El presidente de Argentina, Alberto Fernández, descartó este miércoles cualquier tipo de flexibilización a corto palazo de la cuarentena obligatoria que se declaró a nivel nacional para evitar el contagio masivo de COVID-19.

El mandatario añadió que después del domingo 12 de abril las medidas en centros urbanos serán “mucho más estrictas”.

“En muchos industriales hay preocupación por abrir las fábricas y hay cierta ansiedad que comprendo”, dijo el mandatario a medios locales, pero luego añadió que se debe escuchar a los expertos “para que se den cuenta de lo que pasa y cuáles son los riesgos”.

El jefe de Estado aseguró que no habrá ningún levantamiento de la cuarentena en el corto plazo ya que flexibilizar la actividad económica significa liberar el transporte público, que “es el principal foco infeccioso”.

Fernández aseguró que lo más importante es la salud de los argentinos. “Ahora necesito que se cuiden y les garantizo que voy a hacer todo lo necesario para que las empresas no cierren ni dejen sin trabajo a los argentinos”, dijo el mandatario.

Argentina ha reportado, a este miércoles 8 de abril, 1.715 infecciones por COVID-19 y 63 muertes. Además 338 personas se han recuperado.

La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. Se detectó por primera vez en la ciudad china de Wuhan. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el pasado 11 de marzo al COVID-19 como una pandemia y explicó que tiene unos altos niveles de contagio.

Según datos de a Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), la cifra de muertos por coronavirus en el mundo es de 87.000, mientras que los contagios superan los 1.500.000. Actualmente la enfermedad está en 184 países.

A nivel global se cuentan más de 315 mil recuperados del coronavirus.