El Gobierno británico autorizó la venta de equipos militares por USD 805 millones a Arabia Saudita desde octubre de 2018 hasta marzo de 2019, seis meses después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, dijo la Campaña contra el Comercio de Armas (CAAT) con sede en el mismo Reino Unido.

La venta incluyó USD 685 millones en las llamadas licencias ML4, que se refieren a la venta de misiles, cohetes, bombas, torpedos y otros dispositivos explosivos. Además, se aprobaron otros USD 11 millones en virtud de las licencias ML10, que incluyen embarcaciones diseñadas para uso militar, así como equipos navales.

Khashoggi fue asesinado y desmembrado por un grupo de agentes saudíes poco después de ingresar al Consulado de Turquía en Estambul para adquirir un certificado de matrimonio en octubre de 2018.

Riad entregó varias explicaciones contradictorias para explicar la desaparición antes de reconocer que Khashoggi fue asesinado en el edificio diplomático.

"El secretario de Relaciones Exteriores [de Reino Unido] dijo que condenó el asesinato de Jamal Khashoggi en los términos más fuertes, pero en los meses siguientes, fue un asunto habitual para el gobierno y las compañías de armas", dijo Andrew Smith, director de CAAT.

"Al mismo tiempo que el régimen saudí estaba encubriendo sus asesinos, los ministros aprobaron cientos de millones de libras en armas", agregó Smith, recordando que las armas británicas han desempeñado un papel destructivo en la guerra liderada por los saudíes en Yemen, en la que decenas de miles de personas han sido asesinadas.

En junio, un tribunal de apelación declaró que las ventas de armas británicas a Arabia Saudita eran ilegales después de haber descubierto que estas podrían haber desempeñado un papel en la muerte de civiles en la guerra de Yemen.

Desde el fallo del tribunal, el gobierno ha suspendido las aprobaciones de nuevas licencias, pero continuará con las exportaciones en virtud de acuerdos anteriores. El gobierno ha dicho que impugnará la decisión del tribunal y que las estadísticas reveladas por la CAAT representaron las ventas de armas realizadas en los primeros meses de 2019, antes de la sentencia del tribunal.

Yemen ha sido acosado por la violencia y el caos desde 2014, cuando los rebeldes hutíes alineados con Irán invadieron gran parte del país, incluida la capital Saná.

La crisis se intensificó en 2015 cuando Arabia Saudita y varios aliados árabes lanzaron una campaña aérea devastadora con el objetivo de hacer retroceder a los hutíes.

Según cifras de la ONU, Yemen se enfrenta a una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de 10 millones de personas al borde de la hambruna. 

*Traducido por María Paula Triviño.