El enviado presidencial ruso para Afganistán, Zamir Kabulov, afirmó que la comunidad internacional debe unir sus esfuerzos para prevenir una crisis humanitaria en Afganistán. El anuncio lo hizo en el marco de una cumbre en Moscú a la que acudieron representantes de los talibanes y de 10 países entre los que se encuentran Pakistán, India, Irán y China.

“Debemos prevenir una crisis inminente, que algunos llaman catástrofe humanitaria. Para hacer esto, la comunidad mundial debe unirse y abandonar los enfoques sesgados”, aseguró Kabulov.

El funcionario expresó que es comprensible que no a todo el mundo le guste la nueva administración en Afganistán pero que "castigar al nuevo gobierno significa castigar a todo el pueblo afgano, que no lo merece".

Kabulov aceptó que el reconocimiento de los talibanes como la autoridad legítima de Afganistán fue uno de los temas que se trataron en la cumbre. “Llegará el momento en que los talibanes comenzarán a cumplir la mayoría de las expectativas de la comunidad internacional, que se refiere tanto a cuestiones de derechos humanos e inclusión del gobierno", afirmó.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó la cumbre y su ‘formato de Moscú’ como uno de los mecanismos "más demandados" para lograr una potencial solución a la situación en el país centroasiático.

Lavrov lamentó la ausencia de un representante de Estados Unidos en la sesión y dijo que espera que no se deba a "algunos problemas de principios". "Probablemente una de las razones sea el cambio del representante especial de Estados Unidos para Afganistán", dijo.

El canciller ruso afirmó que espera que Estados Unidos exprese su disposición a cooperar en la cuestión afgana y tome parte en los resultados que salgan de la cumbre.

Lavrov afirmó que el objetivo de Moscú es lograr una paz sostenible en Afganistán y que formar un gobierno inclusivo es "la clave del éxito".

El jefe de la diplomacia rusa señaló que la ausencia del reconocimiento internacional de los talibanes, así como los problemas sociales y económicos y los desafíos humanitarios contribuyen de manera negativa a la situación inestable en Afganistán.

En este sentido, Lavrov advirtió que esta inestabilidad podría ser aprovechada por grupos criminales y terroristas, con efectos secundarios para los países vecinos.

Lavrov informó que Rusia pidió a los talibanes que no permitan que su territorio sea utilizado para lanzar ataques contra sus vecinos.

“Estamos satisfechos con el nivel de interacción práctica (alcanzado) con las autoridades afganas. (Un nivel) que permite, en la etapa actual, resolver los problemas (que surgen) a la hora de brindar seguridad a los ciudadanos rusos que viven en Afganistán, el funcionamiento sin trabas de nuestra embajada en Kabul, así como las embajadas de otros países”, sostuvo Lavrov.

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El ministro agradeció a los talibanes por la ayuda brindada a la hora de organizar la evacuación de ciudadanos rusos y garantizar las condiciones necesarias para que los periodistas rusos desempeñen su labor en Afganistán.

Lavrov dijo que llegó el momento de que la comunidad internacional brinde a Afganistán una considerable asistencia financiera, económica y humanitaria para evitar una crisis humanitaria y una nueva ola de migración ilegal.

Los otros países que participaron en la cumbre fueron Kazajistán, Tayikistán, Turkmenistán, Kirguistán y Uzbekistán.

*Traducido por Daniel Gallego.