Un niño murió este martes debido a la explosión de una mina antipersonal instalada por el grupo terrorista YPG/PKK en la localidad de Marea, al norte de Siria.

Varios menores pastaban a sus animales en el pueblo de Isnubbul, en la línea de conflicto entre YPG/PKK y el Ejército Nacional Sirio (SNA), cuando uno de ellos pisó una mina.

A pesar de los trabajos de desminado llevados a cabo por el Ejército Nacional Sirio en la región, todavía hay artefactos explosivos que causan heridas y pérdida de vidas civiles.

Este lunes, la explosión de una mina plantada por el grupo terrorista Daesh/ISIS hirió a dos niños en la ciudad de Al-Bab, también al norte de Siria.

En su campaña de más de 30 años contra Turquía, el PKK, catalogado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, ha sido responsable de la muerte de 40.000 personas, incluidas mujeres, niños y bebés. El YPG es la rama siria del PKK.

Siria ha estado atrapada en una guerra civil despiadada desde principios de 2011, cuando el régimen de Bashar al-Assad tomó medidas enérgicas contra las protestas en favor de la democracia con una ferocidad inesperada.

Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones han sido desplazadas, según funcionarios de la ONU. 

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.