La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés) aseguró que las Fuerzas Armadas (FFAA) de México concentran tanto poder que podrían tomarse el país sin necesidad de ejercer la fuerza.

“El peso de las FFAA mexicanas dentro y fuera del ámbito de la seguridad puede significar que no hace falta un golpe de Estado para que las instituciones militares ejerzan niveles de poder que, sin constituir un gobierno militar, tampoco hablan de una institucionalidad democrática saludable”, explica el organismo en el informe ‘México militarizado: la guerra se perdió, pero la paz no llega’, publicado este 13 de mayo.

Wola explica que, históricamente, las FFAA han tenido un papel protagónico en la estrategia de seguridad y fue el mismo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien no solo consolidó este aspecto, sino que también les asignó nuevas funciones dentro de la “vida institucional”.

“Se han promulgado reformas para que la Secretaría Marina (Semar, encargada de coordinar las políticas públicas relacionada con la Armada) asuma el control y administración de los puertos del país. La Semar y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) igualmente han asumido un papel creciente en el control de las aduanas. Lo anterior se suma a la continuación o ampliación de funciones que han desempeñado las Fuerzas Armadas en sexenios pasados, tales como tareas de control migratorio”, informa el documento.

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Además, Wola enumera las funciones que las FFAA mexicanas ejecutan más allá del ejercicio militar, como la construcción de cientos de puntos de atención del Banco Bienestar, así como varios aeropuertos y el Tren Maya, un megaproyecto turístico que entregará todas sus ganancias a la Sedena.

La organización también afirmó que la estrategia de seguridad y lucha contra las drogas, que desde el Gobierno ha permitido que las FFAA ganen tanto poder en México, no ha impedido el “recrudecimiento de la guerra contra la delincuencia en México hace casi 15 años y los homicidios anuales se han más que triplicado. Desde diciembre de 2006, México ha registrado aproximadamente 350,000 homicidios y el gobierno reconoce que 85,000 personas permanecen desaparecidas y no localizadas”.

El Gobierno mexicano todavía no ha comentado ni respondido a las aseveraciones presentadas en el informe.