¿Por qué los pueblos mayas no apoyan que AMLO le pidiera a España que se disculpara por la "Conquista"?

Por: Alejandro Melgoza Rocha

El pasado 3 de mayo el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador les ofreció un perdón a los pueblos mayas por la llamada “Guerra de Castas” y también le pidió al Gobierno de España que extendiera una disculpa a los mexicanos por la denominada “Conquista”.

No obstante, en lugar de mostrarle su apoyo, para las asambleas mayas significó un acto fuera de contexto que raya en una "falta de respeto", además de considerarla una táctica demagógica para obtener votos en las próximas elecciones del 6 de junio, cuando se elegirá a los próximos legisladores en el Congreso federal.

La Agencia Anadolu habló con el líder de la Asamblea Indígena Múuch Xíinbal, Pedro Uk, y con el historiador y cronista maya, Carlos Chablé, quienes explicaron por qué tanto el perdón ofrecido por el propio López Obrador como la solicitud hecha a España no les sirven para resarcir los daños.

De hecho esta postura les resulta contradictoria ya que califican como colonialistas muchos de los proyectos liderados por el actual Gobierno, como el Tren Maya, el cual se extenderá a lo largo de 1.500 kilómetros e implicará un complejo reordenamiento territorial.

“Pedir perdón no significa nada si no se para el daño, si no se para la agresión con el despojo de nuestras tierras y el ataque a nuestra identidad”, apunta Uk, quien llama la atención sobre el hecho de que aquellos megaproyectos que no lograron ser concretados en gobiernos anteriores ahora logren avanzar bajo una “falsa izquierda” que “ha inventado la narrativa del perdón”.

“No entiendo cuál fue su intención, no resarce nada (…) Es algo fuera de lugar”, asegura, por su parte, Chablé, quien coincide en que al jefe de Estado no le corresponde definir el “perdón” ni solicitarlo a nombre de las comunidades originarias. “No le corresponde a él, sino a nosotros, los pueblos indígenas, (definir) el tipo de relación que establecemos con otros países y con el viejo continente”, explica Uk.

En ese sentido, considera que el presidente tiene “muy malos asesores en temas de historia”, ya que no es consciente de que en realidad comete ofensas a los pueblos originarios.

Para él, Tihosuco no era el lugar adecuado para pedir perdón “porque es representativo del dominio español; ese lugar lo escogió para pedir perdón, no ningún santuario ceremonial maya. Aparte fue una reunión privada, no se dio voz a los jefes mayas (…) En un acto electorero se enfrentó a los jefes mayas y les faltó al respeto: les cerraron las puertas, se les bloqueó con vallas”, explica.

Chablé se refiere al evento del pasado 3 de mayo, en el municipio de Tihosuco, Quintana Roo, cuando el presidente López Obrador pidió perdón, aunque “el acto de perdón no lo emitió él, sino la secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cortero”. Y añade que allí “en medio de su discurso se escuchaban las protestas de representantes mayas que exigían el pago de sus tierras”.

“Ir a pedir perdón a un lugar equivocado, de la manera equivocada: el 3 de mayo es la fecha más sagrada por los mayas, respetada; no es la fecha para decirnos que fuimos derrotados en la ‘Guerra de Castas’. Para nosotros es fecha de cohesión, donde pedimos por el mundo”, dice Uk.

“La misma llamada ‘Guerra de Castas’, que llamamos como el levantamiento maya, hace parte de la resistencia que viene desde 1519 hacia la invasión de la conquista española”, añade.

La “Conquista” de México es el periodo histórico que hace referencia al sometimiento del Imperio Azteca por parte de los españoles a partir de 1519 al mando del conquistador español Hernán Cortés, en nombre del rey Carlos I.

En ese proceso fueron asesinados millones de indígenas y de hecho muchos historiadores han llegado a considerarlo un genocidio.

La Conquista implicó la apropiación de tierras y la evangelización religiosa, que inició un complejo proceso de mestizaje y de sincretismo entre ambas culturas.

Siglos después, la ‘Guerra de Castas’ fue un movimiento insurgente de los mayas en el sur y oriente de Yucatán que se dio en 1847 contra la población de criollos y mestizos, cuyos antepasados databan de la conquista española en México.

Este movimiento social de los mayas duró hasta 1901, cuando ingresaron las tropas del Ejército mexicano, y tuvo un costo de 250.000 muertes, de acuerdo con el libro “La memoria enclaustrada. Historia de los pueblos indígenas de Yucatán, 1750-1915”.

Por otro lado, tanto Uk como Chablé señalan que este “perdón” carga tintes electorales para buscar votos para el partido de turno, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de López Obrador.

“Este perdón que pidió en Tihosuco es un montaje de campaña electoral, porque tiene miedo de perder la mayoría en el Congreso y con esto se ponen en riesgo muchas de las cosas que piensa hacer”, asegura Chablé.

De hecho considera que si de pedir perdón se trata, López Obrador debería pedir “perdón por lo que va a hacer, porque el Tren Maya va a pasar sobre nosotros (…) El Tren Maya tiene el mismo sentido de ‘La Conquista’: es invasivo, transgresor de los territorios indígenas, destructor de nuestros recursos naturales; es exactamente lo que sucedió hace 500 años, pero con un tren”.

Lo consideran, por tanto, un “despojo” al estilo colonial de la conquista española. Por eso el líder maya considera que “los pueblos tienen que hermanarse y enfrentar un enemigo en común que es esta globalización neoliberal que nos aplasta a todos”.

Uk actualmente encabeza la asamblea indígena Múuch Xíinbal, una de las principales opositoras al Tren Maya, tanto que han recurrido a una petición inicial ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por los riesgos que representa para los mantos acuíferos de la Península de Yucatán.