Por: Dr. Yıldız Deveci Bozkuş*

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, literalmente inició una nueva era en las relaciones entre Turquía y EEUU, a partir del momento en que asumió su cargo el pasado 20 de enero.

Washington y Ankara diferían antes de que llegara Biden a la presidencia en varios temas, como la eliminación de Turquía del proyecto de los aviones F-35; las sanciones de EEUU a través de la ley estadounidense para contrarrestar a adversarios (CAATS, por sus siglas en inglés); el sistema de seguridad ruso S400; los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Grecia; el Alto Karabaj (en Azerbaiyán); la liberación de la venta de armas a la Administración grecochipriota, y el apoyo del Gobierno estadounidense a grupos terroristas en Siria, entre otros.

Sin embargo, Turquía no esperaba que a último momento Biden agregaría un problema más a los ya existentes entre ambas naciones, lo que llevará las relaciones entre Ankara y Washington a un punto irreparable. Este momento llegó el fin de semana con las declaraciones del presidente estadounidense en las que describió los acontecimientos de 1915 (entre el Imperio otomano y la comunidad armenia) como un "genocidio”.

La declaración de Biden se produjo a través de un mensaje que publicó la Casa Blanca el 24 de abril, para recordar los sucesos de 1915.

Además de cometer un error histórico con sus declaraciones, Biden ya venía mostrando una actitud fría con Ankara pues, desde que asumió el cargo, EEUU no ha tenido contacto con Turquía al interior de la OTAN, organismo al cual ambos pertenecen.

Tras la publicación del mensaje de Biden del 24 de abril, el Gobierno turco convocó al embajador estadounidense en Ankara, David Satterfield, para pedir una explicación al respecto y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía inmediatamente rechazó dichos comentarios.

¿Qué motivó a Biden para referirse sobre este asunto?

Múltiples factores fueron fundamentales para que Joe Biden se convirtiera en el primer presidente de Estados Unidos en referirse como un “genocidio” a lo sucedido en 1915, después de que Ronald Reagan también lo hiciera en 1981. Sin embargo, lo más importante aquí es que con esta afirmación se tomó un camino irreversible y solamente por intereses políticos internos y externos.

Previamente, cada 24 de abril la Administración estadounidense se refería a los sucesos de 1915 como el "Meds Yeghern" o "gran desastre (en idioma armenio)" pero este año, el suceso fue denominado como "genocidio".

¿Qué cambiará en materia política entre Ankara y Washington?

En primer lugar, es necesario mencionar que la decisión de denominar el tema de esta forma se produce también debido a la persistencia de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, y la influencia de la vicepresidenta Kamala Harris.

No debe olvidarse que la diáspora armenia en EEUU tiene un gran poder económico, así como poder político internacional. Esto tuvo un efecto importante en el uso de esta expresión por parte de Biden.

De igual forma, 49 de los 50 estados de EEUU habían votado a favor en el Congreso y el Senado, para que se reconocieran los sucesos de 1915 como “genocidio”. Sin embargo, Biden ha sido el primer presidente en terminar con la tradición de discursos y lenguaje meticuloso respecto al tema.

Otro punto importante, que probablemente motivó a Biden a referirse de esa manera, podría ser la reciente guerra en el Alto Karabaj, entre Armenia y Azerbaiyán, donde Ereván resultó siendo el bando perdedor.

Durante la guerra en el Alto Karabaj, Estados Unidos no se involucró y el Gobierno de Washington afirmó que aplicó una política de neutralidad, algo que no esperaba Armenia.

Por ello, se puede ver esta declaración como una forma de Estados Unidos, de pagar la 'deuda moral' con Armenia.

¿Cómo ven el tema los armenios que viven en Turquía?

El reconocido periodista turco de origen armenio Hrant Dink, junto a otros de la comunidad armenia en Turquía, han señalado anteriormente que el discurso de “genocidio” se ha utilizado como una herramienta política.

Para la muestra, están las declaraciones del 85º Patriarca armenio de Turquía, Sahak Mashalyan, en las que indicó, "es molesto ver que algunos países utilizan el dolor de nuestro pueblo y la memoria sagrada de nuestros antepasados con fines políticos".

“Las tensiones creadas por esta discusión durante los últimos 10 años no sirven a la convergencia de los dos pueblos; al contrario, retrasa la reconciliación provocando sentimientos hostiles” señaló Mashalyan, algo que demuestra que la normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía son vitales para una completa sanación de las heridas pasadas.

*El profesor Bozkus es miembro de la Universidad de Ankara, en Turquía.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

**Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.