El 26 de enero de 2006, Hamas fue declarado oficialmente ganador de las elecciones del Consejo Legislativo Palestino (PLC) con más del 60% de los votos.

Un año después, una crisis política entre Hamas y Fatah provocó una división política entre ellos, lo que derivó en que el PLC sea inhabilitado y las elecciones nunca más se realicen.

Tras años de crisis políticas, la Comisión Electoral Central anunció su intención de celebrar elecciones legislativas en mayo de 2021. Sin embargo, el 29 de abril el presidente palestino, Mahmoud Abbas las pospuso hasta una fecha indefinida mostrando como motivo la imposibilidad de votación en Jerusalén debido a las restricciones israelíes. El aplazamiento resultó en la pérdida del rumbo del sistema político palestino.

"Hay una grave y profunda crisis interna. No solo porque se cancelaron las elecciones, sino porque puso fin a cualquier posibilidad de reconciliación entre Fatah y Hamas", dijo Mustafa Barghouthi, legislador del PLC, a la Agencia Anadolu.

Barghouthi culpó a la Autoridad Palestina (AP) por impedir la celebración de las elecciones y no aceptar los puntos de vista que pedían la celebración de elecciones en Jerusalén desafiando la ocupación israelí.

“La AP es responsable de este proceso y debe seleccionar una nueva fecha para él, especialmente porque todos los preparativos están listos. Tienen que dar este derecho a nuestro pueblo después de confiscarlo por 16 años, y las elecciones en Jerusalén no son un pretexto”, enfatizó.

Barghouthi, junto con otros políticos, sugirió un plan para celebrar elecciones en Jerusalén que fue aprobado por las demás facciones palestinas. El plan implicaba tratar la celebración de las elecciones como una resistencia popular contra la ocupación y las disposiciones de los Acuerdos de Oslo que, según los legisladores, son injustas para los habitantes de Jerusalén.

Destacó que la separación de los tres poderes tiene una falla importante, ya que el legislativo está congelado desde 2007 y el judicial carece de verdadera independencia. 

“Una de las caras de este dilema es que la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) ahora está bajo el control de la Autoridad Palestina”, señaló, y agregó que debería ser al revés: la OLP como un órgano político superior respaldado por la AP.

El legislador enfatizó que esta situación debilitó a los palestinos y los puso en el punto cero frente a Israel, que está tratando de convertir la relación con ellos en una relación económica y de seguridad.

“Israel ahora está ampliando sus planes de asentamientos y anexión, y esto nunca se detendrá hasta que la Autoridad Palestina decida cambiar sus políticas internamente”, agregó.

Por otra parte, diversos activistas de derecho palestinos creen que el aplazamiento de las elecciones se debe a la preocupación de la Autoridad Palestina de perder.

“Todos los datos apuntan a que la cancelación de las elecciones por parte de la Autoridad Palestina se debió al temor a los resultados. Estos resultados pueden conducir a la remoción de la clase que monopoliza el poder”, aseguró Ramy Abdu, director del Monitor de Derechos Humanos Euromediterráneo.

Abdu considera que la reciente escalada de violaciones de las agencias de seguridad palestinas contra los mismos palestinos tiene como objetivo formar un estado disuasivo, especialmente después del asesinato del activista político palestino Nizar Banat, uno de los candidatos a las elecciones.

“La comunidad internacional está cometiendo el crimen del silencio acerca de muchas violaciones como parte del juego de intereses y miedos, que son esencialmente ataques al derecho de los pueblos a elegir libre y democráticamente a sus representantes”, agregó Abdu.

“Más de la mitad del electorado nunca ha votado para elegir a sus líderes, y la Autoridad Palestina debe reconocer esto y cambiar sus políticas para abordar este asunto. La Autoridad Palestina debe aprobar el concepto de asociación democrática”, continuó Barghouthi.

El legislador propone que el desarrollo de una "estrategia de lucha" como alternativa a los Acuerdos de Oslo y las negociaciones con Israel, que hasta ahora han fallado en encontrar una solución justa, puede ser la salida al dilema político palestino.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.