Por: Andrea Aguilar Córdoba

El toque de las bocinas y el rugir de los motores de autos y camiones que protestan en caravanas se han vuelto un sonido constante en varias regiones de Chile, en medio de los más de ocho meses en los que el precio de la gasolina ha impactado en el bolsillo de los conductores y amenazado con provocar un alza generalizada de precios.

“Quienes usamos el combustible como principal insumo, como es el caso del comercio detallista que tiene que distribuir sus productos, las panaderías, el transporte escolar, los taxis, los taxis colectivos y un sinnúmero de otras actividades necesitan que los precios de los combustibles no continúen subiendo”, señaló el presidente del Consejo Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Chile, Héctor Sandoval.

El Gobierno de Sebastián Piñera anunció, en las últimas horas, que tras 35 semanas al alza, bajará el precio de los combustibles en los próximos días, lo que permitirá una disminución de 23 pesos por litro, en promedio.

“Esto equivale a retroceder al precio que se observaba hace un mes. Dicha modificación es oportuna, ya que permite reflejar en los precios mayoristas la reciente estabilización que han mostrado un conjunto de indicadores internacionales relacionados al precio del crudo y sus derivados”, explicó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, en un comunicado.

Y es que, según datos de Global Petrol Prices, el precio medio del combustible en todo el mundo es de 1,19 dólares por litro, lo que ubica a Chile encima de este valor, con 1,27 dólares por litro, siendo el segundo país de la región detrás de Uruguay, cuyo precio por litro alcanza los 1,5 dólares.

El 25 de noviembre de 2020 fue la última vez que la Empresa Nacional del Petróleo informó que el precio de los combustibles en Chile disminuiría en el máximo permitido por la normativa legal vigente. Una semana después, el 2 de diciembre del año pasado, comenzó una tendencia que hasta ahora ha sido imparable.

Alternativas para frenar el alza

La situación actual ha generado una serie de iniciativas legales que van desde eliminar el impuesto específico de los combustibles hasta entregar subsidios a los automovilistas. Uno de los proyectos de ley que actualmente está en tramitación en el Congreso Nacional busca reducir a la mitad el tributo que se paga por cada litro de bencina (como se le dice a la gasolina en Chile) alrededor del 25% del costo final, mientras se prolongue el estado de excepción constitucional de catástrofe decretado en Chile al menos hasta el 30 de septiembre de este año.

El diputado independiente que presentó la iniciativa, Álvaro Carter, explicó que la volatilidad del precio del crudo internacionalmente se ha visto fuertemente presionada y es por eso que los países productores han decidido aumentar el nivel de producción.

“El proyecto que tenemos presentado en el Congreso y que se votaría en las próximas semanas es una ayuda directa a miles de familias que necesitan reactivar la economía. El petróleo cuando sube y no se logra bajar su costo, no solo sube los precios de las bencinas para movilizarse, sino que también el de los productos. Nuestro proyecto ayudaría a todos por igual”, dijo Carter a la Agencia Anadolu.

Cambios en el mecanismo que regula el precio

A finales de 2020 el costo del litro de gasolina estaba por debajo del dólar, un precio que tras 35 semanas consecutivas se ha disparado y se suma al problema de la pérdida de valor del peso chileno frente al dólar debido al temor de los nuevos rebrotes de COVID-19 por la variante delta, que en varias partes del mundo está causando estragos.

“La pandemia generó durante el 2020 la caída en el precio de todos los commodities y es así como en abril del año pasado el precio del WTI llegó a niveles de 20 dólares por barril, e incluso hubo unos días con precio negativo. Por tanto, las 35 semanas consecutivas de alzas de las bencinas en Chile responden a este fenómeno mundial de normalización paulatina pospandemia”, explicó a Anadolu Tomás Flores, economista del centro de pensamiento Libertad y Desarrollo.

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Desde 2014, Chile cuenta con el Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (MEPCO) que impide que las alzas o bajas en el costo de las bencinas superen los 5 pesos, en promedio, y además implica un subsidio de 50 pesos chilenos a la gasolina de 97 octanos, que es la más cara del mercado.

Mientras el alza afecta los bolsillos de los consumidores, según cifras oficiales, la actividad económica de Chile creció un récord de 20,1% en el mes de junio y el Banco Central estima que la economía nacional crecerá hasta un 9,5% este año, impulsada por factores como el alza del precio del cobre, los retiros de fondos de pensiones y los bonos entregados por el Gobierno para amortizar el impacto de la pandemia.