Política, Análisis

¿Por qué Cuba elige por primera vez en 43 años a un presidente de la república?

Analistas explican que la elección que se cumplirá este 10 de octubre no implica una transformación del sistema electoral del país dominado por el Partido Comunista de Cuba.

Sergio Felipe Garcia Hernandez  | 10.10.2019 - Actualızacıón : 11.10.2019
¿Por qué Cuba elige por primera vez en 43 años a un presidente de la república? LA HABANA, CUBA - MAYO 1, 2019: El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro, saludan a los ciudadanos en el desfile del Primero de Mayo organizado por la Unión de Trabajadores de Cuba (CTC) en la Plaza de la Revolución, en La Habana, Cuba, el 1 de mayo de 2019. (Yander Zamora - Agencia Andolu).

BOGOTÁ, Colombia

Por: Sergio García Hernández

Cuba elige por primera vez en 43 años a un presidente de la república. La designación de este jueves es el resultado de una reforma constitucional que fue aprobada mediante un referendo a finales del pasado mes de febrero y que entró en vigencia el 10 de abril de este año.

La persona que llegue al nuevo puesto asumirá funciones que desde 1976 tiene el presidente del Consejo de Estado de Cuba y del Consejo de Ministros que ostenta actualmente Miguel Díaz-Canel, y que en el pasado tuvieron Fidel Castro y posteriormente su hermano Raúl.

La elección de quien será el nuevo jefe de Estado se realizará este 10 de octubre en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional luego de la votación de sus diputados, con lo que la designación del jefe de Estado continuará siendo indirecta sin la participación de la población cubana.

Los diputados, cabe destacar, llegaron a sus puestos por voto popular pero luego de ser avalados por unas comisiones de candidaturas compuestas por seis asociaciones civiles ligadas al oficialismo y al Partido Comunista Cubano (PCC), que es la única formación política reconocida en el país.

Se espera que Miguel Díaz-Canel sea nombrado como presidente de la república con lo que extendería las funciones que tiene desde abril de 2018 cuando reemplazó a Raúl Castro como presidente del Consejo de Estado.

Durante la sesión en la Asamblea se designarán, además, a los 21 integrantes del Consejo de Estado, máximo organismo del país que se encarga de vigilar el cumplimiento de la Constitución, de expedir decretos o declarar la guerra a otra nación, entre otras funciones. Esta institución, antes de la reforma, era conformada por 31 personas.

El nuevo presidente de la república deberá designar a un primer ministro, un cargo que también se creó a partir de la reforma constitucional y que asumirá el control del Consejo de Ministros en el país.

Laritza Diversent, directora ejecutiva y abogada de la organización defensora de derechos humanos Cubalex, consideró que la elección al interior de la Asamblea Nacional no tiene ningún significado para su país. Explica que el nuevo cargo mantiene a los cubanos sin derechos de asociación para defender sus intereses.

“La elección del cargo de presidente es intrascendente mientras los ciudadanos no tengan mecanismos para participar en la toma de decisiones políticas y económicas”, indicó Diversent.

La directora ejecutiva de Cubalex manifestó que la elección y la nueva Constitución no se traduce en un cambio real para su país, mientras las seis organizaciones que conforman las comisiones controlen el proceso electoral.

Diversent indicó que las seis organizaciones son la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Comités de defensa de la Revolución (CDR), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM).

“Todas están comprometidas y públicamente respaldan al único partido político reconocidos en la Constitución. Además, sus líderes también ocupan altos cargos de dirección dentro de las estructuras partidistas y en los órganos del Estado”, sostuvo Diversent.

La líder de Cubalex indicó que, en el marco de la reforma a la Constitución, se propuso sin éxito al Gobierno eliminar las comisiones de candidaturas y las asambleas que controlan el proceso de nominación de aspirantes a los cargos más importantes del Estado.

“Tienen por ley funciones que les permiten por ejemplo excluir a una persona del padrón electoral por sus motivaciones políticas o incluir electores que no cumplen con el requisito de residencia al momento de la votación, lo que facilita el fraude electoral”, aseveró Diversent sobre las comisiones.

Cubalex propuso también de forma infructuosa que se levantaran las restricciones al derecho a postularse y ser elegidos a cualquier ciudadano en condiciones de igualdad para ocupar cargos públicos a todos los niveles, de forma independiente o como representante de un movimiento.

“La nueva constitución mantuvo el reconocimiento expreso al papel rector del Partido Comunista de Cuba como fuerza dirigente superior de la sociedad. (...) Tal distinción constituye un privilegio en detrimento del derecho a la igualdad, opinión y de asociación del resto de la sociedad”, indicó la experta.

Diversent indicó que una ley electoral aprobada el pasado mes de julio y que materializó la reforma constitucional mantuvo la prohibición de realizar propaganda electoral individual.

“No obstante, se reconoció la observación electoral, muy tímidamente, lo que representa un paso de avance y la satisfacción de demandas de varios grupos de la sociedad civil independiente”, mencionó la líder de Cubalex.

La directora ejecutiva de la Cubalex indicó, además, que la nueva Carta Magna le otorgó un rango constitucional y carácter permanente a un nuevo órgano electoral, “pero no garantizó su independencia debido a que sus miembros pueden ser designados por un órgano político que concentra todos los poderes del estado”.

Mauricio Jaramillo, investigador de la Universidad del Rosario de Colombia y exasesor de la Unasur, afirmó que los cambios en la estructura del poder en Cuba se deben a una transformación que busca el PCC para combatir el “personalismo”, principalmente, al interior del Consejo de Estado que fue reducido.

“Desde que Fidel Castro se retiró de la presidencia del Consejo de Estado, en julio de 2006, se había empezado una etapa de depuración”, mencionó Jaramillo a la Agencia Anadolu.

Para el investigador, las transformaciones que se dieron con la reforma constitucional no implican que el Partido Comunista Cubano vaya a perder el control y el manejo de la presidencia y la vicepresidencia, sino que hace parte de un proceso para dar continuidad a la revolución después de los hermanos Castro.

“Con la elección de Díaz-Canel en abril de 2018 se dio la salida de las dos figuras más notables de la revolución que eran Fidel y Raúl Castro. Esta elección es parte de ese proceso”, aseguró Jaramillo.

Ver también: Miguel Díaz-Canel: un hijo de la Revolución Cubana asume el mando.

Para el experto, con la nueva Constitución no se materializaron algunas expectativas de cambios profundos en la política de Cuba. “No significa la apertura que mucha gente en el exterior esperaba”, indicó.

Cuba cambió su estructura de gobierno en 1976 al aprobar su primera Constitución socialista donde desaparecieron los cargos de presidente de la república y de primer ministro.

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