La iglesia ortodoxa en Turquía celebró una misa con motivo de la asunción de la Virgen María a los cielos en el Monasterio de Sumela, en la provincia de Trabzon (Trapisonda), en el noreste de Turquía.

En 2010, las autoridades turcas permitieron por primera vez en 88 años realizar cultos a la iglesia ortodoxa en el Monasterio de Sumela. Desde entonces la iglesia ha celebrado siete misas.

La misa fue dirigida por el Metropolitano de Gelibolu (Galípoli), Stephanos Dinidis, y esta duró aproximadamente dos horas. Tras la misa, los participantes visitaron el Monasterio.

Luego del rito religioso, Dinidis dio las gracias al Señor por haberle permitido dirigir la misa de este año y trasmitió los saludos y oraciones de Bartolomé I (Demetrio Archondonis), el actual patriarca de Constantinopla, quien no pudo asistir al evento.

“Este monasterio histórico, construido en el siglo IV en honor de nuestra madre la Virgen María, elegida por el Señor por encima de todas las mujeres, respetada por los musulmanes y de la que se habla de buenas maneras en el Corán, pudo ser construido y preservado gracias a los esfuerzos sinceros de quienes creen en un solo creador, en un lugar con unas condiciones de naturaleza muy difíciles y pudo aguantar hasta nuestros días gracias al interés de los sultanes otomanos”, dijo Dinidis.

El metropolitano dio las gracias, en nombre del patriarcado, a todos quienes hicieron posible y participaron en las últimas restauraciones del Monasterio, especialmente al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

Así mismo, Dinidis se mostró agradecido a la administración turca por la libertad religiosa demostrada para con la iglesia ortodoxa y por permitir la misa de hoy.

Por último, Dinidis rezó por el fin de la pandemia de la COVID-19 y por la continuidad de la hermandad y la paz en Turquía.

Por su parte, el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) en Turquía, Christian Berger, dijo, en declaraciones a los periodistas, que Trapisonda es una ciudad de la que sentirse orgulloso por albergar a gente de diferentes creencias y grupos étnicos.

“Está muy bien que un lugar así se haya sido abierto al culto. (El monasterio) figura en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. La restauración ha quedado muy bien. La celebración de esta ceremonia es satisfactoria”, agregó Berger.

Uno de los centros de turismo religioso más importantes de Turquía se abrió parcialmente a los visitantes en mayo de 2019, después de más de tres años de esfuerzos de restauración, que comenzaron en febrero de 2016.

Ubicado en el distrito de Macka, el monasterio es un sitio de importancia histórica y cultural. Se incluyó en la lista temporal de sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco en 2000.

Reabrió para uso religioso el 15 de agosto de 2010 con el permiso del Ministerio de Cultura y Turismo, luego de 88 años.

El monasterio del acantilado, que ha llamado la atención tanto de locales como extranjeros, acoge a cientos de miles de turistas cada año.

Según la agencia de la ONU, su construcción habría comenzado en 385 d.C.

*Traducido por Daniel Gallego.