El exjefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso anunció este miércoles 4 de agosto que le pedirá a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que lo escuche como testigo en el macro caso número 03, que investiga las ejecuciones extrajudiciales o denominados 'falsos positivos'.

La intención del excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se conoció durante un acto de contribución a la verdad y reconocimiento de responsabilidades ante la Comisión de la Verdad, acto en el que también participó el antiguo jefe de las desmovilizadas Farc, Rodrigo Londoño o ‘Timochenko’.

Hay que recordar que Mancuso ha pedido su ingreso a la JEP desde hace años pero como compareciente. Esta vez lo pide como testigo, lo que augura un panorama más favorable.

En la diligencia ante la Comisión, el exjefe paramilitar hizo serias revelaciones que implican al Estado colombiano.

Una de las más graves tiene que ver con el exterminio del partido Unión Patriótica (UP), movimiento fundado tras el proceso de paz entre el Gobierno de Belisario Betancur y las Farc. Sin desmentir o rechazar la responsabilidad de las AUC, el exparamilitar afirmó que el principal responsable fue el Estado.

“Cuando la guerrilla decide conformar la UP y empieza la vinculación con la vida política y hacer campaña y participar en elecciones y logra acceder a concejos, alcaldías y demás, la preocupación enorme viene de las instituciones del Estado, de los gremios económicos, industriales de que Colombia se convirtiera en otra Cuba, expropiaran las propiedades, sectores económicos e instauraran un modelo político y acabar con quienes se oponían (…). La UP no fue exterminada por las autodefensas. Su gran victimario fue el Estado y claro que nosotros tuvimos responsabilidades”, aseguró.

Por otra parte, señaló que desde el Ejército, la Policía, la Fiscalía y el extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) se recibían listados de personas que debían ser asesinadas y reiteró que en varias regiones del país sus comandantes hacían uso de vehículos de esas entidades y tenían reuniones y relaciones con sus miembros.

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Al inicio de su declaración, Mancuso dijo que él, como muchas otras personas en Colombia, antes de ser victimario fue víctima. Pero luego contó cómo se fue vinculando con grupos armados avalados por la institucionalidad y cómo, luego de unos primeros actos, el propio Ejército Nacional casi que lo forzó para continuar.

Según dijo, en brigadas del Ejército, clubes de la Policía, hoteles y oficinas estatales se hacían reuniones con grupos de autodefensa.

“Era un miembro de facto del Estado en apoyo a las Fuerzas Militares. En algunos momentos acompañé como guía al Ejército (…). (Pero) a partir de ese momento me dijeron: 'se montó en el lomo del tigre, si se baja, se lo come el tigre. Entre las opciones que tiene usted está seguirnos apoyando, para que sirva de ejemplo ante el resto de empresarios y ganaderos para ganarle la guerra a la guerrilla, o tiene otra opción: venda y váyase'. Esas fueron las causas que me llevaron, empujado por el Estado -al que le pedí protección-, a que me vinculara a estos grupos de autodefensa”, subrayó.

Y en otro aparte, dijo: “Dejé de ser Salvatore Mancuso y me convertí en Santander Lozada y empecé a tener acuerdos con las institucionalidad, con el Ejército, el DAS, con la Policía, incluso con Fiscalías afectas a la causa de la autodefensa para enfrentar conjuntamente al enemigo de la nación (las Farc)”.

“Así fui extendiendo la creación de las autodefensas por todo el norte de Colombia. Recibimos apoyo de muchas personas”, reconoció.