Política, Análisis

¿Por qué no avanzan las negociaciones de paz en Afganistán?

La retirada de las tropas de EEUU en mayo e interminables negociaciones podrían provocar que los talibanes retomen el control de extensos territorios, por lo que es importante procurar un alto al fuego duradero y llegar a acuerdos de paz.

Halil Silahşör  | 30.01.2021 - Actualızacıón : 31.01.2021
¿Por qué no avanzan las negociaciones de paz en Afganistán? DOHA, CATAR - 12 DE SEPTIEMBRE: Las históricas conversaciones que apuntan a poner fin a casi dos décadas de insurgencia armada entre el Gobierno afgano y los insurgentes talibanes comenzaron en la capital de Catar, Doha, el 12 de septiembre de 2020. (Departamento de Estado de los EEUU - Handout - Agencia Anadolu).

ESTAMBUL

La incertidumbre rodea el futuro de las negociaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes.

Los ciudadanos afganos temen que la situación acabe con el alto al fuego y que no se consiga una paz duradera, ya que, hasta el momento, ni el acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, ni las negociaciones intraafganas han contribuido a la paz ni a la disminución de la violencia.

En la segunda ronda de negociaciones, las partes en conflicto deben tomar una de dos opciones: formar un Gobierno temporal, o continuar la guerra. Ni el Gobierno ni el pueblo afgano apoyan la primera por dos argumentos: supone un costo político inasequible y, a su vez, choca con los intereses nacionales.

La principal prioridad del Gobierno es poner fin a la violencia y las enemistades, así como la implementación del alto al fuego. Por su parte, los talibanes insisten en repartirse el poder.

La reticencia de los talibanes a la hora de aceptar el alto al fuego pone en tela de juicio su disposición para negociar la paz con el Gobierno. Así mismo, sus declaraciones sobre temás de género preocupa a los defensores de los derechos humanos en el mundo. Todo apunta a que los talibanes esperan la retirada de las fuerzas extranjeras para jugar sus últimas cartas y proclamar una victoria militar.

Cabe recordar que los talibanes mantienen una visión rígida e ideológica del islam, mientras que el equipo de negociaciones del Gobierno carece de la más mínima coherencia, así como de una hoja de ruta. Esto indica que la nueva ronda de negociaciones podría acabar en un callejón sin salida. Por el momento, ambas partes esperan la postura del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante el acuerdo firmado entre la administración anterior y los talibanes.

El movimiento rebelde no reconoce al Gobierno del presidente Ashraf Ghani. Este, por su parte, ha prohibido formar un Gobierno con los talibanes, sin escuchar el pedido de la oposición a formar un Gobierno temporal. Es más, Ghani no se reunió con Zalmay Khalilzad, el representante especial de Estados Unidos para la reconciliación de Afganistán, cuando el funcionario norteamericano visitó la capital afgana la semana pasada.

Estados Unidos trabaja por lograr un acuerdo de paz antes de que sus tropas abandonen el país asiático. Por su parte, los países de la región no parecen apoyar a Estados Unidos hasta que no se solucionen los problemas de seguridad, se acabe la violencia y se tengan en cuenta sus expectativas en la zona.

Pakistán es uno de los países clave a la hora de lograr una paz duradera en Afganistán. Mientras Pakistán no colabore de manera sincera, el proceso de paz en Afganistán no funcionará. La comunidad internacional debería presionar a Pakistán para que utilice su influencia sobre los talibanes. El desacuerdo entre países como Estados Unidos, Rusia, China, la India e Irán también afecta negativamente al proceso de paz.

Así mismo, las disputas políticas entre algunos grupos afganos han reducido las esperanzas de que las negociaciones puedan tener éxito. Sin encontrar una solución a las incógnitas y deficiencias del proceso de paz, parece imposible que las negociaciones concluyan con éxito.

En su época de vicepresidente, durante el mandato de Barack Obama, Biden insistió en reducir las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán. Ahora, como presidente, el demócrata tiene la autoridad para dar una orden en este sentido.

Se espera que Biden se centre en poner fin a la guerra en Afganistán. Sin embargo, es importante que este proceso se lleve a cabo de forma equilibrada y paulatinamente para no poner en peligro la seguridad del país, ya que el actual proceso de paz ha permitido que los talibanes mantengan su capacidad militar, al mismo tiempo que ha debilitado al Gobierno afgano.

La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en mayo de este año, así como la continuación de las negociaciones, podría provocar que los talibanes ganen fuerza y retomen el control de extensos territorios del país. En este sentido, es de suma importancia procurar un alto al fuego duradero y llegar a un acuerdo de paz antes de retirar las tropas. De lo contrario, el país podría desembocar en un nuevo caos.

*Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Daniel Gallego.


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