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En el sexto año de guerra en Yemen el futuro del país aún es incierto

La ONU describe la situación en este país como 'uno de los peores desastres humanitarios de los tiempos modernos'.

Ehssan Alsharıf, Said İbicioğlu  | 07.04.2020 - Actualızacıón : 07.04.2020
En el sexto año de guerra en Yemen el futuro del país aún es incierto IBB, YEMEN - DICIEMBRE 16, 2019: Estudiantes yemeníes reciben clases en los restos de su escuela, en el distrito de Ar Radmah, de la ciudad de Ibb, en Yemen, el 16 de diciembre de 2019. Allí los niños intentan seguir con su educación en las aulas que quedaron en pie, luego de que su centro de estudio quedara prácticamente destruido debido a la guerra civil y a los conflictos que se han vivido allí durante los últimos cinco años. (Mohammed Hamoud - Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Yemen se ha convertido en uno de los países más pobres del mundo debido a la guerra civil que estalló en el país en 2014. A pesar del tiempo transcurrido, aún es incierto el futuro del país y de sus habitantes.

Se esperaba que la intervención de la Coalición Árabe el 25 de marzo de 2015, liderada por Arabia Saudita y con los Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Catar y Egipto entre sus miembros, pusiera fin al conflicto interno en el país en cuestión de semanas o meses, y salvara al país de la crisis provocada por la guerra iniciada por los separatistas hutíes. Sin embargo, los enfrentamientos no solo continuaron, sino que se intensificaron. 

La intervención de la coalición llevó al surgimiento de una crisis humanitaria, como factor adicional al caos internacional en aras de la resolución la crisis política.

Según informes de organizaciones internacionales de derechos humanos, hay aproximadamente medio millón de pacientes con cólera en Yemen. Además, el bloqueo impuesto por Arabia Saudita al país continúa y las instituciones internacionales tienen dificultades para llegar a las zonas de la epidemia, por lo que no se puede evitar la propagación de la enfermedad, ni reducir la pérdida de vidas.

Human Rights Watch documentó en varios reportes que las fuerzas de la alianza utilizaron bombas de racimo y pequeñas bombas, especialmente mortales para los niños, prohibidas internacionalmente.

Amnistía Internacional descubrió que las partes del conflicto violaron el derecho internacional con respecto a la protección de los civiles durante la guerra.

De acuerdo con las Naciones Unidas, Yemen es el país que vive la peor crisis humanitaria en este momento. Cerca de 14 millones de personas, lo equivalente a la mitad de la población total del país, están al borde de la hambruna. Esto ha llevado a que la ONU describa la situación en este país como “uno de los peores desastres humanitarios de los tiempos modernos”.

Según los informes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alrededor de 24 millones de yemeníes necesitan ayuda humanitaria, es decir, el 86% de la población.

Alrededor de 112 mil personas han muerto en el país directamente por el conflicto o por la crisis humanitaria resultante de la guerra.

A pesar de que no se han registrado casos de coronavirus en el país, existe la preocupación de que se salga de control debido a la infraestructura insuficiente de los sectores de servicios y de salud.

Debido a que Yemen carece de herramientas para hacer frente al virus, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió un alto al fuego humanitario para ser implementado desde el 25 de marzo.

Las fuerzas de coalición ayudaron a las fuerzas gubernamentales a recuperar la mayor parte de la tierra capturada por los rebeldes.

Sin embargo, la capital Saná, la mayor parte de la ciudad de Al Hudayda y tres puertos están todavía en manos de los hutíes.

Varias disputas entre las fuerzas del Consejo de Transición del Sur (CTS), respaldadas por los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y las fuerzas gubernamentales, respaldadas por Arabia Saudita, propiciaron una disminución en el rendimiento militar de la alianza y la pérdida de parte del territorio recuperado.

CST es un cuerpo político establecido en Adén en 2017 que quería restaurar la independencia del "Estado del Sur", nombre utilizado para la antigua república de Yemen del Sur, que existió desde 1967 hasta 1990.

El grupo insurrecto continúa avanzando luego de que tomaron nuevamente Al Hazm, centro de la gobernación de Jawf en la frontera con Arabia Saudita, y el distrito de Nahm, estratégicamente importante por su ubicación a 70 km de Saná.

Según Yahya Sari, portavoz militar de los Hutíes, la Coalición Árabe ha llevado a cabo más de 257.000 ataques aéreos en las áreas controladas por las fuerzas rebeldes desde que comenzó la guerra en 2015.

A pesar de estos ataques, el grupo rebelde ha hecho un progreso significativo este año y se prevé que ganarán más territorio en el frente de Marib, la gobernación más importante en términos de ubicación y recursos naturales como el petróleo.

Algunos informes locales señalan que el éxito de las relaciones de los separatistas con las tribus habitantes de las regiones bajo su control juega un papel importante en sus logros militares.

Por otro lado, se afirma que el grupo rebelde recibió en los últimos dos años sistemas de defensa antimisiles, relativamente avanzados, de Irán.

Estos sistemas demostraron ser efectivos contra los ataques aéreos de la Coalición Árabe y en atacar posiciones militares y la infraestructura militar y económica de Arabia Saudita, con más de 1.000 misiles lanzados a ese país.

Se afirma que, luego de la toma de la gobernación de Jawf, la captura de Marib por los Huties pondría fin a la guerra terrestre y obligaría a la Coalición Árabe a negociar directamente con el grupo armado y a hacer grandes concesiones.

Por su lado, Arabia Saudita puede tratar diferentes enfoques para poner fin a la guerra en su sexto año al tomar en cuenta factores como la crisis de relaciones exteriores saudí, la fragilidad de su alianza con los EAU, la caída de los precios del petróleo, el brote de COVID-19, así como la opinión dividida entre los príncipes de familia real y el actual gobernante, el príncipe heredero Mohammed bin Salman.

El control de EAU sobre la isla de Socotra causa molestia tanto para el legitimo gobierno yemení, como por su vecino Omán. Situación similar a la que se vive por la presencia militar de EUA en la gobernación de Al Mahra.

Finalmente, luego de las fallas experimentadas en la implementación del Acuerdo de Riad, que propició Arabia Saudita, se prevé que las diferencias en el frente antihutíes se profundicen a raíz de la desconfianza entre los poderes locales y regionales, ya que ambas partes (EUA-Arabia Saudita) buscan sus propios intereses en Yemen.

Se evalúa que el gobierno hutí gane un limitado reconocimiento internacional, ya que la Coalición Árabe no ha logrado persuadir a la comunidad internacional de la necesidad de la guerra, ni poner fin a la crisis humanitaria que prioriza la ONU, los Estados Unidos y otros países.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó a la redacción de esta nota. 

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