Miles de desplazados sirios debido a los ataques del régimen de Bashar al-Assad y refugiados en campamentos, cerca de la frontera con Turquía, esperan ayuda para poder sobrevivir al invierno.

La mayoría de estos campamentos han sido instalados sin ningún tipo de planificación sobre laderas rocosas en tiendas de campaña poco resistentes.

Cuando llueve la tierra se convierte en barro y dificulta el tránsito. Los niños intentan jugar en los barrizales que se forman descalzos, con chancletas o, los más afortunados, con botas de agua.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Qasem Yusuf, uno de los civiles refugiados en el campamento Diya 9, cuenta que se desplazó de la localidad de Kafar Ruma, al sur de la ciudad de Idlib, hace un año y medio.

Yusuf relata que el campamento de tiendas de campaña en el que se refugia carece de cualquier servicio. “Las cisternas que traen agua y las ambulancias no pueden entrar en el campamento ni los niños ir al colegio”, dice. “(Cuando llueve) nos quedamos atrapados en las tiendas hasta que se seque el agua”, agregó.

“Desde hace cuatro meses que no nos ayuda nadie. Solo recibimos una caja con productos higiénicos. No tenemos estufa ni carbón ni leña. Aquí hay familias con personas mayores y embarazadas o con bebés. El agua penetra las tiendas y no tenemos mantas”, lamenta Yusuf.

El refugiado sirio dice que cuando la tienda empieza a gotear tienen que poner cazuelas o baldes debajo. “Las tiendas están deterioradas debido al calor del verano”, explica.

Yusuf dice que esperan ayuda de las ONG. “La necesidad más importante para el campamento son guijarros. También necesitamos tiendas de campaña y estufas”, asegura.

La situación en Idlib

Siria ha sido devastada por la guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Al-Assad reprimió con violencia a los manifestantes que se movilizaban a favor de la democracia.

Cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones desplazadas, según funcionarios de la ONU.

Desde el acuerdo de Sochi en septiembre de 2018 entre Turquía y Rusia, más de 1.800 civiles han muerto en los ataques del régimen y sus partidarios en Idlib. Desde enero de 2019, aproximadamente 2 millones de civiles han sido desplazados.

*Traducido por Daniel Gallego.