesta por el 15%. Al final, resolvieron dejarlo en 30%.

También en el estado de Paraná, los dos grandes del estado, Coritiba y Athletico Paranaense, acordaron la reducción de un 25% en su departamento de fútbol profesional.

En Río de Janeiro, a la situación de Flamengo se le suman las polémicas decisiones de Botafogo, que decidió despedir a más de 40 empleados y aún no analiza siquiera la posibilidad de recortar los sueldos de sus futbolistas profesionales.

A la espera de una definición por parte de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), las federaciones estatales y el Ministerio de Salud, quienes trabajan en conjunto para analizar el regreso a la actividad, algunos equipos ya comenzaron a entrenar de forma virtual.

Bahía, Botafogo, Bragantino, Curitiba y Fluminense, todos de la primera división, ya adaptaron sus entrenamientos a distancia para poner en movimiento a sus jugadores.

Contrario a lo que se puede pensar, el ministerio de Salud parece tener un interés similar al de los clubes en reactivar las competencias. Tal es así que en las últimas horas ese gabinete envió una carta a los clubes y a la CBF manifestándose a favor de la vuelta del fútbol.

En ese documento, el ministerio de Salud brasileño destaca que esos partidos, sin la presencia de los hinchas, pero con transmisión por televisión, ayudarían a disminuir el flujo de personas en las calles, aumentando el índice de aislamiento social.

Sin embargo, también aclaran que dependerá de cada secretaría de salud estatal definir las actividades deportivas que las respectivas federaciones podrán llevar a cabo.

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