Turquía criticó este martes al presidente de Francia, Emmanuel Macron, por su recientes comentarios sobre el apoyo de Turquía al Gobierno libio.

En un comunicado, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, Hami Aksoy, señaló que Macron calificó el apoyo de Turquía al Gobierno legítimo de Libia como un "juego peligroso", el cual solo podría explicarse como una "abdicación de la razón".

"Al ignorar los derechos legítimos de Turquía en el Mediterráneo oriental y apoyar las ambiciones maximalistas, Francia solo aumenta la tensión en la región en lugar de promover la paz y la estabilidad", enfatizó el funcionario turco.

Aksoy acusó a París de ser cómplice del caos en Libia y reiteró que no era Turquía sino Francia la que estaba planteando un "juego peligroso".

El portavoz turco instó a Francia y a Macron a dejar de arriesgar la seguridad y el futuro de Libia, Siria y el Mediterráneo oriental y, en su lugar, usar los canales de diálogo existentes.

Las críticas de Macron se dieron luego de su reunión con el presidente tunecino, Kais Saied, en París, en la noche de este lunes.

Libia ha sido devastada por la guerra civil desde el derrocamiento del difunto gobernante Muammar Gaddafi en 2011.

El nuevo Gobierno del país fue fundado en 2015 bajo un acuerdo liderado por la ONU, pero los esfuerzos para un acuerdo político a largo plazo fracasaron debido a una ofensiva militar de Jalifa Haftar, ubicado al este del país.

La ONU reconoce al Gobierno libio encabezado por Fayez al-Sarraj como la autoridad legítima del país.

Pese a ello, en abril de 2019 Haftar lanzó una ofensiva para capturar Trípoli, mediante ataques que han dejado más de 1.000 muertos.

En respuesta, el Gobierno libio lanzó la Operación Tormenta de la Paz contra Haftar en marzo de este año. Gracias a ella, Trípoli logró recuperar ubicaciones estratégicas como Tarhuna, la última fortaleza del general golpista en el oeste de Libia.

Para poner fin al conflicto, desde el año pasado se han venido celebrando varias reuniones de alto nivel conocidas como la 'Iniciativa de Berlín', que han contando con la participación de diferentes potencias mundiales y actores regionales.

La UE consideró que este proceso de negociación, respaldado por la ONU, era el único camino aceptable, ya que se basaba en conversaciones pacíficas y multilaterales.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.