Por: Salam Abu Sharar

Durante los últimos días, decenas de palestinos han muerto y cientos más han resultado heridos o sido arrestados por las autoridades israelíes, en medio de las crecientes tensiones que estallaron en Jerusalén Este.

El detonante de esta nueva escalada fue una orden de las autoridades de ocupación que restringía la reunión de palestinos en la Puerta de Damasco, así como los intentos de evacuar a familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, y el acoso a fieles durante el mes sagrado del Ramadán en la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado en el mundo para la comunidad musulmana.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Abd-Allah Marouf, profesor de historia islámica en la Universidad 29 Mayis de Estambul, Turquía, dijo que los extremistas en Israel se aprovechan de la precaria posición del primer ministro israelí, Benjamínn Netanyahu, y su deseo de permanecer en el poder.

“Es posible que la ocupación israelí no quiera la escalada en varios frentes. Pero como resultado de las ambiciones políticas de los grupos extremistas en Shaikh Jarrah, la Puerta de Damasco y el complejo de Al-Aqsa, se generaron varios frentes”, destacó el experto.

Marouf señaló que los grupos extremistas tratan de cosechar beneficios políticos al tomar el control de Sheikh Jarrah y la Puerta de Damasco, además de encontrar un punto de apoyo para los judíos en la mezquita Al-Aqsa, lo que significa cambiar el statu quo en la ciudad.

“Quieren imponer un nuevo hecho consumado de que los judíos recen abiertamente en la mezquita”, agregó Marouf.

Para el experto, los medios de comunicación israelíes han tratado de socavar las protestas callejeras al describir a quienes las organizan como una minoría rebelde. Pero, según el académico, fallaron cuando los jóvenes acudieron a las plataformas de redes sociales para publicar los hechos.

“Los medios israelíes tratan de publicar información errónea. Este es un intento de engañar a los palestinos haciéndoles creer que la Policía no permitirá que los extremistas continúen provocando”, agregó.

La tensión ha aumentado entre Israel y Palestina luego de que el Tribunal Central de Israel aprobara una decisión para desalojar a siete familias palestinas de sus hogares en favor de los colonos israelíes a principios de este año, en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este.

Los palestinos que protestaron en solidaridad con los residentes de Sheikh Jarrah fueron atacados por las fuerzas israelíes. Así mismo, durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, las autoridades israelíes hostigaron y atacaron a los fieles en medio de las oraciones dentro de la mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del mundo para los musulmanes.

Desde el viernes 7 de mayo, las fuerzas israelíes lanzaron implacables incursiones en Al-Aqsa, hechos que dejaron cientos de heridos.

Punto de conflicto

El barrio Sheikh Jarrah ha sido un punto de conflicto entre los palestinos y los colonos judíos desde 1948, incluso antes de que la ciudad fuera ocupada militarmente en 1967.

Israel espera construir 200 unidades de asentamiento en el área.

“Esta zona de la ciudad es vital y, por tanto, peligrosa para la ocupación, que intenta bloquear y confundir”, advirtió Khaled Odehtallah, historiador y sociólogo.

A la entrada del barrio se han establecido barricadas. Si bien la Policía permite que los colonos judíos se muevan libremente con sus armas de fuego, no permite que los palestinos desarmados entren en la zona, destaca el experto.

“Las fuerzas de ocupación creen que sus planes estrictos y precisos mediante el uso de la fuerza son suficientes para apaciguar a los colonos. Como cualquier otra ocupación, su arrogancia conduce a acciones estúpidas contra el pueblo de Jerusalén, ya sea en Shaikh Jarrah, la Puerta de Damasco y el Complejo Al-Aqsa”, agregó Odehtallah.

Las fuerzas israelíes fuertemente armadas irrumpieron de nuevo en el recinto de la mezquita el lunes 10 de mayo por la mañana, disparando balas recubiertas de goma, gases lacrimógenos y granadas paralizantes contra los palestinos, hiriendo a más de 300.

“El complejo de Al-Aqsa y la Puerta de Damasco son lugares donde interactúa una vida juvenil activa socialmente. La ocupación intenta reprimir esta presencia”, agregó.

Las autoridades de Cisjordania rechazan la protesta

En el territorio de Cisjordania, las autoridades detuvieron muchas marchas para expresar su apoyo a Jerusalén y Gaza recurriendo al gas lacrimógeno en Hebrón, Ramala y Jenin.

En un comunicado, la Autoridad Palestina (AP) condenó la represión israelí y canceló las festividades en vísperas de Eid al-Fitr (celebración del fin del Ramadán). Pero hasta el momento no tomó ninguna medida seria para apoyar a la multitud.

“La posición de la Autoridad es consistente con las políticas pasadas de la Organización de Liberación de Palestina (OLP). Por lo tanto, no podemos esperar que otro discurso político diferente del liderazgo actual sea una incubadora del movimiento popular en Cisjordania”, señaló Bilal Shobaki, profesor asociado de la Universidad de Hebrón.

El académico señaló que la Autoridad Palestina insiste en que tiene un papel funcional como garante para estabilizar la situación sobre el terreno en Cisjordania y mantener una relación con las autoridades de ocupación dentro del marco de los canales de comunicación acordados.