Análisis

¿Por qué Latinoamérica está vacunando con biológicos contra la COVID-19 en su mayoría de Rusia y China?

Las vacunas provenientes de esos países se convierten en la opción que se le ha abierto a la región debido a los incumplimientos y compromisos ya adquiridos por empresas de EEUU y el Reino Unido con sus propias naciones y Europa.

Sergio Felipe García Hernandez  | 10.03.2021 - Actualızacıón : 13.03.2021
¿Por qué Latinoamérica está vacunando con biológicos contra la COVID-19 en su mayoría de Rusia y China? Stock de vacunas contra la COVID-19 de la compañía china Sinovac, en el centro de vacunación instalado en el hospital Casa de Galicia, en Montevideo, Uruguay, el 1 de marzo de 2021. ( Carlos Lebrato - Agencia Anadolu)

Colombia

Por: Sergio García Hernández

La vacunación masiva contra el coronavirus (COVID-19) en la mayoría de los países latinoamericanos apenas inicia con la inmunización del personal médico y de los adultos mayores luego de la llegada por millones de dosis de biológicos provenientes de Rusia y China.

El inicio de los planes de inmunización contra la COVID-19 en los países a los que han llegado los mayores cargamentos con biológicos se dio gracias a la disponibilidad de dosis, principalmente, de la vacuna Sputnik V desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia y del biológico de la farmacéutica china Sinovac.

Las vacunaciones con esos dos biológicos se han dado pese a que varios de los países con las economías más grandes de la región, entre los que se encuentran Colombia, Chile y Argentina, intentaron adquirir vacunas de las empresas estadounidenses Pfizer y Johnson & Johnson y de la británica AstraZeneca, de forma temprana.

Diego Rosselli, profesor de epidemiología de la Universidad Javeriana de Colombia, menciona que las empresas de China están produciendo suficientes volúmenes y les han dado la oportunidad a los países latinoamericanos porque las vacunas de Estados Unidos y Europa se han concentrado en sus poblaciones. “Las han acaparado ellos. Por eso nos tocó abrirnos a los chinos y a los rusos”.

“También es un tema geopolítico y pese a que países como Colombia en principio decían que no a Rusia y China, al final les tocó abrirse a ellos”, indicó Rosselli a la Agencia Anadolu.

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Johnattan García, investigador del centro de pensamiento De Justicia y profesor de derecho y salud global de la Universidad del Rosario y de la Universidad de los Andes de Colombia, manifestó que los países latinoamericanos han tenido posiciones preferentes en las filas de la distribución de laboratorios de China y Rusia debido a que las naciones europeas y Estados Unidos no han usado esos biológicos salvo algunas contadas excepciones como Eslovaquia.

“Esto causa que los países de ingreso medio entre los que están los latinoamericanos tengan una mejor posición en la fila para comprarle a los rusos o a los chinos”, explica García.

El investigador aclara que hubo diferencias en el acercamiento a China y Rusia pues algunos como Chile y Argentina tenían acuerdos tempranos lo que les permitió acceder a más vacunas, mientras que otros como Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica decidieron negociar con Pfizer, debido a que tenían una afinidad con Estados Unidos, pero después han tenido que replantear la estrategia. “Recibieron algunas dosis, pero en cantidades muy pequeñas y esto sucedió porque Pfizer adquirió unos compromisos gigantescos en el norte global con Estados Unidos y Europa”, detalló a la Agencia Anadolu.

“Creo que eso también explica que Colombia comenzara a abrir su portafolio y ahí es cuando comenzó a hacer negociaciones con China e incluso se mencionó la posibilidad de que llegaran vacunas de Rusia. Ahora el país ha recibido unas cantidades de Sinovac a las que ni cerca están las de Pfizer”, mencionó García.

Claudia Vaca, directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia, explica la llegada masiva de biológicos de China y Rusia, pese a que las negociaciones en 2020 parecían estar dirigidas hacia Reino Unido y Estados Unidos, desde las dificultades en las negociaciones y la presión de los países ricos para tener prioridad en el abastecimiento.

Vaca detalla que se ha conocido que Pfizer puso unas condiciones a los países en cuanto a tiempos de entrega y responsabilidad en caso de problemas con las vacunas que fueron difíciles de tolerar por naciones como Argentina que, por ejemplo, decidió volcar su mirada hacia la Sputnik V.

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Aquellos que decidieron seguir adelante con Pfizer como Colombia y Chile, detalla Vaca, han tenido que lidiar con los incumplimientos en los suministros y hacer negociaciones con la empresa Sinovac que han resultado ser más efectivas.

“Pfizer hizo unos envíos muy pequeños a América Latina e incumplió los volúmenes más relevantes de entregas de dosis. Ante esto, Chile tenía claro que Sinovac tenía una capacidad mucho más grande y compró cantidades superiores a las necesarias en su población a unos precios, incluso más altos, pero garantizando que tuviera una mejor velocidad en la entrega”, mencionó Vaca a la Agencia Anadolu.

Para el caso de Colombia, la experta considera que centró en exceso su negociación con las empresas de Estados Unidos y el Reino Unido lo que terminó demorando el inicio de su plan de vacunación. “El Gobierno nacional hizo los esfuerzos por hacer esas negociaciones tempranas pero las variables internacionales de escasez de vacunas, de acaparamiento de dosis y de incumplimiento de las multinacionales fueron los factores más críticos en el retraso de la vacunación”.

“Colombia se vio en una crisis muy fuerte (...). No tenía un plan con los asiáticos en lo que me parece que fue un arribismo tecnológico y un poco una ideologización de su agenda en función de la postura del Gobierno nacional digamos de derecha”, indicó la investigadora.

Vaca detalla que algunos negociadores colombianos han afirmado que habían empezado la negociación con Sinovac desde el año pasado, pero resalta que el anuncio del acuerdo “con esta empresa China fue en 2021 y casi a mediados de febrero se anuncian las compras de dosis de Sputnik”.

Sobre la demora en la llegada de vacunas de Astrazeneca a Colombia, Vaca explica que se ha dilatado debido a los compromisos de la empresa con Reino Unido en donde la propagación del coronavirus en diciembre hizo que detuviera envíos.

La ausencia de vacunas de Johnson & Johnson se explica, entre tanto, en que solo hasta la semana pasada recibió el aval de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).

“El momento en que entregue Janssen (de Johnson & Johnson) también es muy incierto en Colombia porque se ha conocido que su capacidad de producción es limitada y que las primeras dosis serán entregadas a Estados Unidos”, mencionó Vaca.

La investigadora señala, sin embargo, que Latinoamérica en definitiva puede estar tranquila con los biológicos que por diversas razones está usando por la simple razón de que “la mejor vacuna es la que está disponible”.

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