La prevención de la deforestación es clave para combatir el cambio climático

Prevenir la deforestación es clave para combatir el cambio climático, ya que los bosques son una reserva de carbón y proveen oxígeno y agua, de acuerdo con Hikmet Ozturk, director asociado de la Fundación Turca para Combatir la Erosión del Suelo y por la Reforestación y la Protección de los Hábitats Naturales (TEMA, por sus iniciales en turco). 

“Los bosques juegan un papel vital en el ciclo global del carbón como uno de los sumideros de carbón más importantes. Debido a su rol en el balance del clima, la reforestación debe priorizarse para reducir los efectos de la crisis por el cambio climático”, afirmó Ozturk. 

La fundación, que planta cerca de un millón de árboles anualmente, realiza entrenamientos, repoblación forestal, actividades de comunicación y defensa para combatir la erosión y proteger los activos forestales desde que fue creada, en 1992.

Al hablar sobre la importancia de los bosques para la vida humana y el medioambiente, Ozturk dijo que, además del suministro de oxígeno y agua, los bosques que cubren el 30% de las áreas continentales del mundo también son una fuente importante de madera, alimentos y medicamentos para los 350 millones de personas más pobres del mundo, incluidos 60 millones de nativos.

"Además de proporcionar el servicio para el suministro de agua, los bosques tienen efectos importantes sobre el ciclo del agua y el régimen de precipitación. Por ejemplo, son los bosques la razón por la cual en verano hay precipitaciones en la tierra, mientras que en invierno las hay en el océano", dijo.

Ozturk también afirmó que los bosques ayudan a regular los ciclos hidrológicos, disminuir las amenazas y los efectos de las inundaciones y la sequía, así como también proporcionan plantas importantes que se utilizan para el 57% de los productos farmacéuticos más comúnmente utilizados.

Según el funcionario, los bosques albergan más del 80% de la diversidad biológica continental en el mundo.

Amenazas a los bosques

Al referirse a las amenazas que enfrentan los bosques, Ozturk dijo que debido a la urbanización, los incendios forestales, la minería y la obtención de tierras agrícolas están siendo destruidas 8 millones de hectáreas (19,8 millones de acres) de bosques en todo el mundo.

Los incendios, que son una de las mayores amenazas para los bosques, necesitan tres condiciones para generarse. "Estos son: materiales inflamables, temperatura de ignición y oxígeno. Los materiales inflamables y el oxígeno existen naturalmente en los bosques, pero la inflamabilidad es causada por humanos o por razones naturales como los rayos".

Comparando la fuente de los incendios forestales en Turquía, citando cifras de la Dirección General de Silvicultura (OGM), Ozturk declaró que ocurrieron más de 47.000 incendios entre 2000-2018 en Turquía que dejaron 180.000 hectáreas (444.78 acres) de tierra quemada”.

"El 11% de los incendios ocurrieron intencionalmente. La mayoría de los incendios forestales (78%) son el resultado de la quema de basura, tirar cigarrillos, fogatas de picnics, etc., lo que significa que la mayoría de los brotes de incendios son el resultado de la omisión de los humanos, culpable o accidental".

Ozturk declaró que el aumento del calor extremo y su efecto sobre el cambio climático es otra razón para que exista mayor cantidad de incendios forestales en Turquía, ya que los estudios muestran que estos aumentan en los días en que las temperaturas están por encima del promedio.

"En muchos estudios científicos se afirma que el riesgo de incendio en los bosques de Turquía aumentará aún más en los próximos años debido al cambio climático", agregó.

Al referirse a los incendios recientes en la provincia de Esmirna, en el Egeo, donde ocurrieron cinco conflagraciones al mismo tiempo el mes pasado, dijo que la posibilidad de incendios provocados también debe tenerse en cuenta.

Ozturk reiteró que aunque el área forestal está aumentando en Turquía, también hay una importante pérdida de densidad forestal debido a diferentes usos como el turismo y la minería.

*Traducido por Maria Paula Triviño.