Elecciones en Egipto: El presidente al-Sisi contra sí mismo
La realidad de que Sisi compita contra un candidato que lo apoya crea la opinión de que “Sisi lucha contra sigo mismo”. Esta situación hace recordar al anterior presidente, Anwar al-Sadat, el cual mandó a su cuñado crear un partido opositor.

ESTAMBUL, Turquía
Tras anunciar la Junta Electoral Nacional de Egipto las candidaturas del actual presidente, Abdel Fattah al-Sisi, y el secretario general del Partido al-Ghad (el mañana), Musa Mustafa Musa, a la presidencia, el país entró en la recta final de la maratón de las elecciones, previstas a celebrarse a finales de marzo.
Según los datos de la Junta, Sisi logró ser candidato gracias al apoyo de 549 diputados parlamentarios, de un total de 596, y la firma de 161.707 votantes, mientras que Musa solo logró el apoyo de 20 diputados. No obstante, el día que Sisi anunció su candidatura, el 19 de enero, el ex jefe del Estado Mayor del país, el teniente general Sami Anan, emitió una grabación en la que comunicaba su intención de presentarse a las elecciones como candidato.
Esta noticia produjo cierto nerviosismo en el régimen y este decidió utilizar la carta del terrorismo, siempre infalible. Para ello había que acusar a Anan de estar relacionado con el grupo de la Hermandad Musulmana, considerada como organización terrorista por el Estado egipcio e, incluso, por EEUU. gracias a la campaña negra que todos los medios a las órdenes del estado han llevado a cabo contra el grupo durante los últimos años, incluso parte de los ciudadanos cree que la Hermandad Musulmana, efectivamente, es una organización terrorista.
Esta tarea fue adjudicada a Yusuf Neda, antiguo miembro de la Hermandad. Si en el pasado ostentó algún cargo en el departamento de relaciones internacionales del grupo, en la actualidad carece de vínculo alguno con este y reside en un país europeo. Neda envió un mensaje a Anan en el cual le comunicaba que la Hermandad estaba dispuesta a apoyarle, enumerando seis condiciones para ello.
A partir de este momento el aparato mediático del régimen se puso en contacto con Hazim Husni, portavoz de la campaña de Anan, y comenzó a bombardearlo con preguntas con trampa hasta conseguir obtener la respuesta que necesitaban. Al día siguiente, Anan era detenido y excluido de la lista de candidatos a la presidencia.
Aunque la ley electoral egipcia permite que las elecciones se celebren con un solo candidato, en tal caso, este necesitaría el voto del 5 por ciento de todos los electores registrados en el país. Además, un solo candidato, más aún Sisi, dañaría la imagen de Egipto en el exterior. El régimen necesitaba a alguien que figurara como candidato con un perfil político bajo.
Luego de varios intentos fallidos y a falta de media hora para finalizar el último plazo, el 29 de enero, para presentar la candidatura, el secretario general del Partido al-Ghad, Musa, presentó formalmente su candidatura en la Junta.
Este partido, fundado en 2004, había estado relacionado a su primer secretario general: Ayman Nur. Musa era desconocido para el público, convirtiéndolo en el contrincante perfecto. Además, el 23 de enero, Musa había anunciado en su cuenta oficial en Facebook que en las elecciones apoyaría a Sisi.
Por su parte el Bloque 25-30, formado por 16 diputados de la oposición, hizo un llamamiento a boicotear las elecciones, alegando que estas “daban una imagen fea del país”.
El hecho de que la oposición de un país con decenas de partidos sea incapaz de unirse bajo un candidato muestra el gran fracaso en el que se encuentran. Mientras tanto, la realidad de que Sisi compita contra un candidato que lo apoya crea la opinión de que “Sisi lucha contra sigo mismo”. Esta situación hace recordar al anterior presidente, Anwar al-Sadat, el cual mandó crear a su cuñado un partido opositor.