La carrera contrarreloj de Venezuela para intentar avanzar en la vacunación contra la COVID-19
Hasta ahora el país ha colocado una dosis de la vacuna al 2% de su población, cifra que lo ubica a la cola de los países de la región, en medio de retrasos y malentendidos.

CARACAS, Venezuela
Por: Álvaro Suzzarini Fernández
El Gobierno venezolano intenta desde finales de mayo vacunar contra la COVID-19 al 70% de su población (22 millones de personas). La iniciativa –como todo en el país caribeño– está atravesada por la crisis política y económica que imprime drama a cada paso del proceso.
Hasta ahora Venezuela ha colocado una dosis de la vacuna al 2% de su población, según datos del portal Our World in Data, de Reino Unido. La cifra pone a la República Bolivariana a la cola de los países de su región, liderada por Chile y Uruguay, que han vacunado completamente a más del 48% y 37% de sus ciudadanos, respectivamente.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha denunciado en reiteradas ocasiones la imposibilidad de adquirir vacunas por el bloqueo unilateral que le aplica Estados Unidos, y aunque este jueves el Departamento del Tesoro de EEUU otorgó una licencia para que países bloqueados puedan comprar equipos e insumos para combatir la pandemia, este no incluiría la compra de vacunas.
Aunque la licencia no dice expresamente que se puedan comercializar vacunas, muchos consideran que estas estarían incluidas dentro de la categoría de prevención. En todo caso, habría que esperar una respuesta oficial de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU (OFAC) para que haya una cereza al respecto.
Los números de la vacunación en Venezuela también lo colocan por detrás de otros países que viven bloqueos: Irán (4,24%) Palestina (8%) e Irak (1,23%) han avanzado más que el país caribeño en la inmunización de su población.
Cuba, que comparte con Venezuela tanto el Caribe como el asedio de Washington, ha vacunado al 18% de su población, y esto a la espera de que se contabilicen los vacunados con alguna de sus cinco candidatas a vacuna “hechas en casa”.
En conversación con la Agencia Anadolu, la bióloga venezolana Flor Pujol calificó el proceso de vacunación en Venezuela como “muy lento”.
Hasta la fecha han llegado a Venezuela 3,1 millones de dosis que alcanzan para 1.365.000 personas, apenas el 7% de la meta fijada por el Ministerio de Salud venezolano.
El pasado miércoles, en rueda de prensa, el director de emergencias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que “la variante Gamma -surgida en Brasil- es la más predominante” en Venezuela y que también “se ha detectado la variante Alfa -surgida en Reino Unido- en Apure y Barinas”.
De continuar la propagación de las variantes se harían necesarias aún más dosis que las estipuladas por el Gobierno venezolano para alcanzar la inmunidad de rebaño.
“Hay que acelerar el proceso de vacunación precisamente por la presencia de variantes para evitar que estas predominen y se hagan más resistentes a los anticuerpos que se vayan generando en la población con la vacuna”, indicó Pujol.
“Es como una carrera por quién alcanza primero el éxito: el virus con sus olas epidémicas o la vacuna con su inmunidad de rebaño”, aclaró la también investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas.
Para poder por lo menos intentar poner a Venezuela “en carrera”, la administración de Maduro necesita adquirir un mayor número de vacunas. Aunque el país espera recibir un total de diez millones de vacunas Sputnik V y la misma cantidad de dosis de la EpiVacCorona, ambas rusas, por ahora los esfuerzos del Gobierno están depositados en hacer valer su membresía en el Fondo de Acceso Global para las Vacunas (Covax).
Covax es dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza para las Vacunas Gavi y la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (Cepi) y busca suministrar dosis para al menos 20% de la población de cada país participante para cerrar la disparidad en el acceso a la inmunización que hay entre los países pobres y ricos.
La relación entre Venezuela y Covax ha estado marcada por la disputa política entre el Gobierno y la oposición respaldada por Estados Unidos.
Venezuela acordó con Covax, en septiembre de 2020, 11,3 millones de dosis de vacunas por 120 millones de dólares. El país dispone de esa cantidad, pero en el marco del bloqueo no puede moverlo sin un acuerdo entre Gobierno y “gobierno interino”.
A fines de marzo, lo que parecía un acuerdo logrado entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó para adquirir entre 1,4 y 2,4 millones de dosis de AstraZeneca a través del mecanismo liderado por la OMS, se vino abajo poco después por alegatos -de parte y parte- de que se le había dado un manejo político a la negociación.
El Gobierno, que formalmente descartó el fármaco de la gigante farmacéutica inglesa basándose en informes técnicos sobre sus "efectos secundarios", ahora espera obtener, vía Covax, cinco millones de la vacuna de una sola dosis de Janssen, producida por la estadounidense Johnson & Johnson.
Venezuela inició los pagos desde el pasado 10 de abril y el 7 de junio Covax emitió un comunicado confirmando que había recibido USD 109,9 millones en 12 transacciones, por lo que quedaban pendientes USD 10,03 millones.
En el comunicado también notificó que cuatro pagos realizados a través del banco suizo UBS fueron bloqueados y estaban bajo investigación.
En este sentido se pronunció la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien señaló que “Venezuela con gran sacrificio logró pagar la cuota de 120 millones de dólares que corresponde para tener acceso al lote de vacunas”.
“Venezuela pagó la cuota completa que requiere Covax, pero los últimos cuatro pagos, que alcanzan un monto de 10.031 dólares, fueron bloqueados”, denunció Rodríguez.