Opositores en Nicaragua denuncian “secuestro domiciliar” de la policía antes de una marcha nacional

Centenares de policías permanecen a las afueras de al menos 24 viviendas de líderes y activistas opositores en Nicaragua, con el propósito de impedir que participen en una marcha de protesta convocada para este martes 25 de febrero.

La movilización es clave en el tablero político del país centroamericano ya que durante ella se pretender lanzar una nueva “coalición nacional” para hacer frente al gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo en próximas contiendas electorales. Según ellos, Ortega se niega a restituir las libertades democráticas, a liberar a todos los presos políticos y realizar elecciones auditables.

El comentarista político Jaime Arellano y el empresario José Dolores Blandino –este último consuegro de la pareja presidencial Ortega - Murillo– fueron quienes convocaron a marchar. Desde ese mismo día de la convocatoria oficial, hace cinco días, las casas de Arellano y Blandino fueron las primeras es ser cercadas por efectivos policiales. Los oficiales han impedido que los activistas políticos puedan salir.

“Tenemos más de 48 horas de estar secuestrados”, logró decirle a la Agencia Anadolu Arellano, luego de que los oficiales le informaron que tenían “casa por cárcel”, sin dar más detalles.

La vicepresidenta Rosario Murillo advirtió este mismo lunes a quienes convocaron a marchar que no se “atrevieran a tocar a Dios con las manos sucias”, a manera de advertencia. El gobierno afirma que las protestas iniciadas en Nicaragua son un “intento de golpe de Estado”.

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“Hay patrullas policiales apostadas frente al garaje de mi casa y ni siquiera a mi esposa dejan salir. “Todos mis vecinos son registrados, les piden sus documentos, los bajan de los carros y les revisan la cajuela, hasta dos o tres veces al día”, agregó Arellano.

“Posiblemente nos envien a una celda. Nos han pedido que depongamos el llamado a manifestarnos en una marcha que invitamos para el día martes por la liberación de los presos politicos”, dijo por su parte Blandino.

Organismos de derechos humanos alertaron este lunes que el gobierno sandinista estaría incurriendo en una nueva forma de represión: “el secuestro domiciliar”.

La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), una organización opositora nicaraguense, denunció con nombre y apellido las 24 viviendas custodiadas por las autoridades sin ninguna medida judicial, en especial en Managua y la ciudad de León.

Entre las viviendas asediadas están la de excarcelados políticos, periodistas y activistas. También fue rodeado el edificio en el que se ubican las oficinas de la Alianza Cívica, otra organización opositora de Nicaragua.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reiteró al gobierno “que el ejercicio del derecho de reunión a través de la protesta social no debe someterse a una autorización de las autoridades ni a requisitos excesivos que dificulten su realización”.

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“A pocas horas de que se realice una marcha opositora en Nicaragua, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recuerdan que convocatorias como estas no deberían motivar la disolución de reuniones políticas pacíficas ni la imposición a sus organizadores de sanciones u hostigamiento”, planteó el organismo interamericano.

"La CIDH urge una vez más al Estado de Nicaragua a respetar el derecho a la protesta social de los ciudadanos y ciudadanas; a cesar el asedio y persecución a líderes, lideresas, activistas y referentes de la sociedad civil”, agregó.

Este 25 de febrero será una fecha agitada puesto que la presentación de la coalición opositora y la marcha están enmarcadas en la conmemoración de la derrota electoral del sandinismo en las urnas en el año 1990, cuando ganó las elecciones la presidenta Violeta Barrios de Chamorro.

El obispo Silvio Báez, religioso católico, también criticó el asedio contra los opositores. “Mi solidaridad con mis amigos, Jaime Arellano y Lolo Blandino, y mis oraciones por ellos, quienes sufren el asedio y las amenazas de la dictadura en Nicaragua. ¡Basta de represión y atropellos al pueblo de Nicaragua!”, dijo.