El número de solicitantes de asilo que llegaron a Alemania cayó a 186.644, el nivel más bajo en tres años, según estadísticas del Ministerio del Interior alemán emitidas este martes.
La principal economía de la Unión Europea dio la bienvenida a 890.000 refugiados en el 2015, presionando fuertemente al Gobierno de coalición de la canciller Angela Merkel.
El ministro del Interior, Thomas de Maiziere, quien apoyó medidas migratorias más fuertes, aplaudió la fuerte baja, pero también advirtió que la crisis internacional de los refugiados está lejos de finalizar.
Debido a varias crisis internacionales, el cambio climático y la migración económica, los flujos de población irregular seguirán siendo un reto durante décadas, afirmó durante una rueda de prensa en Berlín.
“Es importante encontrar una respuesta común europea, enfrentando la causa de la migración, combatiendo el tráfico de personas, y manteniendo nuestra responsabilidad humanitaria”, enfatizó.
De los 186.644 solicitantes de asilo que llegaron a Alemania el año pasado, 47.434 eran sirios, 21.043 iraquíes y 12.346 afganos.
Reunificación familiar
El ministro Maiziere habló de manera escéptica sobre las peticiones hechas por ONG que piden la reunificación familiar de miles de refugiados sirios e iraquíes que llegaron a Alemania desde el 2015.
“Por una parte, la reunificación familiar tiene un impacto positivo en la integración”, reconoció, pero también advirtió que ese paso podría motivar a que más personas se embarquen en el peligroso viaje, con el fin de llevar a sus familiares a Alemania después.
Los políticos conservadores también señalaron que los familiares de varios solicitantes de asilo que llegan a Alemania no estaban en zonas en conflicto en Siria sino en países vecinos como Turquía.
“Si es tan importante que las familias permanezcan unidas, entonces lo pueden hacer en Turquía también”, dijo.
Cerca de 390.000 refugiados sirios en Alemania debieron dejar a sus familias en Siria o en países vecinos, según reportes de medios locales.
El partido de oposición de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD), calificó la reunificación familiar como un “riesgo incalculable” para el país, y pidió que fuera restringida.
El bloque conservador de la canciller, Angela Merkel, y el partido Socialdemócrata (SPD), acordaron durante su acuerdo de coalición preliminar de la semana pasada instaurar un límite de 1.000 personas mensuales, como parte de las reunificaciones familiares de los solicitantes de asilo.
Los conservadores y socialdemócratas también acordaron restringir la migración y dijeron que el número de refugiados no debe exceder 200.000 al año.
La decisión del 2015 de Merkel de abrirles la puerta a los refugiados fue fuertemente criticada por los medios conservadores y fue explotada por los partidos populistas y de extrema derecha.
Su partido sufrió grandes pérdidas durante las elecciones federales a finales de septiembre, mientras el AfD subió en popularidad y alcanzó a entrar al Parlamento por primera vez.
Durante su campaña, el AfD atacó la política de puertas abiertas de Merkel, argumentando que el país se enfrenta a la amenaza de la “islamización” después de que más de un millón de refugiados entraran al país desde el 2015.
*Ahmed Fawzi Mostefai contribuyó con la redacción de esta nota