Política, Análisis

Expertos: “es absurdo” pensar que Venezuela exporta la revolución bolivariana en la región

Analistas políticos señalaron que la nación de hoy es la “más aislada de los últimos tiempos” y que su dramática crisis no permite ningún margen de maniobra para llevar las “brisas bolivarianas” a todo el continente americano.

Diego Camilo Carranza Jimenez  | 25.10.2019 - Actualızacıón : 26.10.2019
Expertos: “es absurdo” pensar que Venezuela exporta la revolución bolivariana en la región CARACAS, VENEZUELA - ENERO 23, 2019: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saluda a sus partidarios durante una reunión contra los mítines de la oposición frente al Palacio de Miraflores en Caracas, Venezuela, el 23 de enero de 2019. (Lokman İlhan - Agencia Anadolu).

BOGOTÁ, Colombia

Por: Diego Carranza Jiménez

Al menos una decena de países latinoamericanos han experimentado manifestaciones, protestas y fuertes disturbios en los últimos meses. Los casos más recientes y simbólicos son Chile, con estado de emergencia y toques de queda, algo no visto desde la dictadura de Augusto Pinochet; Bolivia, en crisis tras supuestas irregularidades en las elecciones presidenciales del domingo; y Ecuador, donde los indígenas y sindicalistas paralizaron el país por 11 días debido a medidas económicas anunciadas por el Gobierno.

Pero también ha habido manifestaciones en Uruguay, donde miles de personas marcharon contra un plebiscito para que militares actúen en la seguridad pública. En Brasil, Colombia, Perú, Argentina, Paraguay y Honduras también han estallado diversas manifestaciones y disturbios por diversos motivos.

El último fin de semana, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y presidente de la Asamblea Constituyente de Venezuela (ACV), Diosdado Cabello, aseguró que lo que está pasando en Latinoamérica es una “brisa bolivariana que recorre la región” y que se convertirá en un “huracán”.

Aunque negó que el Gobierno de Nicolás Maduro esté financiando actos violentos en la región, Cabello dijo que Venezuela no está aislada en el mundo y que “está más consolidada”, confesó estar contento con lo que ocurre, y comparó al presidente chileno, Sebastián Piñera, con Pinochet.

El número dos del chavismo cuestionó sarcásticamente si la situación de Chile es culpa “de Maduro, de Díaz-Canel, del Foro de Sao Paulo”, al tiempo que afirmó que “no hay que ser adivino ni muy inteligente para saber que” Colombia “es insostenible por la política que lleva (Iván) Duque y (Álvaro) Uribe”, y que la situación en ese país estallará. 

“Es absolutamente imposible que Colombia se quede como está. Esos países van a reventar porque tienen una sobredosis de neoliberalismo y eso no lo aguanta nadie”, afirmó. 

Aunque la hipótesis de que el llamado “castrochavismo” esté llevando la revolución bolivariana a Latinoamérica puede parecer extremista, varios gobiernos la avalan y culpan al presidente Nicolás Maduro de lo que pasa en sus respectivos países. 

La Organización de Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado el pasado miércoles diciendo que “las actuales corrientes de desestabilización de los sistemas políticos del continente tienen su origen en la estrategia de las dictaduras bolivariana y cubana, que buscan nuevamente reposicionarse”. 

El 10 de octubre la ministra de Gobierno (Interior) de Ecuador, María Paula Romo, dijo en Twitter que ese día hubo diecisiete detenidos en el aeropuerto de Quito y que la mayoría de ellos eran venezolanos; y agregó que “en su poder (había) información sobre la movilización del Presidente (Lenín Moreno) y Vicepresidente (Otto Sonnenholzner)”. 

En Chile circuló información falsa sobre ciudadanos detenidos de nacionalidad venezolana. Y el pasado lunes el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, culpó al Foro de Sao Paulo, celebrado en Caracas a finales de julio, de buscar "tomar el poder en todos los países de la región" con recursos brasileños que anteriores a su gobierno le otorgaron a "muchas dictaduras" para "ampliar su dominio".

Así las cosas, vale preguntarse si las manifestaciones en cada país tienen algún elemento en común o están influenciadas o conectadas por el “castrochavismo”, o si el país mismo está detrás del levantamiento colectivo.

Mauricio Jaramillo, docente e investigador de la Universidad del Rosario de Colombia y exasesor de la Unasur, calificó cualquier posibilidad de que el “castrochavismo” este detrás de las movilizaciones como "absurda".

"Es irresponsable plantearlo, pues pone en duda la convicción de los manifestantes. Es poner en duda además que hay sistemas económicos que están en crisis, como en Ecuador, Chile, Colombia o Haití. Entonces, pretender que Venezuela, que está en semejante nivel de crisis, tenga una influencia sobre estos Estados, me parece absurdo".

Contrario a lo que dice el líder chavista, el experto señala que “esta es la Venezuela más aislada de los últimos tiempos”. “De pronto en la época de Hugo Chávez llegó a tener mucha influencia en América Latina, recursos, pero hoy está en una crisis dramática de divisas, y las pocas que le entran tienen que utilizarlas en el mantenimiento de programas sociales internos, de lo que depende en buena medida la viabilidad de lo que queda del chavismo”. 

Jaramillo recalca que Venezuela no tiene ningún margen de maniobra y menos en estados como Chile y Ecuador. Y respecto a lo afirmado por Cabello sobre la "brisa bolivariana", señaló que las crisis locales son “un respiro” para las autoridades venezolanas, que las “aprovechan, manipulan, instrumentalizan para decir `nosotros tenemos la razón´”.

“Todo el mundo pesca en río revuelto, y Venezuela ha sufrido muchos reveses diplomáticos en los últimos años. Sanciones lideradas por el Grupo de Lima, desde Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Esto para Venezuela es un respiro, porque además pone en duda el neoliberalismo en su forma más dogmática, especialmente en el caso chileno, del que tanto se hablaba que era un sistema económico infalible”, subrayó. 

No obstante, desestimó que lo anterior “de ninguna manera puede confirmar que ellos (el Gobierno venezolano) estén detrás de todo esto”.

Andrés Agudelo, politólogo y analista político, considera por su parte que aunque hay detenidos de nacionalidad venezolana por su presunta participación en manifestaciones en varios países, “todas las protestas tienen causas diferentes”.

Pero Agudelo recalcó que “no hay pruebas contundentes, más allá de la nacionalidad de algunos capturados”, lo que tampoco “significa que haya una injerencia política”. 

“No hay pruebas para afirmar eso”, sin embargo -subraya- “hay algo que puede dar indicios de algún tipo de que el fenómeno no se puede tampoco descartar y es que el régimen de Venezuela después de mucho tiempo ha logrado respirar”. 

Según el experto, Maduro y Cabello han viajado a China, negociado en Rusia, y recibido “no apoyo, pero sí cierta neutralidad en términos políticos” desde México. Pero aún así, descartó “de tajo un fenómeno conspirativo” o que están “infiltrados en algún lado”. 

Tanto Jaramillo como Agudelo coinciden plenamente en que las causas del más reciente levantamiento popular latinoamericano responde a un “inconformismo generalizado, que en la mayor parte de los países, tiene que ver con las condiciones y desigualdades económicas”.

De acuerdo a Mauricio Jaramillo, por más coincidencias que pudiese haber, no se puede decir que las crisis latinoamericanas son interdependientes, transnacionales o conectadas. “La gran coincidencia que uno puede observar es que primero hay una gente muy joven manifestándose. Por ejemplo, en Chile es una generación que no vivió la dictadura pinochetista pero que recibió toda una herencia, como la Constitución Política o el sistema económico dejados por él. 

En Ecuador también hay jóvenes que se están emancipando frente a un sistema económico que viene desde los 90. Son muy distintos, pero comparten esta idea de que son los jóvenes, la clase media la que está protestando y poniendo a tambalear a los gobiernos”. 

Finalmente, sobre el pronunciamiento de la OEA, los dos expertos criticaron no al organismo como tal, sino el rumbo que está tomando con el actual secretario general, el uruguayo Luis Almagro.

Andrés Agudelo indicó que “el problema” de la OEA es que “a veces toma matiz político y que se convierte en un apéndice de algunas corrientes políticas”.

“La OEA tiene una misión electoral que generalmente cumple bien, pero más allá de eso me parece irresponsable que emita ese tipo de opiniones políticas. Reitero, no hay evidencia. Hay muchas sospechas naturales, pero a fin de cuentas sospechas. Y afirmar eso responde más a una postura política”, dijo.

El analista concluye diciendo: “me parece que le estamos dando demasiado, demasiado, al régimen venezolano, que supuestamente está contra las cuerdas”.

Jaramillo fue más allá y aseguró que la OEA desde que está Luis Almagro como secretario general “se ha desdibujado y ha desdibujado su papel... porque él tiene una agenda política propia. Él se ha ensañado con ciertos gobiernos; por ejemplo, en su momento de forma justificada en Venezuela, pero sí extraña semejante nivel de actividad respecto de lo que está pasando allá en Venezuela por la persecución a los opositores por ejemplo, versus el silencio cómplice de lo que pasaba en Ecuador, cuando desde muchas cadenas de noticias independientes llegaba información de abusos por parte de la Fuerza Pública en Ecuador y la OEA no hacía nada”, indicó el docente.

Para el experto “es difícil pensar o legitimar” la postura de la OEA cuando tiene una agenda y un sesgo “tan absurdamente” ideológicos, e incluso, “probablemente antidemocráticos” que tiene Almagro.

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