Corea del Norte amenazó el miércoles con retirarse de la cumbre planificada entre el líder Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a menos que Washington deje de presionar a Pyongyang para que se desnuclearice.

"No nos interesan las conversaciones si [ellas] solo intentan empujarnos unilateralmente a un rincón y obligarnos a abandonar las armas nucleares", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Kim Kye-gwan, según la agencia oficial de noticias KCNA de Pyongyang.

Corea del Norte criticó a los funcionarios estadounidenses por citar el ejemplo de desnuclearización de Libia como un precedente para que Corea del Norte lo siga.

"EEUU dice que nos dará beneficios económicos si abandonamos nuestras armas nucleares. Pero nunca hemos buscado el desarrollo económico fijando nuestras expectativas en EEUU y ese trato nunca sucederá en el futuro", agregó Kim Kye-gwan.

Corea del Norte también anunció este miércoles que posponía "indefinidamente" las conversaciones intercoreanas planeadas para la tarde.

La KCNA culpó a los continuos ejercicios militares que están llevando a cabo las fuerzas aéreas de Corea del Sur y Estados Unidos.

"Este ejercicio dirigido a nosotros, que se está llevando a cabo en Corea del Sur, es un desafío flagrante a la Declaración de Panmunjom y una provocación militar intencional que va en contra del desarrollo [de las conversaciones] en la Península Coreana", dijo el artículo de KCNA.

La 'Declaración de Panmunjom' se refiere a un acuerdo de paz alcanzado el 27 de abril de este año durante la primera cumbre intercoreana en más de una década, y se esperaba que una reunión Kim-Trump, programada para el 12 de junio, completara los detalles de la desnuclearización del Norte.

Mientras que EEUU no ha recibido ninguna notificación de un cambio en el horario de la cumbre, la KCNA advirtió a Washington de "llevar a cabo cuidadosas deliberaciones sobre el destino de la cumbre entre Corea del Norte y EEUU, planificada a la luz de este alboroto militar de provocación llevado a cabo conjuntamente con las autoridades de Corea del Sur".

Los ejercicios militares aliados, apodados "Max Thunder", comenzaron el viernes pasado y fueron descritos como de naturaleza defensiva. Estos durarán dos semanas e incluyen la participación de alrededor de 100 aviones militares.

Corea del Norte ha condenado desde hace tiempo estos ejercicios como los preparativos de una guerra, aunque los simulacros realizados a principios de este año no obstaculizaron las mejoras diplomáticas entre las dos Coreas.

Washington fue cauteloso en su respuesta inicial, ya que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, declaró que EEUU "verá lo que Corea del Norte ha dicho de manera independiente y continuará coordinando [esfuerzos] con nuestros aliados".

La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, también confirmó que EEUU "continuará planificando" la cumbre del mes próximo con Corea del Norte en Singapur.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.​