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¿Comienza una nueva era en Oriente Medio con el ablandamiento de los discursos entre varios países?

Es posible considerar el ablandamiento del discurso entre Turquía y Egipto, y entre Arabia Saudita e Irán, como el presagio del comienzo de una nueva era en Oriente Medio.

Prof. Dr. Cengiz Tomar  | 06.05.2021 - Actualızacıón : 08.05.2021
¿Comienza una nueva era en Oriente Medio con el ablandamiento de los discursos entre varios países? El viceministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Sedat Onal (izquierda), se reunió con su homólogo egipcio, Hamdi Sanad Loza (derecha), en El Cairo, Egipto, el 5 de mayo de 2021. El encuentro estará centrado en definir los pasos necesarios para normalizar las relaciones de ambos países a nivel regional. (Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Por: Cengiz Tomar*

En estas últimas semanas estamos siendo testigos de discursos esperanzadores en Oriente Medio que no oímos desde hace años. Las relaciones entre Turquía y Egipto empezaron a deteriorarse tras el golpe militar que derrocó al primer presidente del país árabe elegido democráticamente. Pero acorde con los cambios en la coyuntura regional e internacional, los dos países intercambiaron recientemente señales positivas sobre el restablecimiento del diálogo. Es posible considerar este ablandamiento en las relaciones entre ambos países como el inicio de una nueva era en Oriente Medio. A este ablandamiento se puede añadir el cambio de discurso de Arabia Saudita hacia Irán y el buen recibimiento de este cambio por parte de las autoridades iraníes. La puesta en práctica de este cambio de discurso podría tener su efecto a la hora de acabar con la tensión que desde hace años reina en la región.

Egipto perdió 5.000 kilómetros cuadrados en el Mediterráneo luego del acuerdo marítimo que firmó con Grecia debido a las relaciones frías con Turquía. La influencia de Turquía en Libia, vecina de Egipto, afecta a esta directamente. La presencia de opositores egipcios y medios de comunicación afines a estos también incumbe directamente a Egipto. Por el otro lado, Egipto es un país muy importante para Turquía. Durante la administración del expresidente Donald Trump, Egipto actuó como un frente sur contra Turquía e Irán. A este frente se le añadieron varios países del Golfo Pérsico y Grecia, Chipre del sur e Israel en el Mediterráneo. Si las relaciones entre Turquía y Egipto logran normalizarse, el frente, actualmente debilitado, colapsará.

Por otra parte, las relaciones entre Turquía y Arabia Saudita empeoraron especialmente después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado general de Arabia Saudita en Estambul. Aunque en los últimos días se están dando señales de una mejora en estas relaciones, la decisión de Arabia Saudita de cerrar los colegios turcos indica que el proceso de reconciliación no va a ser rápido ni fácil.

En cuanto a la rivalidad sectaria entre Arabia Saudita, de mayoría sunita, e Irán, de mayoría chiita, esta no ha hecho sino aumentar la inestabilidad en Oriente Medio y profundizar la islamofobia en el mundo. Organizaciones como Al-Qaeda, Daesh y Hashdi Shabi, y nombres como Osama bin Laden, Aiman al-Zawahiri, Abu Bakr al-Baghdadi y Qasem Soleimani no son sino el resultado de esta rivalidad. Lo mismo se puede decir de la guerra en Yemen, la cual se ha convertido en el escenario de esta rivalidad. Por su parte, potencias imperiales como Estados Unidos y Rusia y otras regionales como Israel se han dedicado a avivar esta rivalidad apoyando a los bandos políticamente y vendiéndoles todo tipo de armas. Al final, los grandes perjudicados han salido los habitantes de esta región y los musulmanes.

Sin duda alguna, la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca ha tenido un gran efecto en el cambio de discurso de Arabia Saudita. Su príncipe heredero, Mohamed bin Salman, aseguró que iban a dejar de lado el “radicalismo” de inmediato y abrazar un islam más “moderado”. Falta por ver si con el radicalismo se refiere a los opositores. Así mismo, Salman dijo que coincide en un 90% con los puntos de vista de Estados Unidos. Esto significa que a partir de ahora Arabia Saudita continuará con su lucha contra Irán bajo el liderazgo de Estados Unidos, haciendo uso de otros métodos y dejando de apoyar a las corrientes sunitas. Esto es de suma importancia para desescalar la tensión en Oriente Medio.

Los problemas en la región comenzaron con la creación de Israel hace décadas, con la participación de las potencias imperiales de entonces. A estos problemas hay que añadir la incapacidad de Turquía, Egipto, Arabia Saudita e Irán de ponerse de acuerdo. Mientras estos países sigan sin ponerse de acuerdo, las grandes potencias van a seguir aprovechándose de los problemas en la región según sus intereses.

*El autor es el presidente en funciones de la Universidad Turco-Kazaja Internacional Hoca Ahmet Yesevi.

*Traducido por Daniel Gallego.

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