El segundo vicepresidente del Gobierno español, Pablo Iglesias, acusó este jueves al partido Vox de ser un “golpista” en potencia durante una sesión de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social de España que se realizaba en el Parlamento del país ibérico.

El líder de Unidas Podemos aseguró que a Vox “le gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreve”. Iván Espinosa, portavoz del partido de ultraderecha, afirmó que no pensaba “tolerar” esas acusaciones y decidió salir de la sala, a lo que Iglesias respondió “cierra la puerta al salir”.

Iglesias y Nadia Calviño, vicepresidenta tercera del Gobierno, debían exponer las propuestas de sus respectivos departamentos y alcanzar consensos con miras a recuperar la economía española tras el fuerte impacto del COVID-19. Pero la situación se tornó conflictiva y el partido de ultraderecha Vox abandonó el recinto antes de que los legisladores pudieran llegar a un acuerdo.

En el encuentro, Iglesias también pidió al Partido Popular (PP) “pedir perdón” por los recortes al sector sanitario que hicieron en el pasado y defendió una reforma fiscal que le ponga impuestos a las grandes fortunas.

El airado episodio se convirtió en una muestra de la polarización que vive España tras la emergencia sanitaria que ha dejado más de 27.000 muertes y una profunda crisis económica en el país. Ahora que la gravedad de la pandemia empieza a disminuir, los españoles empiezan a pedir medidas para reactivar la economía y mejorar el mercado laboral.

La Comisión Europea propuso el pasado miércoles un plan de rescate para salir de la crisis del coronavirus por USD 825 mil millones en el que Italia y España serían los principales beneficiarios del nuevo plan.

Ver también: UE propone un plan de rescate para salir de la crisis del coronavirus por USD 825 mil millones

El plan de EUR 750.000 millones apoyará la recuperación económica mediante la concesión de préstamos por valor de EUR 250.000 millones y EUR 500.000 millones en subvenciones a los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Italia y España serán los principales beneficiarios del plan al recibir EUR 172.000 millones y EUR 140.000 millones de apoyo, respectivamente.