Política, Análisis

Paradójicamente la postura de Biden desequilibra la política de Irán en la región

A estas alturas ha quedado claro que la administración de Biden no tiene ánimos de enmendar las relaciones con Irán y que por el momento se va a limitar a esperar.

Dr. Serhan Afacan  | 03.03.2021 - Actualızacıón : 04.03.2021
Paradójicamente la postura de Biden desequilibra la política de Irán en la región Bandera de Estados Unidos y de Irán. (Archivo - Agencia Anadolu).

ESTAMBUL

Por: Serhan Afacan

Cuando Joe Biden relevó a Donald Trump en la Casa Blanca, todos, excepto unos cuantos observadores apresurados y excesivamente optimistas, sabían que su investidura no iba a tener el efecto de una varita mágica sobre las relaciones tensas entre Irán y Estados Unidos. Sin embargo, a estas alturas ha quedado claro que la administración de Biden no tiene ánimos de enmendar las relaciones con Irán y que por el momento se va a limitar a esperar. La cuestión es cómo va a esperar hasta el momento apropiado.

Durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Biden dejó entender que podrían volver a las negociaciones con Irán, pero no olvidó repetir el mantra de Trump y acusó al régimen iraní de desestabilizar Oriente Medio. Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, acusó a Biden de seguir la política de Trump y no la de Barack Obama.

Las declaraciones de Zarif y otros oficiales de Teherán dan a entender que Irán no cederá y que tiene toda la intención de mantener su posición en el asunto. Sin embargo, los procesos diplomáticos pueden generar resultados muy distintos.

Dos días antes del discurso de Biden en Munich, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, exigió acción por parte de Estados Unidos y no solo palabras. El 25 de febrero, Estados Unidos respondió con un ataque aéreo contra las milicias iraníes en el este de Siria, en lo que el Pentágono describió como una respuesta al ataque con cohetes a las bases estadounidenses en Irak el 16 de febrero en los que una persona perdió la vida.

El 28 de febrero, el embajador de Irán en Bagdad, Iraj Masjedi, acusó a Turquía de violar la soberanía iraquí en referencia a las operaciones militares de esta en el norte de Irak contra la organización terrorista PKK. Las declaraciones de Irán son significativas en un momento en el que Turquía experimenta tensión y desacuerdo con Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo, en especial las organizaciones independentistas kurdas. Esta inquietud por parte de Irán se debe a la disminución en el intervencionismo de Estados Unidos en la región. Esta situación es precisamente la que, de manera paradójica, desbarajusta el equilibrio de la política de Irán.

La administración de Biden espera que Irán regrese a su posición anterior al acuerdo nuclear de 2015. Ya no son pocos los oficiales y ciudadanos iraníes quienes piensan que la actual postura y tensión con Estados Unidos no es buena para los intereses del país. En este sentido, la actual postura de Biden perjudica el equilibrio de Irán, y parece que esta va a seguir así durante un tiempo.

Una de las principales razones por las que Biden no se apresura son las elecciones presidenciales iraníes previstas para junio de este año. La posibilidad de la ascensión al poder de un candidato conservador, en lugar del actual presidente, no modera, inquieta o molesta a Biden, ya que esta posibilidad podría permitir un acuerdo más estable y duradero. Pero por el momento reina la incertidumbre.

*Traducido por Daniel Gallego.


El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.