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Palestinos temen que Israel divida la mezquita de Al-Aqsa en tiempo y espacio entre musulmanes y judíos

Esto, luego de una decisión de las autoridades judiciales de Israel que dictaminaron que la oración en silencio de los judíos en el complejo de la mezquita no es un "acto criminal".

Abdel Ra'ouf D. A. R. Arnaout  | 09.10.2021 - Actualızacıón : 13.10.2021
Palestinos temen que Israel divida la mezquita de Al-Aqsa en tiempo y espacio entre musulmanes y judíos Decenas de palestinos se reunieron alrededor de la mezquita de Al-Aqsa durante una protesta contra la decisión de una corte israelí que permite que los judíos deben orar en silencio dentro de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, el 8 de octubre de 2021. (Mostafa Alkharouf - Agencia Anadolu)

JERUSALÉN
Los palestinos temen que permitir a los judíos realizar "oraciones en silencio" en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en la ciudad ocupada de Jerusalén Este, se convierta en pretexto para dividirlo "en tiempo y espacio" entre musulmanes y judíos.

En una decisión sin precedentes, las autoridades judiciales de Israel dictaminaron que la oración en silencio de los judíos en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa no es un "acto criminal".

La jueza del Tribunal de Magistrados de Israel en Jerusalén, Bilha Yahalom, permitió que los judíos oren en silencio dentro del complejo.

Así mismo, Yahalom ordenó a la Policía retirar una orden de restricción de entrada impuesta al rabino Aryeh Lebo, por haber orado en silencio en dicho complejo. "Sus visitas diarias al Monte del Templo indican lo importante que es para él", argumentó Yahalom en el auto de la sentencia.

Se trata de la primera vez que un tribunal israelí apoya la oración judía en un lugar sagrado dentro de los territorios palestinos ocupados.

La controvertida decisión del tribunal israelí provocó malestar entre los palestinos y los musulmanes en general.

Una división temporal y espacial del complejo tendría como objetivo convertir el recinto en un lugar de culto común para musulmanes y judíos, hecho que los musulmanes rechazan enérgicamente. 

Grupos judíos extremistas exigen la asignación de "tiempos" y "lugares" para que ellos puedan llevar a cabo sus rituales religiosos dentro del recinto.

Los palestinos advierten que Israel trabaja para lograr esta división de manera gradual. Estos esfuerzos habrían comenzado en 2003 permitiendo a los colonos judíos irrumpir en el complejo por las mañanas y después del mediodía.

El presidente de la Autoridad Islámica Suprema de Jerusalén e imán de la Mezquita al Aqsa, Ekrima Said Sabri, condenó la decisión judicial israelí.

"La decisión no es válida. El tribunal no tiene derecho a interferir en los asuntos de la mezquita Al-Aqsa. Aquello que se basa en la falsedad es falso", dijo Sabri en declaraciones a la Agencia Anadolu.

"El tribunal de ocupación no tiene jurisdicción y no es competente en asuntos relacionados con la mezquita Al-Aqsa", agregó Sabri.

"Esta decisión falsa es un preludio a la división temporal y espacial de la mezquita", prosiguió Sabri y definió como un “esquema criminal” el plan de la administración israelí de dividir el complejo.

En este sentido, Sabri advirtió al Gobierno israelí de "cualquier perjuicio a la santidad de la mezquita de Al-Aqsa" y responsabilizó a los países árabes e islámicos de cualquier daño que pudiera sufrir la mezquita, ya que esta es responsabilidad de "todos los musulmanes".

Omar Al-Kiswani, director de la mezquita de Al-Aqsa, expresó su preocupación por las repercusiones de la decisión. "Seguimos esta decisión y sus consecuencias de manera seria. De momento permite las oraciones: ¿qué viene después? Las ambiciones de la ocupación y los (judíos) extremistas son mayores".

Kiswani consideró que la decisión supone un agravio a la fe de los musulmanes en todas partes del mundo y que ignora sus sentimientos.

El director llamó a los países árabes e islámicos a enfrentar la decisión y recordó que los colonos judíos se apresuraron a implementar la decisión al irrumpir en el patio del complejo el pasado jueves.

Según los palestinos, estas incursiones, las oraciones en el patio de la mezquita o dividirla en tiempo y espacio no hacen sino violar el estatus histórico de la mezquita, situación que prevaleció durante el periodo del dominio otomano, el mandato británico y el dominio jordano, hasta el comienzo de la ocupación israelí en 1967.

Bajo este estatus, la oración en la mezquita se limita solo a los musulmanes, mientras que los no musulmanes pueden visitarla como turistas.

Los gobiernos israelíes reiteran su compromiso con el statu quo, pero los palestinos aseguran que lo violan y que no lo respetan.

El abogado y activista de izquierda israelí Daniel Seidman está de acuerdo con los palestinos. "Existen varias interpretaciones de cuál es la situación actual de Al-Aqsa, pero todos entienden que significa musulmanes rezando (en ella) y no musulmanes (solo) visitándola".

"Este status quo se ha erosionado en los últimos años. Los judíos oran en ella y la Policía israelí, que solía respetar el estatus en el pasado, (ahora) hace la vista gorda", agregó Seidman.

El abogado describe la decisión del tribunal como “una mayor erosión del statu quo muy peligrosa”. "El statu quo debe restaurarse; de lo contrario habrá sangre", añadió Seidman.

*Traducido por Daniel Gallego.
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