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Se intensifican enfrentamientos en Libia a pesar de la amenaza del COVID-19

El país rico en petróleo, tiene fondos limitados para pagar importaciones, como suministros médicos, lo que dificulta la lucha contra el coronavirus.

Ferhat Polat  | 20.04.2020 - Actualızacıón : 21.04.2020
Se intensifican enfrentamientos en Libia a pesar de la amenaza del COVID-19 TRIPOLI, LIBIA - 5 DE ABRIL: Una persona inspecciona una habitación después de que las fuerzas del general Jalifa Haftar atacaron el Hospital al-Hadra, en el que se encuentran internados muchos pacientes con enfermedades crónicas y especialmente con coronavirus, en Trípoli, Libia, el 5 de abril de 2020. (Amru Salahuddien - Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Las fuerzas del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Libia, reconocidas por la comunidad internacional y la ONU, avanzaron para recuperar la ciudad de Tarhouna, una base de apoyo vital para las fuerzas del general golpista Jalifa Haftar, su última fortaleza en el área que rodea la capital libia, Trípoli. Sin embargo, ahora los libios deben luchar contra otra amenaza, el coronavirus (COVID-19).

El avance se produce días después de que las tropas respaldadas por la ONU retomaran ciudades estratégicas en el oeste de Trípoli, incluidas Sabratha, Surman y al-Ajaylat, ciudades clave que sirvieron como base para las fuerzas leales a Haftar.

Después de ser expulsados del oeste de Trípoli, las milicias de Haftar redirigieron sus ataques a los civiles en la capital. En las últimas semanas, las milicias de Haftar han intensificado su uso de proyectiles de artillería en el área densamente poblada por civiles en Trípoli.

La captura de ciudades costeras, así como el avance en Tarhouna, se considera un golpe significativo contra Haftar y sus partidarios, un año después de que este lanzara una ofensiva en la capital. Con esta última pérdida territorial se ha obstaculizado aún más las posibilidades de Jalifa Haftar de tomar control de la ciudad de Trípoli.

Haftar parece haberse concentrado más en la propaganda que en la guerra perse. Sus mecanismos propagandísticos están acostumbrados a hacer anuncios sin fundamento de avances y victorias militares fuera de la realidad.

La lucha en curso, con el uso de aviones de combate y ataques con aviones no tripulados (drones) han causado grandes calamidades humanitarias, pero no han dado una ventaja clara para las fuerzas de Haftar.

Mientras la guerra continúa ferozmente, la ONU afirmó que solo en el último año, más de 2.000 personas han muerto en el conflicto, incluidos cientos de civiles, 150.000 personas han sido desplazadas de sus hogares a lo largo de la línea del frente de Trípoli y aún continúan buscando refugios temporales. Los refugiados y los desplazados son los grupos más vulnerables en la guerra.

La ONU y las agencias de ayuda humanitarias han pedido a las partes en conflicto de Libia que detengan la lucha. Sin embargo, la batalla se ha intensificado en las últimas semanas, con una serie de cohetes que impactaron en un hospital en el área de Trípoli bajo el control del gobierno respaldado por la ONU.

La ONU condenó el bombardeo del hospital en Trípoli y lo calificó como una "clara violación del derecho internacional" sin embargo, esta declaración no cambió el panorama el en país.

Años de guerra en Libia han creado condiciones que podrían acelerar la propagación del COVID-19, y las fuerzas de Haftar que están presionando para capturar Trípoli parecen estar explotando la pandemia para infligir la mayor cantidad de bajas civiles al bombardear áreas donde las personas están confinadas en casa bajo el toque de queda, a medida que el coronavirus continúa amenazando un sistema de salud ya destrozado por la guerra.

El representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Trípoli advirtió sobre los riesgos significativos que se enfrentarán si el COVID-19 se propaga en el país en donde el conflicto en curso dificultaría la lucha contra el brote.

Recientemente, Turquía envió suministros médicos a Libia para ayudar a combatir el coronavirus, mientras que el mundo en general se ha centrado principalmente en combatir la pandemia en sus propios países. De esta manera, muchos libios se han quedado con sus propios recursos simplemente esperando ver hasta qué punto se extenderá la guerra y el virus.

Según informes, hay 51 casos confirmados de coronavirus en Libia y un muerto por el virus hasta el momento, pero las pruebas son muy limitadas y es probable que el número crezca.

La ONU y la Unión Europea (EU) hicieron un llamado a las partes beligerantes para que se detengan los enfrentamientos para facilitar el tratamiento del COVID-19. En lugar de terminar la ofensiva por razones humanitarias, las fuerzas de Haftar han continuado sus ataques, solo para mostrar que la ONU y la UE han fallado una vez más en su más reciente llamado a una tregua.

La ONU ha estado alentando los esfuerzos diplomáticos, mientras que el fracaso de las iniciativas anteriores, la acumulación de armas y la historia de Haftar de socavar las soluciones políticas dificultan el afianzamiento de cualquier esfuerzo diplomático creíble para poner fin al conflicto en Libia. El último asalto de Haftar contra Trípoli muestra que su objetivo es imponer el gobierno militar sobre el resto del país, como lo ha hecho en el este de Libia.

Mientras tanto, continúan los despiadados ataques de artillería del llamado Ejército Nacional Libio (LNA) de Haftar, diseñados para hostigar indiscriminadamente a los inocentes residentes de Trípoli. Las fuerzas leales a Haftar tomaron grandes terminales de exportación y cortaron los oleoductos principales en enero, con el objetivo de cortar las fuentes de ingreso del gobierno respaldado por la ONU.

Los civiles en Libia están sufriendo profundamente por la guerra, con cortes de electricidad, agua y gas a gran escala, mientras que hay fondos limitados en las reservas del gobierno para que Libia, rica en petróleo, pague las importaciones, como suministros médicos, algo que seguramente dificultará la batalla contra el coronavirus.

La situación en Libia está empeorando día a día, haciendo la vida aún más difícil para los civiles que viven bajo la amenaza constante de la guerra y ahora bajo la amenaza del coronavirus.

Las fuerzas de Haftar deben dejar de bombardear las zonas residenciales de Trípoli, ya que este bombardeo trae consigo más conflictos y destrucción. Mientras tanto, el pueblo libio necesita urgentemente un mayor apoyo y recursos para hacer frente al COVID-19. De lo contrario, los civiles continuarán bajo el acecho de la guerra y ahora de la pandemia. 

*El escritor de esta nota es un investigador adjunto en Centro de Investigaciones de la TRT con sede en Estambul, Turquía.

*Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.

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