La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, criticó este jueves el informe de la ONU sobre el presunto envenenamiento del político opositor Alexei Navalni.

En una conferencia de prensa en Moscú, Zakharova dijo que Rusia respondió a los relatores especiales de la ONU sobre el caso Navalni "de manera oportuna", aunque ellos dijeron lo contrario.

"La parte rusa les envió información completa sobre esta situación de manera oportuna. ¿Por qué no operaron con ella?, sigue siendo una gran pregunta", dijo.

Según Zakharova, la parte rusa, entre otras cosas, señaló que hasta ahora ningún país ni una organización o laboratorio mostró evidencia alguna de que Navalni fuera envenenado con el agente nervioso Novichok, pero todos se limitan a declaraciones orales.

Zakharova añadió que ni los médicos civiles rusos ni los alemanes diagnosticaron Novichok en las pruebas del político, mientras que los médicos rusos sugirieron que Navalni podría haberse sentido enfermo como resultado de tomar pastillas "con propiedades médicas muy específicas".

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"Quiero enfatizar que todos los datos fueron enviados a ellos (a los relatores de la ONU). ¿Por qué usaron los datos de una sola parte? No lo entendemos", dijo.

Zakharova enfatizó que los relatores de la ONU tampoco lograron obtener una confirmación del envenenamiento de Navalni con Novichok de un laboratorio militar alemán.

"Consideramos que esta posición de los relatores especiales es perjudicial, políticamente sesgada y contraria al Código de Conducta de los procedimientos especiales del CDH (Consejo de Derechos Humanos), por el que los expertos de la ONU deben guiarse en su trabajo", dijo.

Zakharova también cuestionó la autoridad de los relatores para realizar tal investigación, diciendo que Agnes Callamard tiene un mandato de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias e Irene Khan sobre la protección de la libertad de expresión.

"Lamentamos que los relatores especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuyo trabajo debe caracterizarse en primer lugar por el profesionalismo, un enfoque imparcial y la confianza en los hechos, hayan descendido a acusaciones banales y sin fundamento", afirmó la portavoz.

El 1 de marzo, las dos relatoras de derechos humanos de la ONU dijeron que su investigación sobre el caso Navalni mostraba "una probable participación de las autoridades rusas en el envenenamiento, presumiblemente a un alto nivel".

Las relatoras también dijeron que enviaron una carta oficial a las autoridades rusas en diciembre, pero que el Gobierno de Rusia aún no ha respondido.

Navalni se enfermó el 20 de agosto de 2020 en un vuelo a Moscú. Después de un aterrizaje de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, pasó dos días en un hospital ruso antes de ser enviado a Berlín para recibir tratamiento.

Después de realizar pruebas en varios laboratorios, los funcionarios alemanes anunciaron que Navalni fue envenenado con el agente nervioso Novichok.

El líder de la oposición rusa fue arrestado en Moscú a su regreso en enero desde Alemania por no presentarse ante la Policía mientras estaba en Alemania y fue sentenciado a dos años y medio en una colonia carcelaria.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.