El tribunal de Israel rechazó el caso judicial que exigía imponer restricciones a la firma israelí de vigilancia cibernética NSO Group, que ha sido nombrada en el caso del brutal asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

El nombre de un spyware desarrollado por la compañía israelí se mencionó en demandas relacionadas con el asesinato del columnista de The Washington Post.

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El Tribunal de Distrito de Tel Aviv anunció su decisión con respecto a la demanda de Amnistía Internacional que exigía al Gobierno israelí revocar la licencia de exportación de la compañía y bloquear la venta de su controvertido software en el extranjero, especialmente a los regímenes que pueden usarlo de manera maliciosa. 

La declaración escrita del tribunal señaló que el caso fue desestimado debido a que “no se presentó ninguna prueba relacionada con la acusación de que NSO Group estaba detrás del intento de hackear el teléfono de un defensor de derechos humanos con fines de espionaje".

NSO Group

El activista saudita Omar Abdulaziz, amigo cercano de Khashoggi, dijo que el programa de espionaje de la compañía israelí estaba instalado en su teléfono.

Abdulaziz presentó una demanda contra NSO Group en diciembre de 2018, al afirmar que el asesinato pudo haberse cometido gracias al acceso del software a sus conversaciones y correspondencia con Khashoggi.

"Si NSO no hubiera vendido su tecnología Pegasus a Arabia Saudita, cuyo historial está lleno de violaciones de derechos humanos, Jamal Khashoggi estaría vivo", dijo Edward Snowden, exfuncionario de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en una entrevista en el periódico israelí Yedioth Ahronoth.

La red social WhatsApp también presentó una demanda contra la empresa israelí, al afirmar que la compañía utiliza su servicio de mensajería para espionaje a gran escala y vigila a más de 1.400 personas, incluidos 100 periodistas y activistas de derechos humanos, en 20 países.

NSO Group ha negado todos los cargos en su contra, al decir que "proporciona servicios de tecnología a países u organismos encargados de hacer cumplir la ley para ayudarlos a combatir el terrorismo y los delitos graves".

Khashoggi fue asesinado y desmembrado por un grupo de agentes sauditas poco después de ingresar al Consulado de Arabia Saudita en Estambul el 2 de octubre de 2018 para obtener una serie de documentos matrimoniales. Su cuerpo nunca fue recuperado.

De acuerdo con informes, la CIA determinó que el príncipe saudí Mohammed bin Salman dirigió el asesinato de Khashoggi, ya que él era un fuerte opositor del reino.

Riad reconoce que sus agentes asesinaron a Khashoggi pero dice que la operación no tuvo los resultados esperados y que Khashoggi fue ejecutado sin el consentimiento del príncipe heredero Mohammed bin Salman, una explicación que ha sido objeto de burlas por los críticos, que dudan que el asesinato se haya podido dar sin su consentimiento como líder de facto del reino.

Los fiscales de Estambul, Turquía, donde se produjeron los hechos, prepararon una acusación de 117 páginas contra 20 ciudadanos sauditas por estar involucrados en el horrible asesinato premeditado. El caso fue aceptado en abril por el tribunal penal número 11 de Estambul.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.