El Gobierno mexicano repatrió a tres conciudadanos que estaban en la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus (Covid-19), que deja en el país asiático 78.959 infectados y 2.861 muertos.

“Esta acción contó con el invaluable apoyo del Gobierno de Colombia, que transportó a las personas hasta Bogotá”, informaron en un comunicado conjunto las Secretarías de Exteriores, Salud y Marina.

Según detallaron las autoridades mexicanas, los connacionales no han presentado síntomas de la enfermedad desde el inicio de la actual contingencia sanitaria, lo que además fue un requisito sanitario para considerar su repatriación.

Los ciudadanos mexicanos cumplieron con los protocolos sanitarios de China, incluyendo las medidas de distanciamiento social, durante más de un mes. Además, fueron sujetos a revisiones médicas de salida por autoridades chinas, así como de preabordaje por las autoridades colombianas.

Asimismo, durante el viaje a México “fueron acompañados por un médico especialista en bioseguridad y control de infecciones de la Secretaría de Salud y de Sanidad Naval, quienes aplicaron y supervisaron el protocolo específico de bioseguridad para el traslado de repatriados desde zonas de alto riesgo y evidenciaron que los connacionales mexicanos llegaron sin presencia de signos, ni síntomas de la enfermedad hasta su entrega al servicio de sanidad internacional del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.

Y allí en la terminal aérea, se realizó una segunda valoración médica con la toma de muestras biológicas para descartar la posibilidad la “condición de portabilidad del virus”. 

Luego del proceso, los ciudadanos fueron trasladados a sus domicilios particulares en donde cumplirán la cuarentena durante 14 días, con un protocolo de aislamiento como medida preventiva.

El Gobierno mexicano confirmó este viernes los dos primeros casos de coronavirus. Uno está en Ciudad de México y el otro en Sinaloa.

Los dos hombres, que estuvieron anteriormente en Italia, dieron positivo a pruebas de laboratorio. 

México se convierte en el segundo país de Latinoamérica con casos positivos de la enfermedad, después de Brasil.