Expertos aseguran que actuaciones de Grecia en el Mediterráneo Oriental violan el derecho internacional
El profesor de relaciones internacionales, Ismail Ediz, afirma que el estatus de todas las islas en la zona fue determinado por las potencias mundiales, en este caso Reino Unido, y Grecia jugó un papel de subordinado.

Istanbul
Expertos turcos aseguran que Grecia viola el derecho internacional al actuar en contra de los tratados de Lausana (1923) y de París (1947) en el Mediterráneo Oriental y el mar Egeo.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, el profesor Cevdet Kucuk explica que el archipiélago de las Espóradas, en el norte del mar Egeo, se encuentra sobre la placa continental de Anatolia.
Según Kucuk, el archipiélago fue conquistado por Solimán el Magnífico (Suleyman I), décimo sultán del Imperio Otomano, en 1522, mientras que en 1912 fue ocupado por Italia.
En 1912, el Reino de Italia y el Imperio Otomano firmaron el Tratado de Ouchy por el cual Italia se comprometía a devolver las Espóradas si los otomanos se retiraban de Trípoli, en Libia. Sin embargo, los italianos rehusaron devolver el archipiélago alegando que los soldados otomanos no abandonaron la ciudad libia.
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Por su parte, los griegos ocuparon 10 islas en el Egeo entre el 20 de noviembre y el 20 de diciembre del mismo año.
Ni en la Conferencia de Londres ni en la posterior Conferencia de Embajadores se logró llegar a un acuerdo sobre esta situación, cuenta Kucuk.
“El 26 de abril de 1915, los estados aliados firmaron con Italia el Tratado de Londres, el cual contemplaba otorgar a esta (la isla de) Rodas, las islas Espóradas y (la ciudad de) Antalya (en el sur de Turquía) a cambio de que participase en la (Primera) Guerra (Mundial). El 22 de agosto de 1915, Italia declaró la guerra al Imperio Otomano y rescindió el Tratado de Ouchy a la vez que anunciaba que no abandonaba ni Rodas ni las Espóradas. El 30 de diciembre de 1915, Francia ocupó la isla de Meis (Castelórizo) invitada por los habitantes que se sublevaron en contra de la administración griega”, relata Kucuk.
El profesor cuenta que el borrador del Tratado de Lausana que prepararon los aliados sin llegar a un acuerdo previo tenía 160 artículos y nueve acuerdos adicionales y no difería mucho del Tratado de Sevres de 1920.
“Según el Artículo 15, Rodas, las Espóradas y los islotes contiguos, así como Meis se le concedían a Italia. El 23 de abril de 1923, durante la segunda ronda de negociaciones, se le devolvieron a Turquía las islas de Tavsan (conejo en turco). Ante las presiones, la delegación turca se vio obligada a desistir de la soberanía sobre la isla de Meis a pesar de estar dentro de las aguas territoriales de Anatolia con el fin de contribuir a la paz mundial”, lamenta Kucuk.
El 4 de enero de 1932, Italia y Turquía firmaron una convención de siete artículos por el cual Italia cedía la soberanía de la isla de Karaada (isla negra en turco) a Turquía y se repartía la soberanía de los islotes y peñones alrededor de Castelorizo entre ambas naciones.
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Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el alineamiento de Italia con Alemania, la soberanía de las islas de Italia en el Egeo pasó a Alemania durante la guerra y a Reino Unido después de la contienda.
Con el tratado de paz de París, firmado el 10 de febrero de 1947 y en el que Turquía no estuvo representada, la soberanía de Rodas, las Espóradas y Castelorizo pasó a Grecia.
“Según el Tratado de Lausana, las islas cercanas a las costas de Anatolia deben ser desmilitarizadas. Luego de 35 años de soberanía italiana, los turcos que vivían en las Espóradas tuvieron que cambiar de nacionalidad o abandonar sus hogares. A raíz de la Ley de Turismo griega de 1953 se construyeron instalaciones turísticas sobre las propiedades de los turcos”, relata Kucuk.
El profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Sakarya, Ismail Ediz, subraya la importancia de la ubicación estratégica de las Espóradas en la ruta entre los Dardanelos y el canal de Suez.
Ediz recuerda que durante la Primera Guerra Mundial, Grecia permitió a Gran Bretaña utilizar las islas como base militar para apoyar las operaciones en Galípoli.
El profesor de relaciones internacionales afirma que el statu quo de todas las islas en el Mediterráneo Oriental fue determinado por las potencias mundiales de la época, en este caso Inglaterra, y que Grecia solo jugó un papel de subordinado. Ediz recalca que esta situación sigue sin haber cambiado.
“La militarización de las islas por parte de Grecia significa la violación del statu quo garantizado por varios tratados internacionales, principalmente el de Lausana”, dice el profesor.
Por su parte, el profesor de derecho en la Universidad de Ciencias Sociales de Ankara, Mustafá Baskara, confirma que la desmilitarización de las islas de Grecia en el Egeo está garantizada por el Tratado de Lausana, el Tratado de los Estrechos, firmado junto al anterior y el Tratado de París.
Baskara dice que desde 1936, Grecia anuncia que extenderá sus aguas territoriales en el Egeo a 12 millas náuticas (22,22 kilómetros) cada vez que encuentra una oportunidad con el objetivo de escalar la tensión.
El profesor de derecho explica que esta extensión significaría que el 70% de las aguas del Egeo se convertirían en aguas territoriales de Grecia y que las aguas territoriales de Turquía se reducirían al 10%, restringiendo la salida de Turquía al Egeo.
Así mismo, esta extensión supondría una reducción considerablemente del área de las aguas internacionales en el Egeo, dificultando en tránsito internacional, según el profesor.
Baskara recuerda que es por esta razón que Turquía no firmó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), la cual contempla 12 millas náuticas de aguas territoriales para las naciones costeras o rivereñas.
En este sentido, Baskara recuerda que el Parlamento turco votó por unanimidad una moción que reconoce como “motivo de guerra” la extensión de Grecia de sus a aguas territoriales en el Egeo a 12 millas náuticas.
Respecto a la postura de la Unión Europea (UE), Baskara señala que esta continúa apoyando incondicionalmente a Grecia a pesar de defender el derecho internacional en toda ocasión.
“La postura de la UE contradice su filosofía fundacional. No existe ninguna norma interna que hable sobre límites marítimos de la UE. En este sentido, la postura de la UE de apoyar a una parte en el Mediterráneo Oriental o el Egeo carece de base legal, se trata de una postura política”, dice Baskara.
El profesor sostiene que las acciones de Grecia contradicen las bases principales del derecho internacional y ponen en peligro la implementación de los tratados de Lausana y París.
*Traducido por Daniel Gallego.