Periodista internacional dice que las redes sociales fomentan el terrorismo de extrema derecha

Por: Aicha Sandoval

Las redes sociales ayudan al crecimiento del extremismo de la ultraderecha alrededor del mundo y han sido "irresponsables al punto de la criminalidad" al no involucrarse en el tema, afirmó Haroon Siddiqui, periodista, columnista y editor emérito de la página editorial del diario The Star de Toronto, durante el Foro Mundial TRT 2019 que se desarrolló en Estambul.

En la sesión de discusión, “la amenaza del extremismo de la ultraderecha” en el Foro, Sidiqqui indicó que “Facebook, Messenger y WhatsApp tienen 5 millones de usuarios al mes; YouTube tiene 5.6 mil millones de usuarios al mes; estos son números que la humanidad nunca había visto. Antes, si había una voz radical en algún lugar, se quedaba en el pueblo, en la ciudad o en la nación. Ahora, esa voz es transmitida a todo el mundo”. 

Según el editor de The Star, cada uno de los terroristas supremacistas blancos que asesinan toman de ejemplo el uno al otro y son radicalizados por las redes sociales.

“Las redes sociales, especialmente las compañías estadounidenses, han sido irresponsables al punto de la criminalidad, ellos dicen “eso no tiene que ver con nosotros”, “nosotros solo proveemos contenido, no hacemos contenido”, “es libertad de expresión, “no estamos en el negocio de la censura”.

Estas son solo excusas, afirma el periodista indo-canadiense, ya que estas personas son las que de hecho han estado en el negocio de la censura.

"Han cooperado con agencias de inteligencia y han cooperado con las autoridades de los Estados para ganar acceso a esos mercados. Ellos mienten. Lo que no quieren es invertir dinero en editores y verificadores de hechos como lo hacen los periódicos, las cadenas de televisión y medios de comunicación responsables para asegurar que no se cruza la línea de la violencia y otras cosas”, asegura Siddiqui.

Al subrayar que el problema de la radicalización del discurso público surgió debido a que los países europeos y de EEUU se mantuvieron callados por años frente al tema hasta que la situación se salió de control, Siddiqui dijo que con la llegada de las redes sociales las facciones radicales pasaron a ser radicales extremistas, personas que toman un arma y matan.

Siddiqui dijo que las voces de la extrema derecha han tomado casi por completo el control de las redes sociales y las usan mejor que cualquier organización de izquierda o liberal del mundo.

“Las pequeñas democracias no están defendiendo sus propios principios de liberalismo, multiculturalismo, diversidad, tolerancia, pluralismo”, subrayó Siddiqui.

“Solíamos decir 'las palabras no matan'. Si las palabras no matan, ¿qué paso con la estación de radio de Ruanda que causo el genocidio (en ese país)? Las palabras llevan a la violencia, asesinatos en masa y genocidios”, agregó.

Siddiqui también ilustró el tema con el ejemplo de lo que sucede contra la minoría musulmana en Birmania, al decir “la campaña de genocidio contra los rohinyá fue iniciada por los militares y los monjes en Facebook, no podemos pretender que esto no está pasando”.

“Si las corporaciones se comportan con irresponsabilidad, como Estado tenemos la opción de hacerlas responsables de su contenido. Alemania ya aprobó una ley que dice que si produces un contenido de odio y no lo eliminas, te encontraremos. Francia ha presentado una propuesta y Elizabeth Warren (precandidata presidencial y senadora de EEUU) tiene una propuesta. Por lo tanto, no podemos simplemente decir “estas personas crearon el problema, nosotros debemos solucionarlo”.

Siddiqui llamó la atención a que en las democracias todos los actos deben estar balanceados y que la libertad de expresión también debe serlo.

Por su parte, Megan Squire, profesora de informática e investigadora de la Universidad de Elon, EEUU, dijo que los terroristas de ultraderecha usan las plataformas sociales para esparcir sus ideas, crecer y reclutar gente de su misma ideología.

Ella dijo también que no se involucra en violencia únicamente la gente más extrema del "ultraderechismo", ya que también se reclutan personas no extremistas utilizando la Dark Web (red oscura) o grandes plataformas como Facebook, Twitter, YouTube, Telegram, Vmeo y plataformas más pequeñas.

“(La situación) es muy diferente a lo que era hace años antes de que las redes sociales fueran masificadas, cuando los manifiestos se difundían en papel, se hacían copias y tenía que haber un encuentro físico, cara a cara, para entregarlos. Ahora vemos que la propaganda puede extenderse mucho más rápido y mucho más efectivamente”, agregó Megan Squire.

“Entonces, el problema es qué hacer con la difusión en las redes sociales y cómo seguirla. Observamos que los actores abandonan un sistema y se pasan a otro. Uno de los desafíos es el cifrado y otro es contenidos sin censura o imposible de remover".

"Creo que la tecnología puede quitarnos nuestro poder para trazar la línea (de límite de la libertad de expresión). La tecnología se mueve a un punto en el que no podrá ser censurada. Tenemos tecnología para transmisión en vivo en el Blockchain como D-live, Entropy para remonetizar el contenido desmonetizado en YouTube, IPFS de la Dark Web que es un sistema de archivos distribuido. Estas son todas tecnologías que están en sus etapas iniciales ahora, pero los grupos extremistas ya las están usando para difundir propaganda, sobrevivir y permanecer activos incluso si son removidos de todas las plataformas", afirma Squire.

Por otro lado, Richard Balfe, miembro de la Cámara de los Lores del Parlamento del Reino Unido, dijo en la sesión de discusión que no se debe relacionar el terrorismo con la religión, ya que a pesar del término “terrorismo islámico” la gran mayoría de los musulmanes viven una vida buena y pacífica contribuyendo a la sociedad.

“El terrorismo no es nuevo, lo que es nuevo es la habilidad de comunicarse entre diferentes partes del mundo. Así que tenemos que buscar estrategias para combatir terrorismo, no la fe musulmana” dijo Balfe.

“Para esto hay que saber que en algunas ocasiones tienes que limitar las libertades de algunos para asegurar la libertad de las mayorías, su seguridad y la del Estado” agregó el legislador.

Balfe indicó que las facciones liberales no han querido reconciliarse con la necesidad ocasional de limitar la libertad personal en aras de la libertad de la comunidad.

Talip Kucukcan, profesor de Sociología en la Universidad de Mármara, Turquía, y miembro principal del Centro de Investigación Mundial TRT, destacó por su parte que hay una lectura selectiva sobre el terrorismo y que ha habido muy poca investigación sobre el extremismo de la ultraderecha y los supremacistas blancos, y también sobre las actividades terroristas en las que se involucran.

Kucukcan dijo que la ocupación de Afganistán e Irak se justificó con los atentados del 11 de septiembre: “La guerra contra el terrorismo se volvió casi equivalente a la guerra contra los musulmanes y el Islam. Hubo gente que quiso desasociar estos conceptos, pero desde la perspectiva general, hubo una lectura selectiva sobre el terrorismo. Esto es motivado por los principales medios de comunicación y el discurso político".

"La gran mayoría de musulmanes y la tradición islámica condenan cualquier terrorismo o violencia en el nombre del Islam, de hecho, en EEUU y algunos países europeos, la mayoría de la violencia es perpetrada por movimientos de extrema derecha, no por grupos motivados por la religión”.