El coordinador del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Leonardo Correa, indicó que el valor estimado del mercado de la cocaína en Colombia es de USD 2.700 millones, de los cuales unos USD 371 millones se quedan con los cultivadores de la hoja de coca. El anuncio fue hecho en la presentación del informe de Monitoreo de Territorios afectados por Cultivos Ilícitos en Colombia 2017.

Correa mencionó que los más de USD 2.300 millones que se encuentran en los mercados externos al cultivo de la hoja de coca son los que están vinculados con la violencia, el contrabando y la corrupción.

“Esos USD 2.300 millones crean un mercado muy fuerte alrededor de las sustancias que se necesitan para la transformación de todas las hectáreas cultivadas con coca”, indicó el coordinador.

El experto mencionó que en el mercado de la coca se tienen identificados 69 tipos de actores, entre los cuales solo uno es el cultivador, que realizan un promedio de 193 transacciones necesarias para que una tonelada de hoja de coca se convierta en cocaína.

“Esta interrelación de autores nos marca un dinamismo en los territorios que explica por qué es tan importante para los criminales el control territorial y por qué se da que el 62% de los asesinatos de líderes sucedan en las zonas donde hay cultivos de coca”, mencionó Correa.

El viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa de Colombia, Juan Francisco Espinosa, le aseguró a la Agencia Anadolu que los mercados internacionales ofrecen incentivos para la coca mientras el país se queda con la pobreza y los problemas derivados del narcotráfico.

“Es alarmante la cantidad de sustancias químicas requeridas para procesar la droga. Hay una realidad que nos está pasando y no se han tomado unas medidas decisivas. Desde este Ministerio y la coordinación de la política antidrogas la estructura parte de un control mucho más fuerte a las sustancias químicas con un enfoque financiero”, sostuvo Espinosa en relación con el valor del mercado de la coca presentado por la UNODC.

Bo Mathiasen, representante de la UNODC en Colombia, indicó en la presentación que al 31 de diciembre de 2017 el área sembrada con coca en Colombia fue de 171.000 hectáreas, y que tuvo un incremento del 17%, traducido en 25.000 hectáreas, con respecto al 2016.

Mathiasen resaltó que la cifra es la más alta desde que Naciones Unidas monitorea los cultivos ilícitos en Colombia y aseveró que el 64% del incremento se presentó en los departamentos de Antioquia, Putumayo, Norte de Santander y Cauca. Detalló, además, que Nariño es el departamento más afectado con la siembra de ilícitos, ya que tiene 45.735 hectáreas cultivadas con hoja de coca, una cifra superior al total de cultivos en Perú.

El representante de la UNODC mencionó que la mayor reducción se presentó en el departamento de Guaviare, donde se reportaron 1.915 hectáreas menos que en 2016.

“Esta problemática no se trata de número de hectáreas, sino de familias vulnerables, de colombianos vinculados a esta actividad. Detrás de estos números hay más de 100.000 hogares involucrados en el cultivo de la coca”, aseveró Mathiasen.

Durante la presentación también se alertó sobre los cultivos en zonas de manejo especial, como los parques naturales, donde hay 8.000 hectáreas sembradas con coca, o las zonas de resguardos indígenas y comunidades negras, donde hay más de 17.000 y 25.000 hectáreas cultivadas, respectivamente, con ilícitos.

El informe también menciona que el 33% de los cultivos de coca se encuentran en zonas aisladas, a más de 10 kilómetros de cualquier centro poblado de Colombia, y que el 34% de los ilícitos identificados están en sitios que en 2014 eran bosques.